En el más reciente episodio del Desafío Siglo XXI, emitido el martes 29 de julio, se vivió una de las jornadas más tensas para el equipo Gamma. El protagonista del episodio fue el atleta Anthony Zambrano, quien planteó una estrategia tan polémica como inesperada: perder la prueba a propósito para evitar el riesgo de sanciones por parte del equipo rival, Omega. Además, cuestionó el liderazgo de Abrahan y le aconsejó ceder la capitanía a otro de sus compañeros de equipo.
La propuesta surgió durante una conversación táctica en la que Zambrano, medallista olímpico y uno de los competidores más experimentados, explicó su razonamiento. Según él, si Gamma se dejaba ganar, permitirían que Omega enfrentara las consecuencias del castigo asignado al equipo perdedor, lo que les daría una ventaja sin exponerse físicamente ni emocionalmente.
“Si nosotros ganamos, nos toca tomar decisiones difíciles. Mejor que Omega gane y se quemen ellos”, fue una de las frases más recordadas del episodio.
Sin embargo, la reacción de sus compañeros no fue tan entusiasta como él esperaba. Rosa fue una de las primeras en rechazar abiertamente la propuesta, argumentando que ir en contra del espíritu competitivo del juego no solo era antideportivo, sino también una falta de respeto hacia el equipo y la audiencia.
¿Qué pasó entre Zambrano y Abrahan?
Uno de los momentos más tensos de la noche ocurrió cuando Abrahan Flórez, otro de los integrantes de Gamma, confrontó a Zambrano por su plan. Aunque el intercambio no llegó al nivel de una pelea directa, sí dejó en evidencia un fuerte desacuerdo. Para Abrahan, aceptar perder deliberadamente iba contra la esencia del Desafío y comprometía los valores del equipo. Junto a Eleazar, expresó su incomodidad con lo que consideraron una forma de “lavarse las manos” en un juego que exige entrega total.
Además, Zambrano cuestionó públicamente el lierazgo de Abrahan. “El consejo que te mandamos como equipo es que si quieres ser inteligente y que tu equipo siga surgiendo,le dejes la capitanía a Gero, porque es más inteligente que tú en muchas cosas”, fueron las palabras de Zambrano luego de entregarle el chaleco.
A pesar del debate, Zambrano mantuvo su posición e incluso propuso un “plan B”: permitir que Omega ganara sin resistencia para evitar enfrentamientos internos. Esto derivó en una inesperada alianza táctica entre los dos equipos, quienes —al final— acordaron que ninguno portaría chalecos de castigo en la siguiente etapa.
La jugada, aunque efectiva, dejó a muchos televidentes divididos. Mientras algunos reconocieron la frialdad estratégica del movimiento, otros lo criticaron duramente en redes sociales por considerarlo una traición a los valores tradicionales del juego.
Con esta decisión, el equipo Gamma no solo evita sanciones inmediatas, sino que también redefine su lugar en la competencia: ya no como el equipo más fuerte físicamente, sino como el más calculador.
Esta situación podría tener consecuencias futuras dentro del reality. Las alianzas, las lealtades y la percepción del público podrían cambiar drásticamente tras este giro. Lo que es seguro es que el liderazgo de Zambrano dentro del equipo ha quedado en entredicho, especialmente para compañeros como Abrahan, quien dejó claro que para él, competir significa darlo todo en cada prueba.

