
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Las majestuosas termas de Caracalla inauguraron el jueves una cuenca acuática en la que se reflejan sus restos, en el marco de un proceso de modernización del sitio.
Esta cuenca, llamada “Lo Specchio” (“El espejo”), permite que los restos de los colosales baños romanos, construidos en el año 216 por el emperador Caracalla, se reflejen en la vasta superficie de agua, de 42 metros de largo y 32 de ancho, y una profundidad de 10 centímetros.
En la piscina, se han situado 20 fuentes a cada lado de un pequeño escenario donde se representarán tanto obras teatrales como espectáculos musicales que comenzarán el próximo 13 de abril, cuando este espacio se abra oficialmente al público.
“El punto importante es hacer revivir Caracalla”, explicó a la agencia EFE Peer, que ha trabajado durante dos años en el diseño de esta portentosa estructura que armoniza con el imponente yacimiento arqueológico que cada día visitan cientos de turistas.
La forma simple y rectangular de la alberca quiere recordar al ‘Natatio’, una especie de piscina olímpica que se situaba en este espacio al que los romanos acudían en la antigüedad para socializar entre los años 216 y 537 d.C., cuando estuvieron en funcionamiento las termas.
“Lo que buscamos con esta obra es que la mirada vuelva al monumento, de hecho, la instalación está al servicio del propio monumento”, aseguró el joven arquitecto italiano.
Junto a las fuentes, varios pulverizadores de agua también traen de vuelta uno de los elementos más representativos de las termas: el vapor de agua que, unido a luces led, propiciarán un ambiente inigualable que ayuda a imaginar cómo funcionaba la estructura en la Antigua Roma.
Durante el día, esta gran piscina refleja la imponente estructura sobre la que dejó de correr el agua en el año 537 durante la invasión bárbara y las Guerras Góticas, y que quedó prácticamente destruida en el 847 a causa de un gran terremoto.
La elaboración del proyecto ha sido “muy larga y dificultosa” confesó Peer, que agradeció a la dirección de las termas que “supieran escuchar” y que entendieran “la potencia del elemento agua, que podía ser útil para el monumento”.
“Esta obra busca ser útil al monumento y aportar visceralidad a su percepción para reconectarlo con un momento de hace 1.500 años”, cuando dejó de correr el agua, aseveró.
Para su inauguración al público, que tendrá lugar el próximo sábado 13 de abril, en el escenario sobre el agua se representará la obra de ballet ‘Raphsody in blue’ por parte del grupo Aterballeto, que ayudará a devolver el esplendor de uno de los símbolos turísticos y culturales de la capital de Italia.
Las Termas de Caracalla, conjunto de 11 hectáreas situado al pie de la colina del Aventino, que incluía baños pero también instalaciones deportivas y bibliotecas, se encuentran entre los sitios mejor conservados del Imperio Romano.