Publicidad

Audrey Tang: el humor es más viral que el rumor

Actuar solos no es la mejor manera de cambiar una sociedad: el trabajo colectivo debería primar en una sociedad que busca el progreso en todos los aspectos.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Nicolás Marín
20 de diciembre de 2020 - 02:00 a. m.
Audrey Tang: el humor es más viral que el rumor
Foto: William Botía Suárez
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Resulta curioso pensar que desde antes de que el mundo se enterara de la pandemia, Taiwán ya realizaba exámenes especializados a cualquier persona que llegara desde Wuhan (China), lugar en donde se originó el COVID-19.

En esta isla vecina de China nunca aplicaron cuarentenas, cerraron los colegios ni promovieron el teletrabajo. El éxito de sus buenos resultados fue gracias a Audrey Tang, ministra digital desde 2016, quien con un equipo de hackers no solo detectó que un virus podría saltar las fronteras de China y afectar a su ciudadanía, sino que propuso un sofisticado sistema de rastreo de los contagios con las nuevas tecnologías. Gracias a su trabajo, que mezcla lo digital con la cultura y la democracia, Taiwán es uno de los pocos gobiernos en los que la población confía plenamente.

“Atrapado entre la placa euroasiática, por un lado, y la placa del mar de Filipinas, por el otro, el pico de Taiwán, la montaña más alta del país crece dos centímetros cada año hacia el cielo”, señala a modo de metáfora sobre los problemas que trae estar entre la presión política de China y Estados Unidos.

Ya lo había explicado en un diálogo con el historiador Yuval Noah Harari: “Taiwán mira más allá de las falsas dicotomías y las ve más bien como dimensiones diferentes que se pueden desarrollar en ambos sentidos y alcanzar un plano superior de existencia, por así decirlo. Ese es también el futuro de la humanidad. Nos beneficiamos de la pluralidad de civilizaciones”.

Se refiere a su visión de la geopolítica actual y su forma de interpretar los procesos democráticos y fortalecerlos a través del uso ético de la tecnología, luchar efectivamente contra el monstruo de la desinformación y disminuir la brecha entre las instituciones y la ciudadanía.

Para ella el humor pesa sobre el rumor. “La alegría tiene un valor R0 (viralidad) más alto que la indignación; la transparencia radical y la responsabilidad participativa también ayudan a generar confianza”, asegura.

En un mundo plagado de noticias falsas y retos digitales para evitar caer en discursos de odio, la responsabilidad de las redes sociales es cada vez mayor. La ministra digital sostiene que, a diferencia de lo que muchos piensan, hay esperanza en el internet.

“Cuando las redes sociales canalizan la indignación hacia la venganza y la discriminación, lo llamo medios antisociales. Cuando se canaliza para evitar que suceda una injusticia futura, lo llamo medios prosociales”. ¿Y los derechos digitales?

“Tenemos una simple heurística: no recopilemos datos que no estábamos recopilando antes de la pandemia”.

Una de las primeras víctimas de la pandemia este año fue la confianza entre gobiernos y ciudadanía. “Mi principal sugerencia es comenzar con una comunidad pequeña y diseñar espacios para que la gente participe”, Y dibuja un plan que puede ser aplicado a Colombia: “Las inversiones en emprendimiento social, que proporcionan ingresos legales para los cultivadores, así como educación accesible, pueden ayudar”.

Tang, quien comenzó a programar a los ocho años, a los quince creó su propia compañía y a los 35 se convirtió en la ministra más joven en la historia del país, hoy es un referente mundial: genio, hacker y transgénero que abraza con orgullo su historia, sus ideas y su género.

“Ser transgénero hace que sea más fácil sentir empatía por las personas. No siento que la mitad de la población sea diferente a mí, soy parte de la comunidad Homo sapiens”. Y está segura de que la estigmatización, precarización y violencia contra la comunidad se pueden abordar. “Los modelos positivos a seguir pueden ayudar. Durante la democratización de Taiwán, el papel de la mujer en la sociedad civil ha sido fundamental, promovido por destacados defensores como Annette Lu (vicepresidenta 2000-2008)”.

“Tuvimos nuestro primer desfile del orgullo transgénero este noviembre. Tener una república transcultural de ciudadanos significa que cualquier persona puede aportar una interpretación diferente cuando se trata de género, en lugar de sentir que su destino está determinado de alguna manera por su biología”.

La ministra tiene una visión muy particular del sistema social, político, cultural y económico de lo que debería existir en una sociedad. Rechaza los procesos que nos llevan a actuar y pensar solos. Sus respuestas son siempre positivas, empáticas y esperanzadoras en un año atípico y desastroso en muchos sentidos. Le apuesta al trabajo colectivo, colaborativo y a la experiencia del ser humano. Singularidad no, pluralidad sí.

* Referente mundial en resolución de problemas con base en datos abiertos y hacking. Ministra digital de Taiwán.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.