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Así es el polémico hotel más alto de Cuba

El hotel más alto de Cuba, una torre imponente de 42 plantas, 155 metros y una inversión estatal de 200 millones de dólares, abrió esta semana sus puertas prácticamente en silencio: sin publicidad, sin un gran acto de corte de listón y ni una sola mención en la prensa oficial.

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EFE
02 de marzo de 2025 - 06:00 p. m.
Con una torre imponente de 42 plantas, 155 metros y una inversión estatal de 200 millones de dólares, el hotel abrió esta semana sus puertas.
Con una torre imponente de 42 plantas, 155 metros y una inversión estatal de 200 millones de dólares, el hotel abrió esta semana sus puertas.
Foto: EFE - Ernesto Mastrascusa
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Lo que se anunció en 2018 como un gran proyecto terminó como una suerte de carga en el imaginario colectivo de un país que arrastra cinco años de profunda crisis económica, agravada por la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y errores en la gestión económica de la isla.

Es difícil encontrar un punto en el norte de La Habana desde el que no se divise a la distancia al nuevo buque insignia del sector turístico cubano, un gigante de cristal, hormigón y acero, con casi 600 habitaciones, que resalta entre los viejos, chatos y carcomidos edificios de escasas plantas y muchas décadas de vida que lo rodean.

El establecimiento, propiedad como todos los hoteles del país del conglomerado empresarial Gaesa -en manos del ejército- y gestionado por la cadena hotelera española Iberostar, ha sido señalado por sus críticos por ser una obra faraónica en un momento de escasez, apagones e inflación desbocada.

Agregan que el hotel, conocido como Torre K, es el paradigma del redoble en la apuesta gubernamental por la construcción de hoteles y la ampliación del número de habitaciones para captar divisas del turismo, pese a que las cifras de visitantes no acompañan desde hace años.

De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), en 2024 visitaron la isla 2,2 millones de extranjeros, cerca de un 10 % menos que el ejercicio previo y la peor cifra en 17 años (sin contar los dos con restricciones por la pandemia).

La ocupación hotelera se encontraba en torno al 35 %, de acuerdo a las últimas cifras oficiales disponibles.

Según la ONEI, Cuba invirtió entre enero y septiembre del año pasado 4,6 veces más en Servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler -que incluye la edificación de hoteles- que en la suma de agricultura, educación y sanidad.

De igual forma, de acuerdo a este organismo, el país dobló en el primer semestre de 2024 la inversión en hoteles y restaurantes, al tiempo en el que disminuyó en más de 20 % en educación, construcción y administración Pública.

Desde Centro Habana, un distrito popular adyacente al del nuevo hotel, la Torre K resalta como el contraste entre dos países. Muchos allí ven el proyecto con sus luces y sombras.

Vania, de 24 años, pone el dedo en la llaga: “Yo lo veo bien (...) pero hay muchas personas que no les puede agradar la idea porque en estos momentos la economía del país no es la mejor”, cuenta a EFE.

Ella, pese a la polémica, tiene “ilusión” de visitar alguna de las cafeterías de la Torre K, o el “sky bar” de la planta 41, un establecimiento con una vista panorámica de gran parte de la capital cubana.

En esa misma calle, Roberto, de 63, coincide con la joven. Considera “positivo” para el país contar con un hotel “de primer nivel”, pero también entiende las críticas.

“Hay muchas personas que carecen de vivienda entonces dicen mira el gasto con una estructura así y nosotros no tenemos ni un techo donde vivir”, concluye.

Por EFE

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Constanza Jaramillo(15576)04 de marzo de 2025 - 02:50 p. m.
Mientras no haya energía en la isla, como para poder salir del hotel en la noche, ese hotel tan bonito no tendrá huéspedes. Eso era lo primero que había que arreglar antes de construirlo. Pero así son las vainas cuando gobierna la izquierda
Jose Manuel Sanchez(4255)03 de marzo de 2025 - 01:33 p. m.
Las utilidades se van para las cuentas de los Castro en Mónaco;alla viven de la revolución como verdaderos reyes.
Sergio Clavijo Ortiz(26354)02 de marzo de 2025 - 11:42 p. m.
Una forma de insultar a Cuba es la crítica de esta obra en la Habana. Acaso solo los gringos son los que pueden levantar edificios? los hacen en cualquier parte del mundo. Cuba es víctima de la invasión norteamericana desde el gobierno tirano de Fulgencio Batista con Meyer Lansky y sus mafiosos, hechos que motivaron la Revolución Cubana. Cuba soporta un bloqueo del imperio que invade naciones y es "lider de la libertad".
Usuario(63255)02 de marzo de 2025 - 06:32 p. m.
Que armatooste tan feo en una ciudad de tipo colonial, eso es como meterle un rascacielos al lado de las pirámides de Egipto. Con esa plata hubiesen arreglado muchos hoteles pequeños hermosos. Pues si querían dar de qué hablar, lo han logrado, aunque no parece que positivamente
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