Camilo Amores es un actor colombiano de 27 años que se hizo muy popular por su rol de Rojo en Pálpito. También hizo la serie Las Iguanas, Los Billis y en Los Internacionales, de Paramount Pictures, y estuvo anteriormente en Los Briceño, comedia de Caracol. Adicionalmente, es director y creador de Black Gaviota Films, su productora, que ha realizado varios cortos.
El actor concedió una entrevista Lo sé todo, programa de Canal Uno, y se refirió a una traumática experiencia, que inicialmente parecía un incidente menor a causa de una picadura y terminó siendo un asunto grave de salud.
A Camilo Amores, de Pálpito y Los Billis, lo picó un alacrán
La historia se remonta a unas vacaciones que Camilo disfrutaba cerca de la playa. Allí estaba contemplando un atardecer, luego de un día soleado, tendido en una hamaca. Cuando quiso calzarse, metió el pie en uno de los zapatos y casi que de inmediato, sintió un intenso dolor que se le extendió desde la planta del pie hasta la ingle.

Un incidente durante un paseo de vacaciones llevó a Camilo Amores a vivir momentos de angustia.
“Mínimo me amputan la pierna”, pensó el actor, recordando el dolor como el más fuerte que había experimentado en toda su vida. Al saber que un alacrán que lo había picado, el actor y productor fue trasladado de urgencia a un centro asistencial. Allí, afortunadamente fue atendido de manera rápida, pues si hubiera demora en este proceso, el veneno del animal hubiera podido viajar por su cuerpo y causar daño irreversible.
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Camilo Amores, de Los Briceño, recibió atención a tiempo
Amores indicó que su cuerpo toleró el veneno, y aunque el dedo infectado duró cuatro días inflamado, no hubo daños mayores. Sin atención a tiempo, podría haberlo llevado a la amputación de la pierna afectada.
En la clínica, le pusieron un torniquete para controlar la propagación del veneno. Luego vino el tratamiento con medicamentos de amplio espectro, aunque el padecimiento estuvo presente por un buen tiempo. “Sentía que el dolor iba subiendo”, así mismo recuerda que aumentaba el temor de perder su extremidad.
Después de compartir su fuerte experiencia Amores mencionó la lección que le quedó y que quiso extender a sus seguidores: optar por llevar chanclas a la playa, en vez de zapato cerrado, como él lo hizo. Esta acción hace más difícil advertir de la presencia de algún insecto o animal que pueda estar al acecho.

