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Viajar en avión con una mascota puede ser un desafío, no solo por los costos, sino también por la variedad de normativas que cada aerolínea impone. Las restricciones de tamaño y peso, las condiciones del transportador y las reglas para viajar en cabina o en bodega pueden resultar abrumadoras. Sin embargo, conocer estos requisitos con anticipación es clave para garantizar la comodidad y seguridad del animal durante el trayecto, además de evitar contratiempos
Según explica Nicolás Lara López, abogado líder y coordinador del Centro Jurídico Internacional, la regulación del transporte de perros de asistencia está fundamentada en un marco normativo que va principalmente a través del Decreto 1079 de 2015 en su Capítulo 8, que establece las disposiciones fundamentales para el uso de perros de asistencia en el transporte público, junto con el RAC 3 de la Aeronáutica Civil colombiana, que regula específicamente el transporte aéreo de estos animales.
“El conocimiento de estas normas es fundamental, ya que establecen los derechos y deberes de los usuarios que viajan con perros de asistencia. Esto cobra especial relevancia porque las regulaciones sobre el transporte de animales de compañía pueden variar significativamente entre aerolíneas, ya sea por restricciones de peso, costos adicionales o el tamaño permitido del transportador”, explicó el experto.
¿Qué establecen estás normas?
Antes de abordar cómo viajar en avión con un perro de asistencia, es fundamental comprender qué son, cómo se reconocen y qué requisitos deben cumplir. Y es que los perros de asistencia, son mascotas que están entrenadas para asistir a personas con diversas necesidades, facilitando su autonomía y mejorando su calidad de vida.
En Colombia, el Decreto 1079 de 2015 regula el reconocimiento oficial de estos, estableciendo que deben ser adiestrados en centros autorizados a nivel nacional o internacional. Este entrenamiento debe ser llevado a cabo por personal calificado y certificado por la Asociación Colombiana de Zooterapia o por una entidad avalada por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), garantizando así su idoneidad para desempeñar su función de apoyo a las personas que los requieren.
La documentación del animal debe constar en un carné oficial, el cual debe incluir:
- Foto del perro, nombre y raza.
- Datos del usuario o propietario.
- Fechas de vigencia del carné.
- Registro de vacunas y certificación del centro de capacitación.
Otro aspecto fundamental a considerar es que el perro debe cumplir con estrictos requisitos sanitarios, los cuales son:
- Vacuna antirrábica vigente.
- Tratamiento periódico contra equinococosis.
- Ausencia de parásitos externos.
- Resultados negativos en pruebas de leishmaniasis, leptospirosis y brucelosis.
“Para viajar con un perro de asistencia, es indispensable contar con un certificado de salud veterinario que confirme que el animal está en buenas condiciones para volar. Además, debe tener el carné de vacunación al día, especialmente la vacuna contra la rabia, que suele ser obligatoria tanto a nivel nacional como internacional. Si el destino es otro país, puede que exijan certificados adicionales, como desparasitación reciente o pruebas de anticuerpos. Siempre recomiendo revisar los requisitos específicos del país al que se viaja, ya que pueden variar”, explicó Angélica Ruales, médica veterinaria integrativa y especialista en medicina interna.
Adicionalmente, los perros de asistencia deben portar un arnés y un chaleco de identificación según su estado de entrenamiento:
- Verde: Perros en proceso de adaptación (deben estar acompañados por un instructor profesional).
- Rojo: Perros que han finalizado su entrenamiento y están completamente adaptados con su usuario.
Una vez considerados estos requisitos, el transporte en avión se vuelve más complejo, ya que las condiciones pueden variar según la aerolínea. Este proceso está regulado por la Aeronáutica Civil de Colombia, que en la RAC 3 establece normas específicas para garantizar tanto la seguridad de los pasajeros como el bienestar del animal.
A continuación, se detallan las condiciones que deben cumplirse:
- Transporte en Cabina: Los perros de asistencia, como perros lazarillos, animales guía o de soporte emocional, pueden viajar en la cabina de pasajeros si no representan un riesgo ni molestias para los demás. Estos animales deben cumplir con los requisitos de identificación establecidos y las condiciones de la aeronave.
