Mientras el mundo y los medios están encantados con las travesuras del futuro rey de Inglaterra los asesores reales están pensando en cómo frenar ciertas conductas. Nos referimos a las muecas, carcajadas y en general, a los comportamientos usuales de un pequeño de su edad. Sin embargo no se puede olvidar que George, quien acaba de cumplir 11 años, es el primogénito del príncipe William y su esposa Kate Middleton.
Aunque sus padres siempre han procurado que tanto él, como sus hermanos menores Charlotte y Louis, tengan infancias lo más normales posibles, es imposible no recordar que los tres hacen parte de la monarquía más famosa del mundo y una de las más exigentes en cuanto a reglas de comportamientos, etiquetas y conductas restrictivas.
La casa real inglesa tiene normas muy estrictas que siguen enseñándose a sus miembros, de hecho, cuando uno de ellos no se acoge es disciplinado en secreto, generalmente esto corresponde a un llamado de atención fuerte.
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Las muecas del príncipe George que divierten al mundo y preocupan a los consejeros
Fue en la Eurocopa, durante la final de este torneo, en el estadio de Berlín, donde se vio al príncipe William con su hijo mayor, y segundo en la sucesión a la corona. Allí se mostró muy expresivo, feliz e incluso sus ademanes y muecas llamaron la atención y ocuparon titulares, no obstante los expertos en realeza y asesores de la corona siempre privilegian y prefieren comportamientos más serios y discretos.
Los medios londinenses han dicho que la efusividad y gesticulación de George durante la final del juego entre España e Inglaterra, aunque reflejaron una conexión emocional profunda con el juego y con su padre, no es la ideal entre un niño que algún día será rey de Gran Bretaña.
Desde ahora, han indicado los medios, los asesores están pensando en cómo neutralizar un poco la efusividad del futuro monarca, pues en otras oportunidades su espontaneidad lo ha llevado a romper los protocolos o normas reales.
Estas conducta ya se ha visto en varias ocasiones donde participa en actos reales, pues hace gestos y muecas inapropiados para el momento.
Otros solo creen que el pequeño ha heredado de su padre ciertos comportamientos que tuvo cuando era más joven.
Estos consejeros más laxos recuerdan que William tuvo una notable etapa rebelde, peor fue cuestión de tiempo y madurez que lograra entrar en las reglas de la casa real
Los más considerados han aconsejado no presionar al pequeño teniendo en cuenta que su madre recién ha vuelto a la vida pública, tras un fuerte tratamiento contra el cáncer, situación que definitivamente no debe ser fácil de asumir.

