Un reloj inteligente (Smartwatch) está dotado de funciones que van más allá de las de uno tradicional. Como su nombre lo indica (smart) son capaces de acceder a internet, hacer y recibir llamadas telefónicas, enviar y recibir correos electrónicos, SMS y notificaciones. Todo esto siempre y cuando este conectado, vía Bluetooth, a una teléfono inteligente.
Uno de sus mayores atractivos es su comodidad para hacer deporte o viajar. A pesar de ser elementos tecnológicos altamente sofisticados y delicados, algunos de sus materiales, especialmente aquellos en constante contacto con la piel, están hechos para durar en condiciones inusuales de temperatura, húmeda, altura y otros factores meteorológicos.
Los Smartwatch pueden incluir un acelerómetro, giroscopio, brújula, pulsómetro, barómetro, altímetro, geomagnetómetro, geolocalizador (GPS), altavoz, micrófono e incluso una ranura para una tarjeta de memoria externa. Además, el aparato puede recoger información de todo estos medidores y sensores para luego mostrársela al usuario en la pantalla o en el celular. Útil para quienes hacen ejercicio.
Teniendo todo esto en cuenta, ¿Cuál es la diferencia entre un Smartwatch y una Smartband? Esto es importante, pues pueden ser datos reveladores a la hora de elegir comprar uno o el otro. Mucho más sí se tiene en cuenta el tipo de actividades frecuentadas por el usuario, sus necesidades, sus gustos y por supuesto la capacidad de uso del objeto.
¿Qué diferencias hay entre un Smartwatch y una Smartband?
A diferencia de los Smartwatch, una Smartband tiene una pantalla mucho más pequeña con un diseño más ligero y discreto. Sus funciones se limitan al conteo de pasos, medición del sueño, frecuencia cardíaca, entre otros números importantes. Sin embargo, no los relaciona con ningún otro dispositivo.
Es decir, no se conecta con un smartphone y si bien puede recibir algunas notificaciones, estas casi nunca vienen de un celular. Eso sí, su batería posee una mayor duración que la de los smartwatch, pues al tener menos funciones, exigen menos esfuerzo energético. Algo que también se traduce en un precio más bajo que los Smartwatch.
La gran similitud entre ambos dispositivos es que se fabrican con materiales amigables con la piel humana. Están hechos para durar y son pensados como compañeros de actividades deportivas como correr (running), pero también para descansar, pues pueden monitorear el sueño.
¿Qué debo tener en cuenta si quiero comprar un Smartwatch o una Smartband?
Si está buscando un compañero digital para los domingos en la ciclovía, que le cuente cuantos kilómetros hace trotando o abordo de la bicicleta, la Smartband puede ser una opción. Es de esas compras que se hace una vez cada cinco años y cumple tremendamente bien su función
No obstante, si lo que quiere es un dispositivo de alta tecnología que lo acompañe a todas partes y casi que se convierta en una extensión de su teléfono inteligente, el Smartwatch tal vez pueda ser una opción mejor. Eso sí, asegúrese que este sea compatible con su teléfono, y a su vez que su celular también se pueda conectar con facilidad y sin perder funcionalidades ni herramientas al Smartwatch.
En conclusión, una decisión de compra no se reduce únicamente al precio, el diseño o la marca de un producto. Está fuertemente ligada a los gustos, los deseos y las necesidades de la persona, pues siempre se compra en función de las prioridades que tenga cada tipo de cliente.