Hace unos años, FIFA, la serie de videojuegos de fútbol producida por Electronic Arts (EA), parecía condenada a ser la sombra de Pro Evolution Soccer (de Konami). Superados en casi todos los aspectos técnicos, los juegos de EA sobrevivían por tener el respaldo de la licencia exclusiva de la FIFA, lo que les permitía usar los nombres verdaderos de los jugadores, clubes y torneos (algo con lo que Pro Evolution ha tenido que sufrir por muchos años). El consenso entre jugadores era que, para tener una experiencia compleja de simulación, FIFA no servía.
Sin embargo, a partir de FIFA 11, el esfuerzo de los desarrolladores se concentró en construir una experiencia mucho más compleja, con mejor inteligencia artificial, controles mucho más elaborados y, en general, una simulación que se aproxime al fútbol real. Gracias a que el juego se refina cada año, FIFA 16, la última versión, es la consolidación de todas las buenas decisiones que EA ha venido tomando en estos años. En síntesis, FIFA 16 es el mejor simulador de fútbol en videojuegos y, no sólo eso, sino uno de los mejores juegos de deportes disponibles actualmente en consolas. Cualquier fanático del fútbol encontrará algo con que entretenerse en FIFA 16. Esta es nuestra reseña.
Mejorando lo bueno
El éxito de cualquier videojuego sobre deportes es poder desaparecer. Si hace todo bien, los jugadores pueden perderse en sus partidos y no acordarse que detrás de todo hay una máquina haciendo millones de cálculos y construyendo una realidad virtual. En el caso de FIFA 16, si cualquier persona juega un partido sin maldecir, digamos, a uno de sus compañeros controlados por la computadora por no hacer lo que un humano haría en una situación particular, el juego ha cumplido su deber. El resto, la magia, la pone el fútbol.
En las versiones recientes, FIFA fallaba constantemente en esto. La inteligencia artificial de los compañeros de equipo no era del todo intuitiva y causaba escenarios frustrantes, especialmente cuando los partidos, en dificultades elevadas, dependían de mucha precisión. El fútbol es un juego en equipo y todo lo que EA había avanzado en darle matices a los movimientos que el jugador podía hacer lo borraba cuando la inteligencia artificial no era capaz de acompañar una jugada compleja.
Otro distractor era la facilidad de hacer ciertas jugadas y goles irreales. Pese a que el énfasis estaba en crear una simulación real de un juego lento, pensado, difícil en defensa y en ataque, ocasionalmente sucedía algo que permitía un gol espectacular e injustificado. Eso, en competencias, generaba frustración y le restaba puntos a FIFA.
En esta edición los males parecen haberse reducido. Los compañeros son mucho más inteligentes y es bienvenida la inclusión de un par de movimientos que dan más libertad al jugador para que lidere la carga. Las instrucciones que se muestran durante los partidos para los jugadores principiantes son una buena jugada.
Al defender, en las horas que tuvimos el juego, por fin sentimos que los jugadores controlados por el computador sí tenían ganas de interceptar balones y participar estratégicamente en el partido. Son cambios necesarios que perfeccionan un juego que ya, de por sí, era muy bueno.
No sobra decir que, aunque hay mejoras considerables, aún queda uno que otro momento frustrante en el tiempo de reacción cuando la pelota cambia rápidamente de equipo. Algo para considerar en otra edición.
La música del fútbol
Los años de experiencia le han permitido a los desarrolladores de FIFA tener un juego con gráficas realistas y modos de juego diversos y profundos. En especial, queremos felicitar al encargado de la selección de la banda sonora del juego: muchas veces nos quedamos en un menú sólo para escuchar una de las tantas buenas canciones que forman el playlist, ya legendario entre los jugadores, de FIFA.
Salvo un par de desconexiones de internet, el juego en línea es perfecto, rápido y muy competitivo.
Hay dos aspectos por mejorar: por una parte, la inclusión de las mujeres que, si bien la celebramos, necesita con urgencia más equipos y modos de juego. En efecto, utilizarlas se siente como una versión distinta del fútbol, pero sólo hay un torneo de 12 equipos y es inevitable querer más incentivos para utilizarlas en el juego. (Lea más sobre la inclusión de las mujeres en FIFA 16)
Por otro lado, la obsesión de EA con FIFA ULTIMATE TEAM (FUT), el modo de juego más rentable de la franquicia, la ha hecho olvidarse de la carrera como entrenador y jugador, y de dar más incentivos al juego en línea que no sea en FUT.
Entendemos que quieren seguir explotando a la gallina de los huevos de oro, pero hay jugadores que sueñan con experiencias offline y online que reproduzcan mejor, además de la cancha de juego, todo el espectáculo que rodea al deporte y su mercado de fichajes: todo esto sin tener en el medio las monedas virtuales, que pueden comprarse con dinero real.
Ah, y si hay forma de diversificar aún más lo que dicen los comentaristas, que se vuelven desesperantemente repetitivos después de varias horas de juego, sería otra manera de mejorar un juego muy bueno.
Dicho eso, FIFA 16 es un juego apasionante y adictivo, el mejor regalo para cualquier persona que disfrute del fútbol. Recomendado.