Una década de la familia Galaxy: ¿qué tanto han cambiado los teléfonos?

En 10 años, la surcoreana ha tenido aciertos y desaciertos. Su apuesta por las pantallas grandes y el aporte a la productividad, entre lo más destacable.

Diego Ojeda /@Diegoojeda95
10 de agosto de 2019 - 03:00 a. m.
La versión pro del nuevo Samsung Galaxy Note 10 integra una batería de cinco cámaras. / AFP
La versión pro del nuevo Samsung Galaxy Note 10 integra una batería de cinco cámaras. / AFP

Esta semana Samsung presentó sus nuevos Galaxy Note, con los que se completan diez años desde que esta compañía decidió lanzar al mercado una de las más representativas apuestas en celulares. Este año Samsung Electronics, empresa de tecnología surcoreana, cumple un par de cifras cerradas. Por un lado celebra sus cincuenta años como marca y también los diez años de existencia de una de sus líneas más exitosas: los Galaxy.

Aprovechando la presentación de sus más recientes teléfonos, los Galaxy Note 10 y 10+, quisimos analizar la evolución que ha tenido esta línea de producto durante su primera década.

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Hoy las grandes pantallas en la industria de dispositivos móviles están ganando terreno. Displays de más de seis pulgadas son protagonistas en recientes lanzamientos como el Huawei P30 y el Xiaomi Mi 9. Pero hace una década la historia era diferente. El primer Galaxy Note estuvo a punto de pasar a la historia como una “mala idea”, al considerarse que un tamaño de poco más de cinco pulgadas era algo exagerado para llevar en el bolsillo.

Ese primer Note también disponía de una memoria RAM de 1 GB; una memoria interna de 16 GB, 2.500 miliamperios de batería, una cámara principal de ocho megapíxeles y reproducción de video en HD. Características innovadoras en su momento, como esas, serían obsoletas en la actualidad. La memoria no permitiría instalar muchas aplicaciones o almacenar una significativa cantidad de archivos; el procesador y la RAM serían insuficientes para correr juegos con gráficas exigentes como los del tipo Battle Royale que son tan populares hoy, y el consumo de plataformas de video como Youtube y Netflix se vería opacado por la limitada resolución de la pantalla.

Sí, igualar hábitos actuales con tecnologías del pasado es como comparar peras con manzanas, pero esto es solo un pequeño ejercicio para darse cuenta del cambio que han tenido nuestras vidas en los últimos diez años. El teléfono celular se ha convertido en parte de la cotidianidad de las personas y hace diez años Samsung ya daba pasos significativos para ser protagonista de ese panorama.

Ejemplo de eso es que aquel primer Note tuvo un elemento que sigue vigente: un lápiz, el popular S Pen, que le permitía al usuario de la época tomar notas a mano alzada y hasta acompañarlas con dibujos. Ese paso significó para Samsung un adelanto en la filosofía que hoy continúan manejando con su último dispositivo: diseñar máquinas que aporten a la productividad de las personas.

A ese bus se han subido otras marcas como Motorola, que con su línea Moto Z ha permitido que el teléfono de los usuarios se convierta en una plataforma para acompañar cada momento por medio de los mods, unos accesorios que se conectan al celular y lo convierten, por ejemplo, en un poderoso parlante, un control con botones físicos para videojuegos, un proyector y hasta en una impresora de fotografías.

El capítulo oscuro de Galaxy

Como toda gran historia, no puede faltar el “nudo”, ese momento problemático donde la vida del protagonista se ve en peligro, y la década del Galaxy no es la excepción.

Era 2016, ya Samsung había presentado seis teléfonos bajo la firma Galaxy Note. El más reciente se había caracterizado por incluir una pantalla más pequeña que la de su antecesor, una de 5,3 pulgadas, además de una cámara principal de 16 megapíxeles, 32 GB de almacenamiento interno y una batería de 2.250 miliamperios. Ese mismo año quiso incrementar las apuestas: una pantalla de 5,7 pulgadas, 64 GB de almacenamiento interno y un significativo salto a una batería de 3.500 miliamperios hacían parte de lo que sería la séptima edición de la familia Galaxy Note.

El final de esta historia fue la cancelación del producto. ¿Por qué, si prometía ser la mejor entrega de Samsung? Títulos registrados por la prensa internacional como: “Galaxy Note 7 explota en la cara de un niño” resumen el desenlace. La compañía surcoreana tenía un serio problema con sus baterías, uno tan grande que hacía a sus dispositivos peligrosos. No obstante este episodio quedó en el pasado, la compañía tuvo que trabajar para recuperar la confianza del público: investigó lo sucedido, reparó el daño y siguió adelante.

Samsung continúa apostándole a la productividad

Una de las más grandes conclusiones que se pueden sacar de la décima entrega de la familia Galaxy Note es que, tras una década, Samsung continúa apostándole a la productividad. Entre las nuevas funcionalidades se destaca la posibilidad de que los usuarios que escriben con el S Pen a mano alzada podrán convertir sus manuscritos en textos digitales con tan solo una acción; de hecho, también podrán exportarlos a formatos Word o PDF.

Sumado a eso, se encuentra un refuerzo en materia de conectividad con computadores, algo que la marca ya venía trabajando con su tecnología Samsung Desk que, en suma, permite al usuario enlazar su teléfono con el computador para así ver y manipular su pantalla desde el equipo, además de visualizar notificaciones y responder mensajes, entre otras funciones. La mejora es que antes se necesitaba un aparato especial para esto, ahora solo se requerirá un cable e incluso, según unas pruebas vistas por este medio, se podrá hacer de forma inalámbrica.

*Artículo posible por invitación de Samsung.

Por Diego Ojeda /@Diegoojeda95

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