Aunque no hay reportes oficiales desde hace dos años, se presume que se han vendido 38 millones de Xbox Series X|S. Esta familia de videoconsolas caseras, una blanca (Series S) y otra negra (Series X) fueron la propuesta de la X verde para competir en la novena generación contra PlayStation 5 y Nintendo Switch.
Sin embargo, los últimos cuatro años y medio no han resultado rentables para Xbox, al menos en este negocio de las plataformas de juegos. Por cada Xbox Series X|S vendida se venden dos PS5 y hasta cuatro Nintendo Switch, dejando a la marca estadounidense de Gaming muy mal parada en el mercado del hardware.
A raíz de esta situación, muchos gamers anticiparon el fin de la multinacional de Bill Gates en la industria de los videojuegos en abril de 2024. No obstante, lejos de dejar de fabricar sistemas de juego, Xbox optó por liberar buena parte de sus videojuegos exclusivos y potenciar su estrategia con el servicio de suscripción Game Pass.
Y aunque la compañía norteamericana estará presente en la próxima generación de consolas (2027 o 2028) ya no lo hará para ser la más vendida, sino para ser el Netflix de los videojuegos y rentabilizar ese esfuerzo económico comercializando sus mejores juegos en la PlayStation Store y hasta la eShop de Nintendo.
Títulos que nunca han dejado de ser atractivos para los gamers y mucho menos han perdido su prestigio por estar incluidos desde el día de su lanzamiento en el catálogo de Xbox Game Pass. Ejemplo de esto son las 10 entregas que integran el listado de los 20 más vendidas para Xbox Series X|S durante la primera mitad de 2025.
Además, cinco de esos 10 videojuegos, son estrenos completamente nuevos que estuvieron disponibles desde el día uno para usuarios del servicio. ¿Es hacia allá a donde camina la X verde? Absolutamente, Xbox no dejará de estar presente en el negocio del hardware, pero está claro que ya no es su prioridad. Primero, porque no le resulta rentable, y segundo, porque es una pelea que le dejó a PlayStation y Nintendo.