Con una guitarra entre las manos, una voz firme y letras que exploran la fragilidad humana, Daniela Aedo poco se parece hoy a la tierna niña que conquistó a millones como Dulce María en Carita de ángel. A sus 30 años, la actriz y cantautora mexicana se ha convertido en una artista integral, cuya carrera ha evolucionado con autenticidad y una sensibilidad única.
Nacida el 12 de febrero de 1995 en la Ciudad de México, Daniela Aedo inició su carrera en el mundo del espectáculo a los cuatro años. El éxito rotundo de Carita de ángel (2000) la catapultó como uno de los rostros infantiles más reconocibles de la televisión mexicana. Su naturalidad frente a las cámaras y carisma hicieron que rápidamente fuera llamada a otras producciones como ¡Vivan los niños!, Contra viento y marea y Mi pecado.
Pero el brillo del reflector no fue suficiente para Aedo. En 2013, decidió seguir una vocación más profunda: la música. Fue aceptada en el prestigioso Berklee College of Music en Boston, donde se formó como compositora, guitarrista y cantante. “Mis canciones son 100% mías”, ha declarado en entrevistas, defendiendo su independencia artística. Desde entonces, ha lanzado temas como Voy por ti, Cicatrizte, Frágil e Invisibles, además del EP Tierra de coyotes (2020), con una propuesta honesta que oscila entre el pop, el folk y lo alternativo.
Durante la pandemia, Daniela Aedo encontró en las plataformas digitales un refugio creativo. Su canal de YouTube no solo le ha permitido compartir su música y videoblogs, sino también sus pensamientos sobre literatura, bienestar emocional y experiencias personales. Su comunidad en línea ha crecido orgánicamente, superando los 200 000 suscriptores.
Lejos de abandonar su faceta actoral, Aedo ha sabido dosificar sus apariciones en televisión. Participó en programas como La familia P. Luche, Como dice el dicho, y en 2024 regresó con una participación en la telenovela Papás por conveniencia y en el reality Las Estrellas Bailan En Hoy, donde sorprendió por su presencia escénica.
Además de actriz y cantante, también ha incursionado en el doblaje, prestando su voz en producciones como El cascanueces y los cuatro reinos y el anime Undead Unluck.
Vive de forma sencilla, es vegana y practica deportes como el taekwondo y el buceo. Su vida, alejada del escándalo, transcurre entre la creación artística y el crecimiento personal.
Daniela Aedo no ha buscado ser el centro de atención mediática, pero su constancia, autenticidad y talento la han mantenido vigente. Ya no es solo la niña que cantaba en pijama frente a la televisión: hoy es una mujer que escribe su propia historia con guitarra en mano y la mirada firme en nuevos horizontes.
