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Tenga cuidado si su relación en línea se parece a esta

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Lectora anónima
23 de noviembre de 2015 - 08:23 p. m.
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Estaba inscrita en 2 son 2, una página que conecta a personas para establecer relaciones. Había intercambiado conversaciones con un par de españoles, pero casi no ingresaba al sitio por falta de tiempo.

El año pasado recibí un correo que me llamó la atención porque se trataba de un hombre americano que me pidió mi e-mail personal para seguir charlando. Le envié mi dirección y de inmediato me escribió y anexó dos fotos. Se veía un hombre apuesto y, lo mejor, estaba con un niño de siete a 10 años precioso. Parece que usó un traductor porque lo que escribió sonaba muy chistoso; no se conjugaban los verbos. Me dijo que era viudo y su hijo prácticamente vivía en un internado porque él trabaja y casi no lo podía atender, cosa que me entristeció porque, aunque no tengo hijos, me encantan los niños.

Yo le envié algunas fotos mías en las que estaba con mis amigos. Pasaron unos días y seguíamos intercambiando correos, pero a una amiga le pareció extraño que no habláramos por Skype. Ella me dijo que le pidiera su cuenta de Skype para vernos. Le escribí y me contestó que no tenía cuenta pero que siguiéramos hablando a través del correo. Otra cosa que me pareció sospechosa es que le dije que podía escribirme en inglés, ya que yo lo entiendo, y también me dijo que no.

Finalmente, si bien me parecía lindo lo que me decía, descubrí que nunca hilaba las conversaciones: yo le preguntaba cosas o le contaba algo importante y él nunca respondía a estas historias.

Un miércoles pasé por una iglesia y oré pidiéndole a Dios que me iluminara en esta nueva relación. Visité a la amiga a la que le había contado todo y pasó algo que nunca me hubiera imaginado; ella le había contado lo que me estaba pasando a su esposo, ya que ellos se habían conocido por esa misma página.

Cuando lo saludé, el esposo de mi amiga me pregunto directamente si de casualidad al hombre con el que estaba intercambiando correos se le había muerto la esposa en un accidente de tránsito y si era arquitecto o ingeniero y si además escribía desde un correo johnson.brown... Yo abrí los ojos y le dije que sí.

Le pregunté por qué sabía esos datos y ahí vino la sorpresa: por puras casualidades de la vida, el esposo de mi amiga tenía una amiga en Estados Unidos a la que ese mismo hombre la había enamorado y le había pedido dinero (supuestamente para su hijo). Ella afortunadamente no le dio nada e intentó denunciarlo pero de ahí no pasó.

Parece ser que el modus operandi del tipo es ver perfiles de mujeres profesionales y que no tengan hijos para manipularlas emocionalmente.

Finalmente, abrí un correo le escribí y le dije que si no hablábamos por Skype no me volviera a contactar. Nunca más lo hizo.

Por Lectora anónima

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