Bogotá, rodeada de paisajes andinos, ofrece a sus habitantes y visitantes múltiples oportunidades para conectar con la naturaleza sin alejarse demasiado de la ciudad.
A pocas horas de la capital colombiana se encuentran diversas cascadas que, además de su belleza escénica, brindan espacios ideales para la aventura, el senderismo y el descanso.
Estas cascadas representan una forma única de redescubrir el entorno natural de la región andina. Desde caminatas exigentes hasta lugares ideales para un plan familiar, cerca de Bogotá hay opciones para todo tipo de viajeros.
A continuación, les contamos sobre algunas de las más destacadas:
1. La Chorrera (Choachí, Cundinamarca)
Ubicada en el municipio de Choachí, esta es la cascada más alta de Colombia y una de las más imponentes de América Latina, con una caída de 590 metros. Se encuentra dentro del Parque Natural Chorrera-Corrales, rodeada de vegetación exuberante y bosques nublados, convirtiéndose en un destino imprescindible para los amantes del ecoturismo.
El sendero que conduce a la cascada ofrece una caminata de 1 a 2 horas, durante la cual los visitantes pueden observar una gran diversidad de flora y fauna, incluyendo orquídeas, bromelias y aves nativas. Además del senderismo, se pueden realizar actividades como acampada, rappel, torrentismo y canopy. En el recorrido también se puede visitar El Chiflón, otra cascada cercana donde es posible caminar detrás de la cortina de agua.
2. Cascada de Sueva (Junín, Cundinamarca)
También conocida como Cascada de Nemustén, se ubica en la provincia del Guavio, a aproximadamente 2 horas de Bogotá. El punto de partida es la inspección de Sueva, accesible en carro por la vía La Calera – Guasca – Alto de La Cuchilla, en dirección a Junín y Gachetá. Para quienes prefieran el transporte público, se puede tomar un bus intermunicipal con destino a Gachetá.
Este destino es ideal para una escapada de un día y permite disfrutar de un entorno natural con bellos paisajes y aire puro.
3. Cascada El Tambo (Tena, Cundinamarca)
A solo hora y media de Bogotá, en el municipio de Tena, se encuentra esta cascada de aproximadamente 40 metros de altura. El lugar es reconocido por su riqueza histórica, pues formaba parte de los antiguos caminos muiscas utilizados para transportar productos hacia Bacatá (antiguo nombre de Bogotá).
El recorrido puede iniciarse desde la zona urbana de Tena o desde la vereda Puerto Araujo, cerca de la vía Bogotá–La Mesa. Se puede hacer una caminata por antiguos caminos reales de piedra, vestigios del periodo colonial, rodeados de árboles frutales y vegetación que florece en determinadas épocas del año.
El sitio ofrece servicios como transporte de ida y vuelta, caminatas guiadas, registro fotográfico y actividades grupales. Es importante contar con permiso de las autoridades locales para acceder a esta ruta.
4. Chorro de Virginia (Pacho, Cundinamarca)
Ubicado en el municipio de Pacho, a unas 2 horas de Bogotá, este espectacular chorro tiene una caída de aproximadamente 500 metros. Se encuentra cerca de la vereda Canadá, atravesando el Ríonegro y el acueducto local.
Pacho es conocido por su producción de naranjas y por la hospitalidad de sus habitantes. La zona ofrece un ambiente propicio para el descanso, con el canto de las aves y el sonido relajante del agua. Se pueden encontrar excursiones organizadas desde Bogotá, aunque también es posible llegar en bus intermunicipal desde la terminal norte de la ciudad.
5. Salto de Los Micos (Villeta, Cundinamarca)
Este destino natural alberga siete cascadas ubicadas entre los ríos de Villeta, muy cerca de Bogotá. El entorno ofrece amplias zonas verdes y ecológicas, ideales para quienes disfrutan de la naturaleza y las actividades al aire libre.
Además de observar las cascadas, es común realizar el tradicional “paseo de olla”, perfecto para compartir en familia o con amigos durante un fin de semana. Su fácil acceso y entorno natural lo hacen una opción atractiva para una escapada corta desde la ciudad.