Turismo

Destinos étnicos y culturales: turismo que contribuye a salvar vidas

La violencia y ahora el COVID-19 amenazan a cientos de comunidades indígenas de Colombia; sin embargo, algunos emprendimientos turísticos contribuyen con su desarrollo económico y social.

María Alejandra Castaño Carmona
24 de junio de 2020 - 11:00 p. m.
Innative Amazon visibiliza proyectos de comunidades amazónicas y el taita Diego Jamioy.
Innative Amazon visibiliza proyectos de comunidades amazónicas y el taita Diego Jamioy.
Foto: Cortesía Innative Amazon y María Alejandra Castaño Carmona

En un país como Colombia, reconocido por su rica diversidad cultural, hay decenas de iniciativas de turismo étnico o cultural que contribuyen al desarrollo y la sostenibilidad de comunidades.

Según el último Censo Nacional del DANE (2018), en Colombia hay 1′905.617 personas que se reconocen como parte de la población indígena, cifra que representa un crecimiento del 36,8 % frente a 2005. El Censo de 2018 también reveló que existen 115 pueblos nativos en el país, mientras que en 2005 se habían identificado 93.

Sin embargo, según la Acnur (agencia de la ONU para los refugiados), los pueblos indígenas son uno de los grupos que más sufren el impacto del conflicto armado colombiano, enfrentando amenazas a su autonomía, su territorio, sus procesos de ordenamiento de las relaciones naturaleza-cultura y la construcción de su identidad cultural.

Por lo tanto, en muchos casos, los emprendimientos turísticos han sido una gran alternativa de visibilización, empoderamiento y contribución con el desarrollo social y económico de estas comunidades.

“Las actividades turísticas en resguardos indígenas deben alinear a los integrantes de la comunidad y que todos aprueben participar en los procesos turísticos, buscando el beneficio socioeconómico y cultural de sus integrantes”, comenta Javier Gómez R., director de la Corporación Turismo Paz y Desarrollo.

El proceso de concertación para el desarrollo del turismo implica un planeamiento conjunto de la comunidad: identificar qué tipo de turismo quieren, determinar el territorio y las actividades, definir los intérpretes ambientales, los encargados de la alimentación y el hospedaje, de las muestras artesanales y las expresiones culturales, entre otros.

Javier Gómez añade que un buen ejercicio de turismo comunitario indígena sostenible es el que están acompañando en el Valle de Sibundoy, Putumayo, con la creación de la Corporación Ts̈abaOniñe chaquiñambe, el camino del buen vivir, conformada por indígenas y campesinos formalmente constituidos y con un plan de acción definido.

Otro emprendimiento que destaca Gómez es Wiwa Tour, la primera agencia creada y operada por indígenas nativos de la Sierra Nevada de Santa Marta.

“Desde las primeras visitas que recibimos, los viajeros quedan anonadados con nuestros bellos paisajes, cuentos, mitos, leyendas, los tejidos en las diferentes técnicas artesanales, tallados y cerámica. También por nuestra medicina, nuestro pensamiento, la forma como vemos el mundo y nos relacionamos con él”, cuenta el taita Diego Jamioy, uno de los emprendedores de la comunidad kamënsá, del Valle de Sibundoy.

Jamioy asegura que luego de la pandemia mucha gente buscará un lugar tranquilo donde haya un espacio para reiniciar sus actividades. Y como lo han dicho la Organización Mundial del Turismo (OMT), el Mincit y ProColombia, el turismo de bienestar será uno de los más buscados en todo el mundo, y Colombia tiene un alto potencial en esta categoría.

“El objetivo de este tipo de turismo es la realización de actividades para potenciar la salud física, mental y espiritual, en lo cual los pueblos indígenas tenemos mucho que ofrecer; por eso, nos estamos preparando para prestar servicios turísticos responsables y de calidad, de acuerdo con nuestros usos y costumbres, sin que esto lleve a un deterioro de nuestra cultura”, asegura el taita Diego.

Y afirma que en estos territorios el turismo es especial, porque “responde a los principios de respeto y de compartir, de ser hijos de una misma madre que nos alberga y cobija. Esperamos, cuando se pueda, contar con su presencia para juntos compartir este territorio, nuestro territorio”.

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“Si el turismo solo sirve para los turistas, deja de tener sentido”

Raquel Santos, profesora en Ostelea Tourism Management School y cofundadora de la consultora Santosantos Tourism Care, asegura que las nuevas necesidades de los viajeros harán que se valore más lo local, lo sostenible, lo humano, y esta será la base para que los destinos se diferencien y sean más atractivos.

La profesora asegura que esta mayor concienciación de los turistas influye, a su vez, en los valores de la empresa, del destino, la responsabilidad social y los criterios de sostenibilidad, porque “si el turismo solo sirve para los turistas, deja de tener sentido”.

Según la especialista, “de lo que se trata es de situar a las personas en el centro. Trabajamos con individuos, somos personas, hay sentimientos y tenemos que ir a la personalización de los servicios en el destino”.

Por lo tanto, es necesario buscar la satisfacción del turista mejorando la calidad de vida de los destinos en los que se desarrolla el turismo y el desarrollo socio económico de sus gentes.

COVID-19, otra lucha indígena

Como lo comunicó la AFP, la pandemia está diezmando a las comunidades indígenas de América Latina.

El anuncio de la muerte por COVID-19 del cacique brasileño Paulinho Paiakan, emblemático defensor de la Amazonia, puso cara a la tragedia que asola a muchos de los 420 pueblos originarios que viven en la cuenca amazónica.

Las cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hablan de al menos 20.000 indígenas infectados en la cuenca del río Amazonas. Por lo tanto, en estos tiempos en que no se puede viajar y hay decenas de emprendimientos que viven del turismo, iniciativas como Salvemos Travel buscan apoyar, mediante una estrategia de crowdfunding, a los emprendedores que se están viendo afectados por la crisis.

Entre los emprendimientos que se pueden apoyar está La Ceiba, de María Monayatofe y Manuel Sinarahua, miembros de la comunidad indígena de Mocagua, a sesenta kilómetros de Leticia por el río Amazonas.

“La Ceiba es la materialización de nuestro sueño, un lugar para compartir con otros el encanto de nuestro hogar: la selva amazónica. Desde el 2010 trabajamos en turismo y gracias a la disciplina y a una visión clara, en el 2018 logramos abrir nuestro propio espacio para viajeros que buscan un lugar auténtico, amable y cómodo para explorar el Amazonas”, dicen los emprendedores.

Ellos, a su vez, hacen parte de Innative Amazon, plataforma que visibiliza proyectos que buscan fomentar medios de sustento sostenible para comunidades amazónicas. Actualmente apoyan proyectos que se caracterizan por un fuerte componente social y una aproximación responsable con la naturaleza.

Otro de los emprendimientos que se pueden apoyar por medio de Salvemos Travel es Geotours del Guaviare. “Nuestra historia nace hace siete años de la necesidad de valorar y apropiarnos de los recursos naturales de nuestra región, para aprovecharlos de forma responsable, dándole participación a la comunidad local en la experiencia de nuestros paquetes ecoturísticos”, asegura Julián Eduardo Niño Briceño, creador del emprendimiento.

Kaí Ecotravel es otra opción, que, como cuenta Rocío María Barros Pushaina, promueve y trabaja en eco y etnoturismo en los escenarios naturales más espectaculares de la Alta Guajira, incentivando una alternativa económica sostenible para las rancherías wayuus en las zonas visitadas y una verdadera opción para el mejoramiento de su calidad de vida.

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