'Ello', la nueva anti-red social

Aunque muchos no saben muy bien de qué se trata, ya son miles las personas que buscan desesperadamente entrar en Ello. El simple hecho de que para hacer parte de este círculo se necesite una invitación es, para los analistas, una característica que da la sensación de exclusividad y que como tal genera golpe sin precedentes al marketing.

No consiste en pagar por una suscripción o por la apertura de una cuenta, pero tampoco puede ingresar todo el que lo desee. Entrar a formar parte de este “selecto grupo” requiere dirigirse a la página web oficial y enviar una solicitud de aceptación. La otra forma de hacerlo es que alguien que ya haga parte de la red, invite a quien pueda estar interesado.

En una página en blanco y negro, muy simple y poco atractiva se encuentra lo que sus creadores denominan el “manifiesto”, una pequeña carta en la que se expresa la filosofía y razón de ser de lo que puede considerarse un anti-red social. Dicen que la publicidad es la dueña de las tradicionales redes sociales y que ello va en contra de la libertad y privacidad a la que tienen derecho los seres humanos. “Cualquier comentario, enlace compartido y red de amigos, es grabado, rastreado y convertido en información. Tú eres el producto comprado y vendido”, señalan.

La indignación con las formas de mercados virtuales llevó a tres diseñadores y artistas a arriesgarse a crear un espacio que para ellos es simple y transparente. “Creemos que las redes sociales son una herramienta de empoderamiento y no de engaño, coerción y manipulación”, aclara el manifiesto. En un principio funcionó como una red social privada, pero la creciente curiosidad de las personas y su interés por convertirse en usuarios, incentivó la apertura de la red a un público más amplio.

La privacidad, es el sello de su venta. Según los creadores, la información que se obtienen de los usuarios como la ubicación, los sitios web más frecuentados, el idioma y el tiempo que la persona dedica a la red, se utiliza únicamente con el fin de mejorar los servicios Y no para entregarla a quienes venden información. ‘Ello’, incluso, respeta que haya personas que no quieran compartir absolutamente nada sobre quiénes son y sus intereses.

Sirve como muchas otras redes para hacer comentarios, hablar con los amigos, buscar cosas de interés y seguirlas. Sin embargo sus creadores, aseguran que su punto de diferencia es que no está hecha para entrometerse en la vida privada de los demás. Entre sus condiciones de uso esta no infringir derechos de autor, no amenazar, no tener múltiples usuarios, no hacer publicaciones con contenido abusivo, no insultar por motivos de raza, religión, ideología, orientación sexual, entre otros. Según la página oficial, quienes infrinjan los parámetros establecidos serán notificados para que solucionen el problema y de no hacerlo, su cuenta será eliminada.

Aunque la página y su ideología tienen cautivados a miles de usuarios, la pregunta de los analistas es cómo logrará mantenerse vigente. Muchas de las más importantes redes sociales comenzaron sin ningún tipo de publicidad, pero con el tiempo ésta se convirtió en su sustento. Sin embargo, “sin publicidad” hace parte del lema y razón de ser de ‘ELLO’, por lo que ellos mismos reconocen que si rompen con este compromiso, perderán a la mayor parte de su comunidad.

El sustento, entonces buscarán tenerlo de los aportes voluntarios que sus usuarios decidan hacer. Además, dentro de las políticas de funcionamiento de la red se establece que ‘Ello’ lanzará determinadas características especiales para que los usuarios personalicen sus cuentas. “Si nosotros creamos una característica que al usuario le gusta, éste puede pagar una pequeña suma de dinero para tenerla en su cuenta para siempre”, se explica en la página.
 

Aunque muchos no saben muy bien de qué se trata, ya son miles las personas que buscan desesperadamente entrar en Ello. El simple hecho de que para hacer parte de este círculo se necesite una invitación es, para los analistas, una característica que da la sensación de exclusividad y que como tal genera golpe sin precedentes al marketing.

No consiste en pagar por una suscripción o por la apertura de una cuenta, pero tampoco puede ingresar todo el que lo desee. Entrar a formar parte de este “selecto grupo” requiere dirigirse a la página web oficial y enviar una solicitud de aceptación. La otra forma de hacerlo es que alguien que ya haga parte de la red, invite a quien pueda estar interesado.

En una página en blanco y negro, muy simple y poco atractiva se encuentra lo que sus creadores denominan el “manifiesto”, una pequeña carta en la que se expresa la filosofía y razón de ser de lo que puede considerarse un anti-red social. Dicen que la publicidad es la dueña de las tradicionales redes sociales y que ello va en contra de la libertad y privacidad a la que tienen derecho los seres humanos. “Cualquier comentario, enlace compartido y red de amigos, es grabado, rastreado y convertido en información. Tú eres el producto comprado y vendido”, señalan.

La indignación con las formas de mercados virtuales llevó a tres diseñadores y artistas a arriesgarse a crear un espacio que para ellos es simple y transparente. “Creemos que las redes sociales son una herramienta de empoderamiento y no de engaño, coerción y manipulación”, aclara el manifiesto. En un principio funcionó como una red social privada, pero la creciente curiosidad de las personas y su interés por convertirse en usuarios, incentivó la apertura de la red a un público más amplio.

La privacidad, es el sello de su venta. Según los creadores, la información que se obtienen de los usuarios como la ubicación, los sitios web más frecuentados, el idioma y el tiempo que la persona dedica a la red, se utiliza únicamente con el fin de mejorar los servicios Y no para entregarla a quienes venden información. ‘Ello’, incluso, respeta que haya personas que no quieran compartir absolutamente nada sobre quiénes son y sus intereses.

Sirve como muchas otras redes para hacer comentarios, hablar con los amigos, buscar cosas de interés y seguirlas. Sin embargo sus creadores, aseguran que su punto de diferencia es que no está hecha para entrometerse en la vida privada de los demás. Entre sus condiciones de uso esta no infringir derechos de autor, no amenazar, no tener múltiples usuarios, no hacer publicaciones con contenido abusivo, no insultar por motivos de raza, religión, ideología, orientación sexual, entre otros. Según la página oficial, quienes infrinjan los parámetros establecidos serán notificados para que solucionen el problema y de no hacerlo, su cuenta será eliminada.

Aunque la página y su ideología tienen cautivados a miles de usuarios, la pregunta de los analistas es cómo logrará mantenerse vigente. Muchas de las más importantes redes sociales comenzaron sin ningún tipo de publicidad, pero con el tiempo ésta se convirtió en su sustento. Sin embargo, “sin publicidad” hace parte del lema y razón de ser de ‘ELLO’, por lo que ellos mismos reconocen que si rompen con este compromiso, perderán a la mayor parte de su comunidad.

El sustento, entonces buscarán tenerlo de los aportes voluntarios que sus usuarios decidan hacer. Además, dentro de las políticas de funcionamiento de la red se establece que ‘Ello’ lanzará determinadas características especiales para que los usuarios personalicen sus cuentas. “Si nosotros creamos una característica que al usuario le gusta, éste puede pagar una pequeña suma de dinero para tenerla en su cuenta para siempre”, se explica en la página.