El intento de Maha al Sagheer, una conocida presentadora de televisión egipcia, por mostrarse como artista terminó convirtiéndose en un escándalo mediático que ahora la deja fuera de las pantallas durante medio año.
Tras atribuirse obras que no eran suyas en un popular programa de entrevistas, la conductora no solo fue sancionada, sino que también será investigada por la justicia.
La polémica que la alejó de las cámaras
El Consejo Supremo para Organización de Medios de Egipto anunció este miércoles que Maha al Sagheer, exesposa del famoso actor egipcio Ahmed al Saqa, tiene prohibido aparecer en cualquier medio de comunicación durante seis meses por violar derechos de autor. Además, remitió su caso a la Fiscalía General para que decida si se deben emprender acciones legales.
El incidente ocurrió cuando Al Sagheer acudió como invitada al programa Con Mona al Shazly y presentó varias pinturas como si fueran de su autoría. Sin embargo, pronto surgieron denuncias de artistas originales: la danesa Lisa Nelson, el francés Seaty y la alemana residente en Marbella Caroline Wendelin, quienes aseguraron que las obras eran suyas y que Al Sagheer las había mostrado sin permiso.
La polémica escaló rápidamente en redes sociales, sobre todo después de que la cuenta de Instagram Zurcher.mu —relacionada con una de las artistas afectadas— publicara el pasado 7 de julio varias pruebas de la apropiación. En sus mensajes, la artista danesa lamentó que su obra fuera utilizada sin autorización en productos como bolsos y ropa, y criticó la falta de comunicación previa.
“Me equivoqué”
Ante la presión pública, Al Sagheer admitió su falta en un breve comunicado publicado en sus historias de Instagram, donde reúne cerca de medio millón de seguidores. “Me equivoqué”, escribió la presentadora, que también pidió disculpas directamente a la artista danesa.
El equipo del programa ‘Con Mona al Shazly’ también recibió un aviso del Consejo Supremo para Organización de Medios por no haber verificado la información antes de emitir el episodio, algo que, según el organismo, va en contra de sus códigos y estándares.
El caso deja a Al Sagheer fuera de las cámaras y bajo la lupa de las autoridades egipcias, mientras las críticas en redes sociales continúan poniendo en entredicho su credibilidad y trayectoria.
