Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Kenichiro Yoshida, 58 años, es, quizá como muchos de sus compatriotas, un hombre de voz y modales suaves. Lleva trabajando en Sony Corporation más de 30 años y esta semana asumió el mayor cargo de la empresa,como CEO de una corporación global que lleva años saliendo de una crisis, en buena parte gracias a las duras medidas implementadas por Yoshida.
El ascenso de Yoshida fue anunciado en febrero de este año, cuando el anterior CEO, Kazuo Hirai, reveló que se retiraría del cargo para ejercer las funciones de consejero delegado, una especie de asesor de altísimo nivel. Para todos los efectos prácticos, entonces, Yoshida será desde esta semana el hombre encargado de la estrategia y las grandes decisiones de Sony.
Lea también: Sony presentó la nueva versión de su perro robot
Decisiones como cortar los lazos con la división de computadores Vaio o reducir la ambición del ala que fabrica celulares; decisiones como reducir personal y sanear financieramente la compañía. Todos estos fueron movimientos ideados entre los dos ejecutivos, pero implementados por Yoshida, quien hasta hoy se desempeñaba como el encargado de finanzas de la corporación.
Su voz podrá ser suave y amable, pero el instinto de negocios de Yoshida quizá pasa por implacable, una cualidad que admiraba en su predecesor: “Siempre he estado impresionado de la capacidad de Hirai de prescindir de lo que no es esencial a la hora de lidiar con problemas”.
Y, para una corporación como Sony, lo que no sirve definitivamente no puede estorbar, más aún en una era en la que pequeñas empresas logran poner patas arriba el negocio en el que compañías llenas de burocracia y trabas globales llevan décadas trabajando.
Durante el reinado de Hirari, secundado por Yoshida, fueron recortados al menos 20.000 empleos a nivel global y varias divisiones fueron vendidas, transformadas o puestas en cintura, de acuerdo con la visión estratégica, y el balance de gastos, acordado por los dos ejecutivos.
Yoshida es un veterano de Sony, con más de 30 años de experiencia en la empresa, aunque buena parte de este tiempo lo pasó por fuera de los negocios claves de la corporación (electrónica y entretenimiento). Durante 13 años (2000-2013) trabajo en el ala de telecomunicaciones de la empresa, particularmente en So-net, proveedor de internet en Japón. En 2005, el ejecutivo llegó a dirigir esta compañía, año en el que también la llevó al mercado de acciones.
En noviembre de 2013, Hirai sacó a Yoshida de So-net y lo llevó a la dirigencia de Sony. Seis meses después lo nombró CFO (ejecutivo a cargo de las finanzas) y desde entonces los dos empresarios trabajaron juntos para sanear las arcas de compañía, así como fortalecer áreas claves de crecimiento, como PlayStation.
Apenas un mes después de llegar a esta posición, Yoshida criticó el paso lento con el que Sony intentaba transformar su negocio ante la competencia feroz de empresas de tecnología que van desde Samsung y LG hasta Microsoft.
Además de las críticas públicas, que de entrada no son una tradición en la reverenciada jerarquía de las empresas japonesas, Yoshida comenzó a publicar los resultados financieros de varias divisiones y productos dentro de éstas. La idea detrás de este movimiento era añadir presión al liderazgo de estos sectores de la compañía, pues ya no sólo eran responsables al interior de la compañía, sino también ante el público y los inversionistas.
Las acciones de Yoshida y Hirai han logrado reducir pérdidas en Sony y este año, incluso, se esperan ganancias récord gracias a la expansión de sectores claves, como el ala de videojuegos, un mundo en el que Sony compite por la supremacía ante Xbox.
En 2013, la empresa registraba pérdidas de US$6.000 millones (acumuladas en cinco años). Hoy en día, las acciones de la empresa han triplicado su valor y ésta cuenta con una caja de ahorros por US$12.000 millones.
Ahora, no todos parecen estar emocionados con la transición en Sony. Yoshida es un gerente probado, un hombre de negocios que, bueno, se acomoda al título: recorta gastos y maximiza dividendos. Esto puede funcionar muy bien con los inversionistas, quienes han visto una recuperación sostenida durante cinco años, pero no necesariamente indica que hay alguien a cargo de innovar en una de las compañías que, históricamente, ha sido sinónimo de esta palabra.
En este mes, la compañía hará una revisión integral de su visión estratégica. Sólo el tiempo dirá si Yoshida es capaz de seguir haciendo dinero, pero también revitalizando un gigante tecnológico en un mundo dominado por compañías de tecnología.