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‘La mujer de la fila’: historia real, elenco y más del nuevo drama de Netflix

La producción argentina, que llegó a la plataforma el pasado 31 de octubre, ha causado sensación entre los espectadores.

Por Redacción Vea
08 de noviembre de 2025
Natalia Oreiro en 'La mujer de la fila'.
Fotografía por: Netflix

Desde que llegó a Netflix el pasado 31 de octubre, La mujer de la fila se convirtió en una de las producciones argentinas más comentadas del momento. El drama, dirigido por Benjamín Ávila y protagonizado por Natalia Oreiro, escaló rápidamente al top de contenidos más vistos en varios países de habla hispana, impulsado por el boca a boca y por la contundencia de su premisa: una madre que se enfrenta a un sistema judicial impenetrable para defender a su hijo.

El detalle que ha sorprendido a muchos espectadores es que la película no nació de una ficción original. Detrás de la historia que se ve en pantalla existe un caso real que marcó a la activista argentina Andrea Casamento, cuya experiencia con la burocracia y la violencia institucional inspiró el relato. Y aunque la versión cinematográfica toma licencias, su fuerza emocional proviene justamente de ese origen en la vida cotidiana, donde miles de familias viven situaciones similares.

La historia real que inspiró ‘La mujer de la fila’

Andrea Casamento nunca imaginó que un trámite rutinario se convertiría en una lucha de años. Su vida dio un giro abrupto en 2004, cuando su hijo de 18 años fue detenido en el barrio porteño de Palermo tras una acusación menor que derivó en su ingreso al sistema penitenciario. Esa experiencia, que ella ha relatado públicamente, la enfrentó por primera vez a la desigualdad que atraviesa a las familias de personas privadas de la libertad y a un aparato judicial que, según cuenta, parecía más preocupado por evitar el escándalo mediático que por revisar el caso de un joven sin antecedentes.

En una entrevista con el diario La Voz, Casamento describió así aquel momento: “Era un momento difícil hace 20 años, justo unos días antes era la marcha de Blumberg y yo como muchos fui a pedir seguridad, pero tres días después confunden a mi hijo con alguien que se había robado cuatro empanadas y lo meten preso. Yo voy al juzgado y le digo: ‘Mire, no tiene antecedentes, recién cumplía 18 años’, pero el juez me dijo: ‘Señora, yo no quiero salir en los diarios’; por lo que mi hijo fue preso 6 meses”. Esa respuesta, explica, fue el punto de partida de un proceso que la llevó a visitar durante meses el penal donde estaba recluido el joven.

En esas filas interminables, que las familias debían hacer para ingresar al complejo penitenciario, Andrea descubrió que su historia no era excepcional. Allí conoció a otras madres que atravesaban situaciones igual de dolorosas y que, como ella, intentaban sostenerse entre sí. Ese encuentro se transformó en una red de apoyo y más adelante en una organización formal: la Asociación Civil de Familiares de Detenidos (ACiFaD), creada para acompañar a quienes lidian a diario con el sistema carcelario argentino.

Con el tiempo, ese recorrido personal se convirtió en testimonio, activismo y finalmente en cine. Casamento lo resumió así ante La Voz: “Nosotras armamos una asociación civil de mujeres familiares hace 20 años y fue charlado, conversado con cada una. Muchas de las mujeres que trabajan de mujeres de la fila en la película son de verdad mujeres de la fila. Natalia Oreiro, de veras, esa soy yo. El miedo, la angustia, la esperanza, todo eso que se ve (…) eso me pasó a mí”.

Hoy, Andrea continúa compartiendo su historia para visibilizar la realidad penitenciaria y la carga que recae sobre las familias, un trabajo que la película retoma desde la ficción para llevarlo a millones de espectadores.

Elenco de ‘La mujer de la fila’

La columna vertebral del drama recae en Natalia Oreiro, quien interpreta a Andrea Casamento. Su personaje es el eje emocional de la historia: una mujer de clase media que ve cómo su día a día se desmorona cuando su hijo termina preso por un delito que no cometió. Oreiro, figura histórica de la televisión y el cine rioplatense, encuentra aquí uno de sus papeles más sobrios, construido desde la fragilidad, la rabia y el aprendizaje colectivo dentro de la fila de visitas.

En ese mismo espacio aparece ‘La Veintidós’, interpretada por la chilena Amparo Noguera. Marta, como realmente se llama el personaje, es la primera mano amiga que Andrea encuentra en el penal. Con la naturalidad de quien ya sobrevivió al sistema, se convierte en guía y sostén emocional. Noguera, con una carrera sólida en teatro y en series como Baby Bandito, aporta una madurez que se vuelve esencial en la dinámica del grupo.

Otro vínculo clave es el que surge entre Andrea y Alejo, un interno interpretado por Alberto Ammann. El actor argentino-español, conocido por Celda 211 y Narcos, encarna a un hombre que, desde dentro de la cárcel, ayuda a la protagonista a descifrar las reglas informales que gobiernan ese universo. Su presencia introduce un matiz íntimo y humano dentro de un entorno hostil.

La historia también gira alrededor de Gustavo, el hijo que desencadena todo. Federico Heinrich, actor y cantante surgido de La Voz Argentina, le da cuerpo a un adolescente atrapado entre la brutalidad del sistema y la desesperación de su madre por recuperarlo.

Alrededor de estos personajes centrales aparece el círculo de mujeres que sostienen a Andrea. Marcela Acuña, histórica figura del boxeo argentino, interpreta a Coca, una referente solidaria dentro de la red de familiares. Lide Uranga encarna a Alicia, sensible y siempre dispuesta a tender la mano. Mora Recalde, como Clara, aporta alivio, espontaneidad y un toque de humor incómodo que aligera algunas escenas sin desdibujar la crudeza del contexto.

El elenco se completa con Iride Mockert (Guadalupe), Natalia Santiago (Marisa), Luis Campos (Emilio), Jade Ramírez, Verónika Silva y Noah Ruiz Díaz, además del propio director Benjamín Ávila, quien aparece en pantalla como Santillán.

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