El más reciente episodio de MasterChef Celebrity dejó una de las escenas más emotivas de la temporada, protagonizada por Patricia Grisales. La actriz, reconocida por su trayectoria artística, no pudo contener las lágrimas durante una prueba de eliminación que puso a prueba su creatividad y resistencia emocional.
¿Qué le pasó a Patricia Grisales?
El reto consistía en preparar un plato que incluyera mantequilla clarificada, sabor a ajo y un toque de cocina asiática. Aunque los ingredientes no parecían representar una gran dificultad para algunos de sus compañeros, Grisales confesó sentirse bloqueada desde el inicio. “No sé qué hacer, me siento perdida”, comentó con evidente angustia en medio de la cocina.
Al llegar el momento de presentar su preparación ante los jurados, la tensión acumulada estalló en lágrimas. Patricia no logró contener la frustración y, entre sollozos, abandonó el set en busca de calma en el lounge. Allí fue consolada por varios de sus compañeros, en especial por la actriz Alejandra Ávila, quien la abrazó y le ofreció palabras de apoyo. La escena conmovió a la audiencia y se volvió rápidamente viral en redes sociales, donde muchos resaltaron la vulnerabilidad y la humanidad de la participante.
Este no ha sido el único momento difícil para Grisales dentro del concurso. Días atrás, durante una prueba de salvación, sufrió una fuerte caída que le afectó la rodilla y el tobillo. Aunque los médicos la atendieron de inmediato, ella decidió continuar en la competencia. Con el humor que la caracteriza, incluso bautizó su plato de aquella jornada con un irónico nombre: “De rodillas te pido”.
Su fortaleza, sin embargo, ha sido puesta a prueba en varias ocasiones. La exigencia de la cocina, la presión del cronómetro y la mirada atenta de los chefs han evidenciado tanto el lado competitivo como la fragilidad emocional de los participantes. En el caso de Grisales, su autenticidad ha despertado la empatía del público, que la ha respaldado con mensajes de apoyo.
En esta etapa del concurso, la actriz se enfrenta no solo al reto culinario, sino también a superar sus propios límites físicos y emocionales. Su llanto en la cocina se convirtió en uno de los momentos más comentados del programa y, sin duda, en un recordatorio de que detrás de cada preparación hay historias humanas de esfuerzo y vulnerabilidad.

