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Medellín no solo se distingue por su transformación urbana e innovación social, sino también por sus cerros tutelares y senderos ecológicos, que ofrecen una manera única de descubrir la ciudad desde una perspectiva más natural y espiritual. Estos espacios verdes, ubicados en distintos puntos del Valle de Aburrá, permiten a locales y visitantes disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo, el avistamiento de aves, el ejercicio físico o la contemplación de paisajes, mientras se conectan con la historia, la cultura y la biodiversidad de la región
En Entre Montañas le presentamos cinco recorridos que van desde senderos fáciles hasta rutas de mayor exigencia para que conozca cada cerro y camino, el cual guarda su propia identidad, con historias, leyendas y miradores naturales que ofrecen una conexión única con la ciudad.
Cerro Tres Cruces
El Cerro de las Tres Cruces es un destacado sitio turístico ubicado en Medellín, Colombia, que combina naturaleza, deporte y espiritualidad. Con una elevación que va desde los 1600 hasta los 1935 metros sobre el nivel del mar, este cerro tutelar ofrece un recorrido moderado de aproximadamente 2,3 kilómetros (ida y vuelta) que toma alrededor de 1 hora y 34 minutos para completar. Los visitantes pueden acceder por dos rutas principales: una carretera destapada desde el Corregimiento Altavista o un sendero de tierra que parte desde el Barrio Loma de los Bernal. El cerro es conocido por sus tres cruces metálicas en la cima y se han convertido en un lugar de peregrinación para muchos fieles cristianos y católicos.
Este espacio natural, anteriormente de propiedad privada, pero ahora público gracias a la adquisición de terrenos por parte de la alcaldía, se ha transformado en un popular destino para actividades recreativas y deportivas como el senderismo. Diariamente recibe numerosos visitantes que buscan ejercitarse y disfrutar de impresionantes vistas panorámicas de Medellín. El cerro cuenta con instalaciones de acondicionamiento físico al aire libre, puestos de venta de alimentos y bebidas durante las mañanas, y forma parte de la red de cerros tutelares de la ciudad que poseen importante valor histórico, arqueológico, ecológico y turístico. Los meses ideales para visitarlo son de febrero a mayo, y se recomienda llevar calzado adecuado y agua debido a sus pendientes pronunciadas y limitada sombra.
Parque Arví
El Parque Arví es un extenso parque público, ubicado en el departamento de Antioquia, Colombia, abarcando territorios de varios municipios como Bello, Copacabana, Guarne y Medellín. Este espacio natural forma parte de la reserva del río Nare y alberga una combinación de bosques nativos y de plantación, funcionando como una barrera natural entre lo urbano y lo rural. Los visitantes pueden disfrutar de diversos senderos guiados que permiten descubrir la flora, fauna, cultura e historia del territorio, con servicios que incluyen guianza profesional, refrigerios y póliza contra accidentes.
Entre los múltiples senderos disponibles se encuentran el Sendero Anturios, Orquídeas y Bromelias, el Sendero Portón del Guayabo, el Sendero Biodiverso, el Sendero Vital, el Sendero La Flora, el Sendero El Arroyuelo, el Sendero Arqueológico y el Sendero de Mitos y Leyendas. Como ejemplo destacado, el Sendero Ancestral recorre parte del filo occidental del parque, ofreciendo espectaculares vistas panorámicas de Medellín y el valle de Aburrá. Este sendero de 4.7 kilómetros atraviesa varias veces el Cable Arví y parte del Camino de la Cuesta, uno de los caminos ancestrales mejor conservados del parque, llegando hasta la Laguna de Guarne y Laguna Seca. Con un nivel de dificultad medio, este recorrido de aproximadamente 2 horas permite actividades como senderismo, avistamiento y ciclismo de montaña, siendo sus principales atractivos los miradores, la historia y la flora local
Cerro el Picacho
El Cerro El Picacho, uno de los siete cerros tutelares de Medellín, se eleva majestuosamente al noroccidente de la ciudad hasta alcanzar más de 2.100 metros sobre el nivel del mar. Conocido como “Cerro del Amor” debido a una leyenda sobre una mujer que lloró por un desamor en su cima, forma parte de una red de formaciones que poseen un importante valor histórico, arqueológico, ecológico y turístico para la región. Su formación resulta fascinante, pues ha sido esculpido durante años por los elementos naturales —viento, lluvia y sol— creando un caparazón simétrico de rocas con formas caprichosas. El cerro alberga relictos del bosque nativo original del Valle de Aburrá, aunque enfrenta amenazas por extracción de tierra, tala e incendios forestales. Históricamente, desde el siglo XVIII hasta principios del XX, El Picacho sirvió como punto de referencia en el camino real que conectaba Santa Fe de Antioquia con la villa de Medellín, y en 1936, Monseñor Félix Henao Botero promovió la construcción del Cristo Salvador en su cima, convirtiendo el lugar en un importante referente religioso de la ciudad.
