El tango no es solo un baile, es la voz de una ciudad que respira nostalgia y pasión. Nacido en los arrabales porteños a fines del siglo XIX, el tango fusionó ritmos africanos, europeos y criollos para convertirse en un símbolo de identidad argentina. Hoy, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO (2009), sigue latiendo en bodegones, bares y calles porteñas.
Miguel A. Cruz