El día del iPad 3 ha llegado. ¿O no?
Al igual que ha sucedido en otras ocasiones, el próximo evento de Apple (a realizarse el miércoles en San Francisco, Estados Unidos) ha capturado la imaginación de los usuarios y los medios de comunicación. Una cascada de rumores, supuestas filtraciones, datos de fuentes anónimas y predicciones de analistas inunda por estos días la red a la espera del lanzamiento de la manzana del deseo.
No es para menos. De la mano del iPad (el principal contendor en el mercado de las tabletas, por no decir que el dispositivo es el mercado como tal) se ha comenzado a hablar de una era post-pc, un futuro que el difunto cofundador de Apple, Steve Jobs, veía muy cercano.
El iPad ha desencadenado una rápida evolución de la computación personal que no viene en formato de computador de escritorio y, en general, que ya no encarna en la forma de un computador, bien sea portátil o de escritorio.
Claro, no es una tarea que haya logrado un solo dispositivo, sino más la confluencia de varios factores, como la generación masiva de software, en su mayoría, de bajo costo, lo que ha hecho de la venta de aplicaciones uno de los extremos más jugosos en el negocio. Tan sólo hace unos días Apple reportó que de su tienda virtual se han descargado 25 mil millones de aplicaciones.
Además del boom del software, también ha conspirado la rápida expansión de internet, algo que, a la postre, ha permitido cosas como computación en la nube: la ubicuidad de los datos, conectividad virtualmente ilimitada.
Las cifras de la firma de investigaciones Canalys, invocadas por ‘The New York Times’ dicen lo siguiente: en 2010, cuando fue introducido el primer iPad, la relación de ventas entre computadores y tabletas era de 20-1, respectivamente. Un año después esto había cambiado a 6-1.
Los números de Apple son aún más reveladores. En la última temporada navideña, las ventas del iPad le trajeron a la compañía 40% más ganancias que las de su división de computadores. O sea, un modelo vigente de la tableta contra al menos cuatro líneas distintas de computadores, cada una con sus propias variaciones.
En el mismo periodo, Apple sacó un 20% de sus ganancias sólo de las ventas de la tableta; los consumidores se hicieron con más del doble de unidades del iPad de lo que se había registrado un año antes en la misma época.
Con esos antecedentes algunos aseguran que la era que Jobs anticipó llegará incluso para finales del próximo año. Pero, más allá de estas predicciones, lo que queda claro es el por qué de la ansiedad y la anticipación por el posible lanzamiento de un nuevo iPad, bien sea llamado iPad 3 o iPad HD o iPad 2S o cualquier otra denominación.
Lo nuevo
Además de productos innovadores, Apple se ha especializado en las artes del ocultismo: esconder hasta el final cuáles son sus planes para nuevos desarrollos. Esta no es la excepción, pero a juzgar por el ruido blanco que circula en la red acerca de lo que podría, o no, tener el nuevo iPad estas son las características que más resaltan.
Primero, casi todo el mundo coincide en que la nueva tableta tendrá una pantalla, ‘Retina display’ que ofrecería cuatro veces la resolución de la versión actual. Este parecería ser un paso natural, pues el iPad se ha convertido no sólo en un dispositivo para consumir información, sino una plataforma de juegos, un uso que apreciaría una mejor visualización.
De la mano de los videojuegos vendría un nuevo procesador que podría incluir cuatro núcleos, en vez de los dos que hoy ofrece el iPad 2. Claro, los puristas del hardware aseguran que esto puede ser un desperdicio de músculo de procesamiento, además de traer más problemas en áreas como enfriamiento del chip y vida útil de la batería. Pero, por otro lado, hay modelos de tabletas corriendo Android, el sistema operativo de Google para dispositivos móviles, que ya vienen con esta mejora, entonces ¿por qué no dar el paso de una vez?
En febrero de este año, el diario ‘The Wall Street Journal’ reportó que el nuevo iPad tendría capacidades 4G, o como lo conocen algunos LTE, lo que significa que la tableta navegaría por un río más ancho y poderoso que le daría mejores velocidades de carga y descarga de contenido que cualquier estándar celular que funciona en este momento.
Paralelo al mejoramiento de la pantalla que blogs y sitios especializados dan por descontado vendría un endulzamiento de la cámara, un área en la Apple notablemente ha fallado a juzgar por lo que sus competidores hacen con teléfonos celulares y tabletas. Sin duda, este sería un aspecto enormemente apreciado por los consumidores, cada vez más ávidos de registrar su vida en modo multimedia.
Con una nueva cámara también podría venir nuevo software de edición de fotografías. Algunos han hablado de iPhoto para el iPad. Otros aseguran que la compañía tomará un paso aún más audaz y propondría, en el futuro cercano, una versión para tableta de Aperture, el software profesional de revelado de fotos de Apple.
Sea lo que sea que salga de los hornos de Apple sin duda será un lanzamiento lleno de controversia y análisis, pues no sólo se trata de la mejora de un dispositivo, sino de manipular un mercado que puede que dentro de poco se convierta en el sector dominante del rápido mundo de la tecnología.