Mientras el pasado mes de mayo los británicos vivieron tres días de festejos en honor al nuevo rey Carlos III y su esposa, la reina Camila, muchos de los seguidores de la princesa Diana de Gales siguen rechazando el reinado de la pareja, que consideran no debió coronarse, por ser responsable de la infelicidad de la famosa reina de corazones, Diana de Gales, la madre de los príncipes William y Harry.
El día de la coronación, el pasado sábado 6 de mayo, incluso el término Lady Di se volvió tendencia y en redes sociales muchos cibernautas se refirieron que la verdadera reina era “Diana por siempre”. En las calles de Londres, así como hubo alegría por la proclamación del nuevo rey, también hubo personas en grupo que rechazaron la entronización del monarca por considerarlo indigno. Recordemos que Carlos y Diana rompieron su matrimonio luego de una grave crisis que incluyó una sonada infidelidad, de parte de él y la estocada final la dio una entrevista reveladora, que se vio en todo el mundo, donde Diana indicó que en su matrimonio había tres personas y la tercera era la hoy reina Camila, quien estaba casada y ya tenía hijos.
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Así se vería la princesa Diana de Gales hoy
Volviendo a la nostalgia de Diana de Gales en sus admiradores, uno de los ejercicios que le ha dado la vuelta al mundo, en tiempos de coronación de Carlos, es la imagen de cómo luciría hoy Lady Di, a sus 61 años. De estar viva, cumpliría en agosto los 62.

Así se vería Diana de Gales si estuviera viva según IA
Según la Inteligencia Artificial, tan de moda por estos días, esta sería la imagen de Diana si no hubiera fallecido en el accidente en agosto del 1997 cuando el carro en el que se desplazaba chocó en el famoso túnel del Alma, en Paris, Francia.
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GPT, el chat más popular de Inteligencia Artificial, ha indicado, según algunos medios que lo han reproducido que si Diana estuviera viva hubiera asistido a la coronación y lo hubiera hecho con un vestido de alta costura. En la realidad, su nuera Kate, esposa de William, futuro rey, llevó a la entronización con un vestido de Alexander McQueen en crepé de seda color marfil de rosas, cardos, narcisos y tréboles, y complementó su outfit con pendientes de perlas y diamantes que pertenecieron a Diana, en lo que fue un claro homenaje a su fallecida suegra.