Colombia vibra al ritmo de sus tradiciones. Sus ferias y fiestas no son solo motivos de celebración, sino auténticas plataformas culturales que impulsan el turismo, dinamizan la economía y conectan al país con el mundo. Desde el Caribe hasta el Pacífico, cada región encuentra en estas festividades una oportunidad para mostrar su identidad y atraer viajeros que buscan experiencias auténticas.
María Carolina Padilla, country manager de Civitatis, y Daniel Figueroa, gerente comercial de Viajes Falabella Colombia —voceros del sector turístico—, explican cómo estas celebraciones se han convertido en motores de desarrollo para el turismo local, nacional e internacional.
Una explosión cultural con impacto económico
“Las ferias y fiestas en Colombia son una verdadera explosión de cultura que mueve al turismo y activa la economía local”, afirma Padilla. Para la representante de Civitatis, estos eventos impactan positivamente en sectores como el comercio, la gastronomía, el transporte, la hotelería y el turismo cultural y, sobre todo, “en el corazón de quienes los viven”.
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Daniel Figueroa, de Viajes Falabella, coincide en que el impacto es significativo: “Hemos comprobado que estos eventos no solo dinamizan el flujo de viajeros, sino que generan una activación económica en los destinos anfitriones”. Cifras recientes lo respaldan: durante la Feria de las Flores de 2024, las ventas de tiquetes aéreos a Medellín crecieron un 26 %, siendo Bogotá, Cali y Barranquilla las principales ciudades de origen. En el caso del Carnaval de Barranquilla 2025, las reservas hacia la ciudad aumentaron un 29 %, con un fuerte protagonismo de los vuelos (77 % de los servicios vendidos).
¿Qué fiestas enamoran a los turistas?
El interés internacional se concentra en aquellas fiestas que representan con fuerza la identidad colombiana. Entre ellas destacan el Carnaval de Barranquilla, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco; la Feria de las Flores en Medellín, con su colorido desfile de silleteros, y el Festival de la Leyenda Vallenata, que conecta a los visitantes con la esencia musical del país.
“El Carnaval de Barranquilla no solo tiene energía y color, sino que representa con orgullo lo que somos como país”, destaca Padilla. Figueroa añade que eventos como el Festival Vallenato “ofrecen una inmersión auténtica en uno de los géneros más representativos de nuestra cultura”. También sobresalen el Carnaval de Negros y Blancos en Pasto, la Feria de Cali y el Festival Petronio Álvarez, este último como una celebración vibrante de la cultura afrocolombiana.
Fiestas que hay que vivir al menos una vez en la vida
Padilla y Figueroa aseguran que hay eventos que todo viajero debería vivir, al menos una vez, para comprender la diversidad y riqueza de Colombia. “Como bien se dice en el Carnaval de Barranquilla, ‘quien lo vive es quien lo goza’. Todas las ferias y fiestas de Colombia merecen vivirse”, apunta Padilla, quien destaca especialmente el Festival Petronio Álvarez por su energía, ritmos y sabores únicos. Entre las imperdibles también se encuentran el Carnaval de Negros y Blancos, que transforma a Pasto en un espectáculo de color, inclusión y creatividad; y la Feria de las Flores, que llena a Medellín de vida con su desfile de silleteros, conciertos, arte y orgullo paisa.
Figueroa añade a esta lista la Feria de Manizales, celebración que combina la tradición cafetera con eventos taurinos, artísticos y culturales que hacen del Eje Cafetero un destino distinto. También resalta la Feria de Cali, que con su mezcla de música, baile y alegría refleja el alma del Pacífico colombiano.
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Recomendaciones para vivir la experiencia al máximo
Para quienes planean asistir a alguna de estas fiestas, la recomendación principal es planificar con anticipación. “Reservar alojamiento y transporte con tiempo garantiza una experiencia más cómoda, especialmente en ciudades como Barranquilla, Medellín y Pasto”, afirma Padilla.
Figueroa también enfatiza este punto, ya que la alta demanda durante estos eventos puede dificultar la disponibilidad. “Reservar con antelación permite acceder a mejores precios y opciones. Además, es fundamental informarse sobre la programación oficial y los requisitos de cada región, como tener la vacuna contra la fiebre amarilla en algunos destinos”.
Ambos voceros sugieren aprovechar el viaje más allá del evento principal. Las ferias son solo el punto de partida para descubrir los atractivos culturales y naturales de cada ciudad:
- En Barranquilla, visitar el Gran Malecón del Río o el Museo del Caribe.
- En Medellín, recorrer la Comuna 13, el Museo de Antioquia o el Pueblito Paisa.
- En Pasto, explorar la laguna de La Cocha y el Santuario de Las Lajas, en Ipiales.
- En Valledupar, conocer la Plaza Alfonso López o los senderos de la Sierra Nevada.
- En Cali, disfrutar de una noche de salsa, el Cristo Rey o la Plazoleta Jairo Varela.
Turismo con propósito: vivir, sentir y respetar
Tanto Civitatis como Viajes Falabella invitan a los turistas a asumir una actitud abierta y respetuosa frente a las tradiciones locales. “Es la mejor forma de vivir la cultura colombiana de manera auténtica y responsable”, afirma Figueroa.
Para facilitar la experiencia, Viajes Falabella ofrece asesoría personalizada a través de múltiples canales: página web, WhatsApp, videollamadas y 33 puntos físicos en todo el país. “Nuestro equipo está preparado para acompañar a cada viajero antes, durante y después del viaje, garantizando un servicio cercano, confiable y memorable”, concluye.
En definitiva, las ferias y fiestas de Colombia son mucho más que eventos culturales: son experiencias de vida, una invitación a celebrar la diversidad, conocer el alma del país y enamorarse de su gente.
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