- Requisitos de Identificación y Documentación: El pasajero deberá presentar la acreditación médica, psiquiátrica o psicológica que justifique la necesidad del animal, en caso de que la limitación no sea evidente. Además, el perro debe estar identificado adecuadamente con su carné o certificado que demuestre que es un perro de asistencia entrenado en un centro autorizado.
- Ubicación del Perro en la Aeronave: El perro debe ubicarse en un lugar donde pueda prestar el soporte necesario a su dueño, sin obstruir salidas de emergencia ni equipos de seguridad. Este espacio debe ser adecuado para su comodidad y no puede interferir con la evacuación de la aeronave en caso de emergencia.
- Condiciones del Transporte: Aunque los perros de asistencia no necesitan viajar en un contenedor, deberán estar bajo control del propietario en todo momento con collar y correa. En algunos casos, si las circunstancias lo requieren, se podrá pedir que el perro utilice un bozal.
- Restricciones: El perro de asistencia debe ser de comportamiento adecuado y no agresivo. En caso de que el animal adopte una actitud agresiva en el aeropuerto o durante el vuelo, podrá ser reubicado en la bodega de carga.
¿Qué requisitos tienen las aerolíneas para viajar con perros de asistencia?
Según Avianca, los pasajeros pueden viajar con perros de soporte emocional siempre que realicen la reserva con al menos 48 horas de anticipación a la salida del vuelo, exclusivamente a través del Contact Center. La aerolínea establece que:
- Si el perro pesa más de 10 kg, deberá viajar en bodega, aunque sin costo adicional.
- Debe transportarse en un contenedor flexible con dimensiones máximas de 55 x 35 x 25 cm, ubicado debajo del asiento delantero.
- La altura máxima del perro no debe exceder los 20 cm.
- La edad mínima permitida es de 4 meses, excepto en vuelos nacionales dentro de Colombia, donde se aceptan perros desde los 2 meses, siempre que cuenten con el esquema de vacunación correspondiente.
Por su parte, LATAM permite el transporte de animales de soporte emocional en rutas específicas: vuelos internacionales desde y hacia Argentina, México o Colombia, y en vuelos nacionales dentro de Colombia. Una característica distintiva de LATAM es que también acepta gatos como animales de soporte emocional en ciertas rutas, específicamente desde, hacia y dentro de Colombia, y desde y hacia Argentina, aunque estos deben permanecer dentro de un kennel durante todo el vuelo. La aerolínea implementó la obligatoriedad del uso de bozal anti mordeduras para todos los perros de asistencia emocional, independientemente de su tamaño.
Tenga en cuenta que, de acuerdo con el abogado Lara, la asignación de asientos específicos o espacios adicionales para perros de asistencia es un asunto que depende exclusivamente de las políticas internas de cada aerolínea, ya que no existe una normativa específica que regule este aspecto. Algunas compañías aéreas, por iniciativa propia, optan por asignar asientos más amplios en las salidas de emergencia o permiten que el perro se acomode en el pasillo para mayor comodidad. Sin embargo, en casos donde el animal es de tamaño considerable, el pasajero debe considerar la posibilidad de adquirir asientos adicionales para garantizar el confort del perro durante el viaje.
En cuanto a las responsabilidades del pasajero en caso de incidentes durante el vuelo, estas pueden ser de naturaleza tanto civil como penal:
- Responsabilidad civil: Si el perro de asistencia causa algún daño o perjuicio, el propietario podría enfrentar obligaciones de compensación económica.
- Responsabilidad penal: En casos más graves, donde la conducta pueda configurar un delito, el dueño del perro podría enfrentar sanciones de carácter penal.
Por otro lado, la protección legal también se extiende al perro de asistencia en caso de que sufra daños por responsabilidad de la aerolínea. En estos casos, el propietario tiene dos vías principales de acción legal:
- Acción de protección al consumidor: Amparada por el Estatuto del Consumidor, esta opción permite presentar un reclamo directo contra la aerolínea por los daños sufridos por el perro.
- Jurisdicción civil: A través del sistema judicial, el propietario puede demandar por los perjuicios ocasionados al perro de asistencia y buscar una compensación.
Es importante tener en cuenta que las normativas, requisitos y entidades reguladoras pueden variar según el país de destino. Por ello, si planea viajar a otros destinos, debe verificar con anticipación la documentación adicional requerida para evitar contratiempos.
