
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La aparición del nuevo sistema de generación de imágenes de ChatGPT causó revuelo en las redes sociales. Se trata de la conversión de fotografías en ilustraciones al estilo del Studio Ghibli y otras formas animadas.
La facilidad con la que se crean es deslumbrante, pero no deja de preocupar el entrenamiento que tienen por detrás estos modelo de IA. Es importante recordar que si bien estas herramientas impulsadas con la nueva tecnología buscan mejorar nuestra calidad de vida, también han despertado preocupaciones sobre la privacidad y la gestión de datos personales.
Cada vez que un usuario sube una foto a una plataforma impulsada por IA, está proporcionando información valiosa que puede ser almacenada, procesada e incluso con fines de entrenamiento de modelos.
Le recomendamos leer: OpenAI está cerca de obtener US$40.000 millones: ¿quién es el inversionista?
OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, establece en su Política de Privacidad cómo maneja los datos personales de los usuarios que interactúan con sus servicios. Según esta política, la compañía recopila datos que incluyen nombre, información de contacto, historial de operaciones y el contenido que los usuarios suben a sus plataformas. Esto no solo abarca textos o mensajes escritos, sino también imágenes y otros archivos cargados para ser procesados por la inteligencia artificial.
El tratamiento de estos datos está regulado por normativas como las de la Unión Europea, el Reino Unido y Suiza, con el objetivo de garantizar la privacidad de los usuarios. Sin embargo, un aspecto clave es que al subir una imagen, los usuarios otorgan permiso a OpenAI para procesar esta información, lo que implica que la empresa puede usarla para mejorar sus servicios o entrenar sus modelos de inteligencia artificial.
Los riesgos de compartir fotos personales
A pesar de las políticas de privacidad implementadas por OpenAI y otras empresas de IA, compartir imágenes personales con estos sistemas conlleva riesgos que podrían llegar a ser significativos. Entre los principales peligros se encuentran:
- Exposición de metadatos ocultos: Las imágenes pueden contener metadatos, como la ubicación geográfica, la fecha y hora en que fueron tomadas, e información sobre el dispositivo utilizado. Aunque estos datos no son visibles en la imagen final, pueden ser extraídos y utilizados para fines no deseados, poniendo en riesgo la privacidad del usuario.
- Posibles brechas de seguridad: Ningún sistema es completamente seguro. Si se produce una filtración de datos, las imágenes personales y sus metadatos podrían quedar expuestos, lo que podría llevar a riesgos de suplantación de identidad, ciberacoso o robo de información sensible.
- Uso de imágenes para entrenar modelos de IA sin consentimiento explícito: OpenAI y otras empresas pueden utilizar las imágenes cargadas para mejorar sus modelos de IA, lo que significa que el contenido personal podría terminar siendo parte de bases de datos más amplias sin que los usuarios tengan control sobre su uso.
- Reutilización de imágenes para fines comerciales: Aunque OpenAI declara que protege la privacidad de los usuarios, en sus términos y condiciones se establece que los datos pueden ser utilizados para desarrollar nuevas funcionalidades. Esto abre la posibilidad de que las imágenes sean reutilizadas sin el consentimiento expreso del usuario para fines comerciales o publicitarios.
- Mayor riesgo cuando se comparten imágenes de menores de edad: Subir imágenes que contengan a niños o adolescentes es especialmente delicado. En estos casos, los padres o tutores pueden estar exponiendo involuntariamente datos sensibles que podrían ser utilizados de manera inapropiada o incluso con fines maliciosos.
Cuidados al momento usar ChatGPT
A pesar de los riesgos, es posible disfrutar de la función de creación de imágenes con IA de manera segura. Para ello, se deben tener en cuenta las políticas de privacidad y tomar ciertas precauciones antes de subir cualquier foto personal. A continuación, algunos consejos clave para minimizar los riesgos:
- Evitar imágenes sensibles: No se deben subir fotos que contengan información personal sensible, como dirección, lugar de trabajo o imágenes que incluyan datos de otras personas sin su consentimiento.
- Revisar los metadatos de las imágenes: Antes de subir una foto, es recomendable eliminar los metadatos asociados, como la ubicación o la fecha en la que fue tomada, para evitar que estos datos sean utilizados sin conocimiento del usuario.
- Entender los riesgos asociados al uso gratuito: Al utilizar herramientas de inteligencia artificial de forma gratuita, el “producto” suele ser el usuario, lo que implica que sus datos podrían ser utilizados con fines publicitarios. Si se valora la privacidad, es importante considerar si realmente vale la pena compartir fotos en plataformas gratuitas sin garantías claras sobre el uso de los datos.
- Establecer límites en la cantidad de imágenes subidas: Es recomendable limitar la cantidad de fotos que se suben a plataformas de IA y evitar compartir imágenes que pudieran revelar más de lo deseado sobre la identidad propia o la de otras personas.
👽👽👽 ¿Ya está enterado de las últimas noticias de tecnología? Lo invitamos a visitar nuestra sección en El Espectador.