Christian Tappan no solo ha demostrado su versatilidad como actor, sino que ha dado un salto al terreno más íntimo: el de convertir sus propias crisis, dolores y aprendizajes en materia prima para una comedia. Así nació Primate, la serie original de Prime Video que protagoniza y co-creó, y que ha despertado la curiosidad del público por su tono irreverente y personal.
Aunque muchos espectadores han asumido que la historia de William Days, el protagonista, es una copia calcada de la vida del actor colombo-mexicano, Tappan es enfático: Primate no es una autobiografía, aunque sí tiene una fuerte carga de vivencias reales. “Les presté unos detalles de mi vida personal y actoral al personaje principal, pero los demás son pura ficción”, ha dicho en diversas entrevistas.
La serie, lanzada inicialmente en 2022 y renovada recientemente para una segunda temporada, cuenta las peripecias de un actor en sus cuarenta que atraviesa la crisis de la mediana edad: problemas de salud, un declive profesional, líos familiares y una búsqueda constante por reencontrarse con sí mismo. Y en todo eso, sí hay mucho de Tappan.
Cuando la ficción se nutre del cuerpo
Christian ha confesado que fue en 2019 cuando sintió el impulso de darle forma a estas inquietudes. “Estaba pasando por un momento muy difícil en lo personal y lo físico. Tenía una hernia de disco, me diagnosticaron diabetes tipo 2, me sentía desgastado y emocionalmente plano”, relató en entrevista con El Colombiano.
Ese fue el punto de partida para lo que luego sería Primate. El actor compartió anécdotas y sensaciones con el guionista Andrés Burgos, quien se encargó de armar la estructura dramática y convertirlas en un relato con humor y crítica. “No es una historia lineal de mi vida, pero sí hay cosas que yo mismo viví, que sentí en carne propia. Lo difícil de envejecer, el cuerpo que ya no responde igual, las preguntas que uno se hace después de los 40”, ha dicho Tappan.
Y añade: “La serie me permitió exorcizar cosas que llevaba cargando hace rato. Pero también me hizo reír de mí mismo, y eso es sanador”.
Una historia que no pretende imitar la realidad
En la segunda temporada, Primate ahonda en la vida de William Days con nuevas tensiones: retos laborales, nuevas relaciones y un cuerpo que sigue dándole batalla. Aunque el arco del personaje sigue líneas paralelas a ciertas experiencias del actor, Tappan aclara que su vida es muy distinta. “William y yo llevamos vidas diferentes. Él toma decisiones que yo no tomaría. Yo tengo una familia estable, una carrera distinta y otras prioridades. Pero en lo emocional, sí nos parecemos más de lo que me gustaría admitir”, comentó en charla con El País Cali.
Esa dualidad entre lo real y lo ficcional es, precisamente, uno de los ganchos de la serie. “No me interesa contar mi vida como una biografía, sino contar una historia que tenga corazón y verdad, aunque sea en clave de comedia”, explicó.
La comedia como catarsis
Para Christian, uno de los mayores aciertos de la serie es haber logrado un tono que combina lo irreverente con lo honesto. “Me gusta que el personaje se equivoque, que caiga mal a veces, que tenga contradicciones. Porque así somos los seres humanos. No hay moraleja, no hay lección de vida, solo hay alguien intentando entenderse”.
Y aunque no lo dice con todas las letras, el proceso de Primate parece haberlo transformado. “Después de hacer esta serie me entiendo mejor. Aprendí a reírme más de mis miedos. Y creo que si uno logra eso, ya va ganando”.
Un espejo para muchos
La acogida de Primate ha sido positiva, especialmente entre espectadores que atraviesan etapas similares. Muchos hombres mayores de 40 se han sentido identificados con la historia de William Days, y ese era uno de los propósitos de Tappan: hablar de una etapa poco representada en televisión, con humor, franqueza y sin pretensiones.
“La crisis de los 40 es real, y no se trata solo de ponerse botox o comprarse una moto. Se trata de un vacío existencial que, si no lo miras de frente, te traga”, confesó.
En tiempos donde la vulnerabilidad masculina sigue siendo un tema tabú, Primate ofrece una mirada desenfadada pero profunda sobre lo que significa ser hombre, envejecer, y seguir siendo relevante, tanto en el trabajo como en la vida personal.
