Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los teléfonos inteligentes y tabletas, que pueden ser una puerta abierta a la información confidencial, han llevado a crear nuevos sistemas de protección, conocidos como "hackers killers", uno de los protagonistas del Mobile World Congress (MWC), que cerró sus puertas este jueves en Barcelona.
Y es que, muchos usuarios consideran que estos dispositivos son "ajenos" al mundo de la informática y de los virus, según el analista de la empresa de programas antivirus Kaspersky Lab, Vicente Díaz.
"Estamos todavía en una época de adaptación, en donde la gente no es tan desconfiada como ante un ordenador", señaló este experto, de ahí que la captación de datos personales a través de los nuevos dispositivos pueda ser más fácil y que la industria del sector se haya movilizado para presentar nuevas soluciones de seguridad.
Uno de estos sistemas, Nume fue presentado en este congreso mundial de telefonía celular, que durante cuatro días ha congregado a los representantes del sector, en una cita que puso las bases de la redefinición de los terminales y del propio congreso, que acaba una etapa de siete años y comienza un nuevo periodo aún por definir.
El dispositivo Nume, de la firma CTS, es un hardware de encriptación, cuyo cometido es imposibilitar la interceptación de las comunicaciones procedentes de teléfonos inteligentes, tabletas y ordenadores. Físicamente, es un aparato similar a un móvil de mediano tamaño, que funciona con "bluetooth" o cable y debe estar cerca del teléfono o de la tableta cuando se usan para hablar, enviar mensajes de texto, o correos electrónicos.
En una entrevista con Efe, el director general de CTS, el ruso Anatoly Klepov, aseguró que casos de espionaje, como el sufrido por la modelo Kate Moss o el robo remoto de fotos del móvil de Scarlett Johansson, serían "imposible" con el sistema de encriptación presentado por su empresa.
También en el marco del MWC, Kaspersky Lab presentó una protección avanzada para tabletas con sistema operativo Android, tanto contra el software malicioso y fraudulento como para proteger los datos personales, en caso de robo o pérdida.
La seguridad de los dispositivos fue uno de los temas de debate en el congreso, que reunió a 67.000 visitantes de 205 países, con lo que batió un nuevo récord de participación, y tuvo un impacto económico de más de 400 millones de dólares, 33,2 millones de dólares más que en 2011.