A los 62 años, Tom Cruise, o Thomas Cruise Mapother, como reza en su acta de nacimiento, disfruta, de nuevo, de la gloria, y los millones de dólares en taquilla, gracias a ‘Misión Imposible: Sentencia Final´, la octava película de la saga, en la que, una vez más Ethan Hunt hace gala de sus dotes actorales y también de su osadía la hora de filmar escenas de riesgo.

Tom Cruise, protagonista de 'Misión Imposible: Sentencia Final', ama el riesgo y no le importa que su integridad física se vea afectada por sus acrobacias ante las cámaras.
Con el control total de cada detalle que tenga que ver con sus filmes, Tom Cruise se ha ganado la fama de ser un artista extremo, que se enfrenta a todas sus escenas de riesgo. A él no le interesa tener dobles, pues la adrenalina es lo suyo. Prueba de ello son las escenas para contener el aliento: cuando escaló, sin arnés, el Burj Khalifa en ‘Misión Imposible: Protocolo Fantasma’, aguantó la respiración durante más de seis minutos para filmar una escena bajo en agua en ‘Misión Imposible: Nación Secreta’ o cuando, en ‘Misión Imposible III’, saltó del puente de la Bahía de Chesapeake, acción en la que resultó con dos costillas fracturadas.
Tom Cruise: trabajar con él es llegar al límite
Precisamente, esa condición temeraria de Tom Cruise, que no parece tenerle miedo a la muerte y que ama el riesgo, hace que varios expertos que han tenido que ver con sus filmaciones, le tengan más que respeto. Uno de ellos es Graham Kelly, quien ha trabajado con el actor, director y productor nacido en Nueva York, dio su punto de vista a GQ. “Tom lo lleva al límite, de verdad al límite. Eso me aterra. He hecho varias de Misión Imposible con él y es la experiencia más estresante para alguien como yo, que construye vehículos y escenas de acción con él”. Una opinión parecida tiene Joseph Kosinski, quien lo dirigió en ‘Oblivion’, en el 2013 y doce años después en ‘Top Gun: Maverick’. El director de ‘F1’, filme estelarizado por Brad Pitt, Damson Idris y Kerry Condon, no duda en alabar sus virtudes, pero concuerda en su pasión por el riesgo: “Tom siempre se empuja al límite, pero al mismo tiempo es muy capaz y tiene habilidades”.

