“Call of Duty: Black Ops 4”, el corolario de toda una saga

En octubre, Activision lanzó Black Ops 4 al mercado. Esta última entrega, más que una continuidad, es el corolario de años de desarrollo. En distintos aspectos, los jugadores pueden ver algo de la primera, de la segunda y de la tercera entrega. Black Ops 4 es fusión, explosión e innovación.

Tomás Vargas y Juliana Vargas / @jvargasleal
05 de noviembre de 2018 - 12:03 a. m.
Call of Duty - Activision
Call of Duty - Activision

La cuarta entrega de la saga de videojuegos Black Ops, desarrollada por Activision, puede ser visto como un proyecto ambicioso y lleno de riesgos, con el fin de ofrecer una experiencia diferente al resto de la saga. Black Ops 4 trae grandes cambios en cada uno de los modos de juego clásicos, además de la introducción del modo blackout, un battle royale al estilo de Call of Duty. Es un juego que le apuesta tanto a la innovación, que es necesario desglosar.

Primero, con la llegada de PUBG y Fortnite, el estilo de juego battle royale ha tomado mucha fuerza en la industria y distintas compañías han intentado adoptarlo en sus diferentes entregas. Activision no es la excepción. Blackout es la respuesta de esta empresa ante este boom y, aunque en el momento de su anuncio los fans tenían una gran cantidad de dudas, Black Ops 4 ofrece un battle royale creativo y veloz.

Al empezar a jugar blackout, el jugador se encontrará con un mapa conformado por viejos mapas de la serie, ya sean del multijugador o del modo zombies. Entre estos mapas tenemos Nuketown, Array, Verrückt, entre otros. Además, si el jugador sube lo suficiente de nivel, también podrá jugar como alguno de los personajes icónicos de la serie Black Ops, entre ellos Woods, Richtofen y Mason. Asimismo, el jugador tiene la posibilidad de jugar con su propio personaje personalizado. En este caso, podemos ver la influencia de Fortnite, ya que el jugador puede personalizar el aspecto de este y conseguir los llamados “emotes”.

Blackout trajo consigo la estrategia de combate que tanto le hacía falta a la serie. Call Of Duty siempre se ha caracterizado por sus combates cercanos, donde prevalece el contendiente que tenga mejores reflejos y experiencia en el juego. Con blackout, el jugador se va a encontrar un modo de juego donde la estrategia es vital y los combates son rápidos y exigentes. Sumado a esto, el jugador tiene la posibilidad de usar diferentes equipos que le pueden ayudar a ganar la partida, como carros de reconocimiento o sensores de movimiento. Estas diferentes ayudas definen el estilo de juego, por lo tanto, no existe solo una manera de prevalecer en este nuevo modo.

El que trae menos cambios es el multijugador. En esencia la experiencia es la misma, combates rápidos y cercanos. Empecemos por los puntos fuertes. Primero, el jugador podrá escoger un “especialista”, que está equipado de forma que se adapta a cierto estilo de juego. Esto provoca que las partidas cuenten con jugadores distintos, cada uno cómodo con su estilo. Además, usados de forma correcta, los diferentes especialistas pueden trabajar en equipo, aspecto que antes no era muy característico en los combates de Call Of Duty. El sistema de progresión de armas está hecho de forma tal que los jugadores primerizos tengan la posibilidad de acceder a armas que puedan dar pelea a las mejores del juego, creando balance en los combates entre jugadores con grandes brechas de rango. Es por esto que el multijugador de esta entrega cuenta con más trabajo en equipo y es mucho más equilibrado en los combates.

Sin embargo, el multijugador aún cuenta con importantes defectos, sobre todo en el diseño de los mapas. Call Of Duty siempre se ha caracterizado por ofrecer mapas cerrados, donde las reapariciones de los jugadores son dinámicas para no afectar la velocidad del juego. Sin embargo, los mapas de esta entrega no están exentos de los fallos de siempre y el parecido con entregas anteriores. Aunque cambien la arquitectura y los nombres, el diseño no cambia mucho y no se sienten grandes innovaciones. Adicionalmente, los mapas son tan cerrados que las diversas reapariciones ocurren cerca del enemigo y no hay opción de evitar que esto suceda, lo que, en el peor de los casos, puede culminar en un equipo acorralado en la base en la que reaparece.

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Finalmente nos encontramos con el modo zombies, que, en su aniversario número diez, trae un sinfín de opciones de personalización. Por primera vez en la saga, el jugador tiene la posibilidad de alterar aspectos del juego como la velocidad de los zombies, quitar la caja misteriosa, entre otros. Asimismo, el jugador contará con tres mapas gratis: “Voyage of Despair”, “IX” y “Blood of the Dead”. “Voyage of the Dead” es un mapa ambientado en el Titanic, donde el jugador deberá saber enfrentarse a los zombies en estrechos corredores. “IX” es un mapa ambientado en un coliseo, en el que el jugador es el sacrificio. Aunque la idea de por sí suena bien, el mapa es demasiado extraño y, lamentablemente, el diseño no es el mejor. Finalmente, “Blood of the Dead” está basado en “Alcatraz” de Black Ops 3, uno de los mejores mapas de esa entrega. Este modo de juego ahora trae más opciones que nunca y el usuario puede jugar a su gusto.

Black Ops 4 en general es un gran juego, en el que los arriesgados cambios se llevaron a cabo de manera correcta. Los fans de la serie se encontrarán con un juego completamente diferente a los demás. Call Of Duty aún debe mejorar en aspectos que han sufrido desde hace un buen tiempo, sobre todo en cuanto a las gráficas y aspectos que reciclan de entregas anteriores. Pero, en definitiva, Black Ops 4 es un proyecto ambicioso, con grandes cambios en sus modos de juego y con el potencial de mejorar mucho más con futuras actualizaciones.

Por Tomás Vargas y Juliana Vargas / @jvargasleal

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