¿Las aerolíneas pueden negar el embarque a un perro de asistencia?
Según explica el abogado Nicolás Lara, aunque el Decreto 1079 de 2015 establece los requisitos fundamentales para el transporte de perros de asistencia, existe la posibilidad de que las aerolíneas nieguen el embarque en situaciones específicas. Esta negativa puede darse principalmente en dos casos: cuando no se cumplen los requisitos básicos establecidos en el decreto o cuando se identifica alguna situación que podría poner en riesgo la seguridad de la tripulación.
“En el contexto de una relación de consumo, los pasajeros tienen derechos específicos cuando enfrentan restricciones adicionales para viajar con sus perros de asistencia. El más importante es el derecho a recibir una explicación clara y eficaz sobre cualquier negativa por parte de la aerolínea. Si el pasajero considera que la negativa es injustificada y la aerolínea no ofrece soluciones satisfactorias, puede presentar una queja ante las entidades reguladoras correspondientes”, puntualizó el abogado.
Y es que la normativa establece una clara prioridad para que los perros de asistencia viajen en la cabina de la aeronave. Sin embargo, esta prioridad está condicionada al cumplimiento de tres requisitos fundamentales: que se satisfagan todas las exigencias sanitarias, que el animal cuente con la identificación apropiada, y que su presencia en la aeronave no comprometa la seguridad o el bienestar de los demás pasajeros. Este equilibrio entre accesibilidad y seguridad es crucial en la regulación del transporte aéreo.
¿Que factores medicos debe considerar para viajar con un animal de asistencia?
Según Angélica Ruales, un chequeo veterinario previo es fundamental para detectar cualquier condición que pueda complicarse durante el vuelo, como problemas cardíacos o respiratorios. Lo ideal es realizar esta revisión entre 7 y 10 días antes del viaje, lo que también permite gestionar a tiempo cualquier documentación adicional que el país de destino pueda exigir.
Además de la evaluación física, la medicina integrativa analiza el estado emocional del perro, anticipando posibles reacciones al estrés del viaje y permitiendo tomar medidas preventivas para su bienestar.
“No es recomendable sedar a un perro durante el vuelo, especialmente si se trata de un perro de asistencia. Los sedantes pueden afectar su respiración y su capacidad de adaptarse a los cambios de presión en la cabina. Si el perro es muy ansioso, existen alternativas más seguras, como el uso de feromonas apaciguantes, flores de Bach o técnicas de acupresión para el manejo del estrés. Sin embargo, es fundamental consultar con un veterinario antes de administrar cualquier producto”, advirtió la médica.
Explica que aunque la cabina está presurizada, el nivel de oxígeno es menor que a nivel del suelo, lo que puede afectar a perros con problemas respiratorios o cardíacos. Para la mayoría de los perros sanos, esto no representa un riesgo significativo, pero si el animal tiene una condición preexistente, es crucial consultar con un veterinario antes del viaje.
Como precauciones básicas, se recomienda:
- Alimentación: Es recomendable ofrecerle una comida ligera entre 4 y 6 horas antes del vuelo para evitar posibles malestares estomacales.
- Hidratación: Asegúrese de que el perro esté bien hidratado, pero sin darle demasiada agua justo antes de abordar. Es útil llevar un recipiente portátil para ofrecerle agua durante el trayecto.
¿Cómo minimizar el estrés del perro antes y durante el viaje en avión?
Según Ruales, algunas recomendaciones para asegurar el bienestar del perro durante el viaje son las siguientes:
- Mantener su rutina lo más normal posible antes del viaje, para evitar que sienta demasiados cambios.
- Llevar sus golosinas favoritas: Esto ayudará a recompensarlo y generar una sensación positiva durante el vuelo.
- Objetos familiares: Es recomendable llevar su manta o juguete favorito, lo cual le proporcionará mayor seguridad.
- Práctica de desplazamientos: Realizar trayectos en carro o en ambientes similares para que se acostumbre a espacios cerrados y ruidosos.
- Técnicas de relajación: Se pueden usar feromonas sintéticas, flores de Bach, fitoterapia, medicamentos biorreguladores, aromaterapia o incluso Reiki, especialmente si el perro es muy sensible al estrés.
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