Si algo tiene Internet es información. Como apuntan desde la plataforma de seguridad y bienestar digital Qustodio, "es la nueva enciclopedia". Wikipedia cuenta con más de 1,5 millones de artículos solo en español, lo que evita que tengamos que acudir a los tomos físicos de las antiguas enciclopedia que antes rondaban por casa, con la ventaja, además, de que con solo pulsar un botón podemos acceder a todo tipo de información de manera inmediata que siempre está actualizada.
Internet, además, permite aprender jugando. Existen millones de aplicaciones para que los niños aprendan cosas nuevas a la vez que juegan, como Kahoot!, Toovari o Smartick.
Gracias a la digitalización de documentos, cualquier archivo se almacena en una página web, plataforma o dispositivo electrónico, como las tabletas. Esto supone que ya no tenemos que cargar con libros físicos de cientos páginas y unos 500 gramos de media, que pueden quedarse en casa.
También nos permite ser autodidactas. Según un estudio de Google, la búsqueda de videos explicativos y tutoriales de este tipo crece un 70 % cada año. Esto significa que cada vez más personas aprender a tocar la guitarra o a cocinar un huevo frito utilizando Internet como único profesor.
Pero no solo nos enseña cosas, sino que mejora y acelera nuestro aprendizaje. Un experimento de Toshiba y la escuela infantil La Salle Bonanova de Barcelona ofrecieron portátiles a los alumnos para ayudarles con su educación.
El resultado fue que el 84,6 % de los alumnos acabó el trimestre con notas en matemáticas de 7 o superior frente al 57,7 % de la clase que no utilizó ordenadores.
La mayor ventaja que ofrece Internet es que favorece la comunicación, por ejemplo, a través de los 'smartphones'. Da igual el lugar, el momento o la hora; es posible contactar con otra persona. Así, los padres pueden contactar con sus hijos en todo momento, pero también nos conecta con cualquier persona del mundo, ya sea a través de redes sociales, videollamadas o por correo electrónico.
Y aumenta la creatividad. Las nuevas tecnologías ofrecen una gran variedad de herramientas que, si se utilizan de la forma adecuada, pueden ser de gran ayuda para fomentar la creatividad e imaginación en los más pequeños. Ejemplo de ello son las impresoras 3D diseñadas especialmente para que los menores puedan diseñar e imprimir sus propios juguetes.
Como señala Manuel Bruscas, vicepresidente de Qustodio, "las nuevas tecnologías no tienen por qué ser perjudiciales, siempre que se usen de forma correcta y siendo conscientes de sus posibles riesgos".
"No sirve de nada prohibirlas, lo mejor es educar en su correcto uso para aprovechar todas sus ventajas", asegura Bruscas.