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Después de décadas de aislamiento urbano y transformaciones históricas, el Mausoleo de Augusto vuelve a ocupar un lugar central en la vida de Roma gracias a la inauguración de la nueva plaza que lo rodea.
El espacio, oficialmente abierto al público el pasado viernes, ofrece una nueva perspectiva de uno de los monumentos más importantes del mundo antiguo.
Con una inversión superior a los 17 millones de euros, la plaza ha sido concebida para restaurar la conexión visual e histórica del mausoleo con su entorno urbano, interrumpida por las intervenciones urbanísticas del siglo XX. El proyecto forma parte de un plan más amplio de recuperación patrimonial que busca integrar el patrimonio arqueológico dentro del tejido de la ciudad contemporánea.
“Con esta intervención, los ciudadanos podrán disfrutar del Mausoleo desde un punto de vista diferente: nace una nueva plaza en torno a uno de los monumentos más importantes del mundo, que durante siglos fue un centro de la ciudad y luego fue escondido y archivado”, declaró el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, durante la inauguración. También calificó de “increíble e inaceptable” que durante tanto tiempo el mausoleo no haya sido accesible.
Situada junto al Ara Pacis, el altar dedicado a la paz inaugurado por el propio Augusto, la nueva plaza es el resultado del concurso internacional convocado en 2006. Las obras, sin embargo, no comenzaron hasta mayo de 2020, y su ejecución ha estado acompañada por significativos hallazgos arqueológicos, como restos de estructuras tardoantiguas, fragmentos de mosaicos y una cabeza femenina en mármol. Todos estos elementos se integrarán en el recorrido museográfico del monumento.
La inauguración de la plaza marca también el inicio de la última fase del ambicioso proyecto de restauración del Mausoleo de Augusto. Esta etapa, que durará 18 meses y contará con un presupuesto de unos 8 millones de euros, contempla la finalización de los espacios interiores, la restauración de la celda funeraria, la instalación de sistemas eléctricos, iluminación y videovigilancia, así como la reconfiguración del entorno verde. Está financiada por el Ayuntamiento de Roma junto con la Fundación TIM y la firma de lujo Bulgari.
La actuación urbanística busca, además, garantizar un acceso libre y sin barreras arquitectónicas al mausoleo, así como mejorar la experiencia de los visitantes con nuevos recorridos en torno al monumento. Una de las decisiones más simbólicas será la sustitución de los cipreses que lo rodean por nuevos ejemplares, en línea con la idea de revitalizar el paisaje sin perder el respeto por su carácter solemne.
El Mausoleo de Augusto, construido en el siglo I a. C. como tumba del emperador y su dinastía, ha conocido múltiples usos a lo largo de los siglos: fue fortaleza, jardín, anfiteatro y sala de conciertos. Hoy, gracias a esta recuperación integral, vuelve a estar en el corazón de Roma, tanto física como culturalmente.
Como resumió el asesor de Cultura del Ayuntamiento, Massimiliano Smeriglio, el objetivo ha sido claro: “Reconectar la ciudad de abajo con la ciudad de arriba. Lograr que los monumentos antiguos puedan ser observados y vividos desde distintos puntos de vista”.