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En muchos carros, un tablero de instrumentos electrónicos le da información del vehículo: la velocidad, las revoluciones, cuánto combustible le queda, entre otros. Pero también le avisa cuando un sistema está fallando, un bombillo que se fundió o una llanta que está baja de aire. Ahora imagínese que todo en su casa, su ciudad y, por qué no, el mundo, fuera así; que hubiera una cantidad inimaginable de sensores desplegados por todas partes, que le entreguen información para que sea analizada y le permita la toma de decisiones en tiempo real.
Pero para que toda esa información pueda circular, se necesitan “autopistas”, es decir, espectro radioeléctrico, el campo por el que viajan, entre otros, los servicios de internet, radio, televisión y telefonía. Por eso, la Agencia Nacional del Espectro (ANE), la entidad encargada de vigilar y administrar el espectro en el país, está estudiando 50 GHz de espectro radioeléctrico, en cerca de 40 bandas diferentes, para que en aproximadamente tres años el internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) en Colombia empiece a ser una realidad.
En ese campo hoy se encuentran usuarios de espectro, prestadores de servicios de telecomunicaciones y hasta las Fuerzas Militares, que tendrían que migrar a otras bandas para que la autopista quede limpia y se pueda empezar a destinar para IoT. De acuerdo con la ANE, en los próximos meses se terminará de afinar los estudios en esas bandas, para que el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Mintic) dé el visto bueno en el primer trimestre de 2015. Esos 50 GHz son cerca de 120 veces el espectro que se ha subastado en los últimos años para telecomunicaciones móviles.
La idea es que este sea un medio para comunicarse gratuito, “un ancho de banda que sería destinado para atender las necesidades de tráfico de datos que se avecinan con la llegada del internet de las cosas”, según la ANE. Por eso no se habla de subastas, como en casos anteriores. La información que emitan los dispositivos que la industria ya está empezando a producir, como electrodomésticos que se interconectan, podría viajar sin costo a través del espectro.
Si esa información, la que se transmite de máquina a máquina en su casa, su empresa o su ciudad, debe salir a internet, para ser analizada por alguien más, el usuario asumiría el costo con un operador —que podría ser cualquiera que tenga una idea de negocio con IoT—. Este operador, a su vez, no pagaría por hacer uso del espectro para IoT, con lo que se espera bajen los precios finales al consumidor por los servicios.
El IoT, calcula la firma McKinsey, significa US$6,2 billones en oportunidades de negocio en el mundo a 2025. “El cambio de paradigma es la posibilidad que cualquier persona, a unos costos accesibles y masivos, va a tener, a través de sensores, el control directo de todo lo que hay en su hogar y su vida”, explicó Óscar León Suárez, director de la ANE. “Las frecuencias del espectro son la materia prima de la industria de las TIC”, recordó el ministro TIC, Diego Molano, durante el 4° Congreso Internacional del Espectro.
Durante el foro mundial de IoT, John Chambers, CEO de Cisco, dijo a El Espectador que países como Colombia, en donde todavía hay cerca de un 2% de población sin acceso a energía eléctrica, no pueden quedarse atrás en IoT. “El acceso a internet se está volviendo tan básico como el acceso a agua, comida y techo”.
Pero Jayme Faria, consultor TIC de Frost & Sullivan para Latinoamérica, le dijo a este diario que el IoT está todavía “lejos de ser una realidad en la región”. Los gigantes de la industria, como Cisco, IBM e Intel, están empezando a trabajar en modelos de referencia que permitan que los dispositivos se produzcan y realmente “hablen entre sí”. Dice Faria que, como con los celulares, la curva de precios hará que, en últimas, los aparatos sean asequibles para todo el mundo.
mmedina@elespectador.com
@alejandra_mdn