Actualmente, El Picacho se ha transformado en un destino recreativo y turístico accesible tanto por una carretera pavimentada desde el barrio homónimo como por el Metrocable Línea P, que opera desde 2021 conectando la estación Acevedo del Metro con el cerro. Los visitantes pueden disfrutar de una experiencia de nivel medio que incluye dos puntos de descanso en los miradores El Cristo y el de mitad de cerro; el trayecto comienza en zona urbana y se adentra en un sector boscoso hasta llegar a Monte Alvernia, desde donde se puede contemplar una vista panorámica del Valle de Aburrá. La biodiversidad del lugar es notable, encontrándose en una zona de transición entre vegetación de tierra templada y fría, y albergando 46 especies de aves registradas. Para el regreso, los excursionistas pueden optar por volver por la misma vereda o salir directamente a la vía San Pedro-Pajarito, donde circulan rutas de transporte público hacia Medellín.
El Sendero Mirador La Paloma
El Sendero Mirador La Paloma es una ruta de senderismo de 8,5 km ubicada en la Comuna 2 (Santa Cruz) de Medellín, específicamente en el barrio La Paloma. Este camino de dificultad moderada a difícil ofrece vistas panorámicas impresionantes de la ciudad y requiere aproximadamente 4 horas para completarse, con un desnivel positivo de 761 metros. El sendero combina tramos parcialmente pavimentados con secciones boscosas y ríos, siendo popular tanto para senderistas como para ciclistas de montaña.
Durante el recorrido, los visitantes pueden disfrutar de diversas actividades como senderismo, fotografía, observación de aves, picnics y momentos de meditación o yoga, todo mientras disfrutan de la belleza natural y escapan del bullicio urbano. El camino presenta algunos desafíos con secciones empinadas y resbaladizas, por lo que se recomienda calzado adecuado y precaución. El mejor periodo para visitar este mirador es entre enero y abril, cuando se puede apreciar la naturaleza en su máximo esplendor
Cerro Nutibara de Medellín
El Cerro Nutibara, ubicado en el centro geográfico del Valle de Aburrá en Medellín, es una pequeña formación montañosa de 33 hectáreas y 80 metros de altura sobre el nivel de la ciudad que ofrece impresionantes vistas panorámicas. Este primer cerro tutelar oficialmente declarado área protegida alberga atractivos importantes como el Pueblito Paisa (una recreación de un pueblo tradicional antioqueño construida en 1977), el Teatro al Aire Libre “Carlos Vieco” con capacidad para 3,800 espectadores, y el Parque de las Esculturas, una exhibición permanente de obras artísticas instaladas en el entorno natural.
Además de su valor cultural y turístico, el Cerro Nutibara cumple importantes funciones ecológicas como barrera a la expansión urbana, soporte de conectividad ecológica, regulación climática y conservación de biodiversidad, albergando aproximadamente 4,000 árboles de especies como nogal cafetero, eucalipto y guayacán rosado, así como numerosas especies de aves que representan casi el 3% de las reportadas en Colombia. La Secretaría de Medio Ambiente de Medellín administra este espacio, realizando actividades de preservación, educación ambiental y recorridos guiados para promover la apropiación social de este ecosistema estratégico.
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