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Colombia ha logrado fortalecer su presencia en el mercado turístico internacional a través de una estrategia integral que combina la atracción de aerolíneas, la diversificación de su oferta y el desarrollo de herramientas basadas en datos para identificar y captar viajeros de alto valor. La apuesta no solo se centra en vender un destino, sino en posicionar al país como un territorio diverso y atractivo, donde cada región y departamento aporta experiencias únicas que enriquecen la oferta turística.
ProColombia es un actor clave en esta estrategia, liderando iniciativas que van desde la promoción de destinos emergentes hasta la organización de macrorruedas de negocios y la participación en ferias internacionales. A través de programas de formación exportadora y alianzas estratégicas con el sector privado, la entidad ha facilitado la internacionalización de la industria turística, conectando a empresarios colombianos con compradores de todo el mundo.
En entrevista con El Espectador, María Eugenia Oriani, gerente de Turismo de Reuniones de ProColombia, habla sobre los logros alcanzados y los desafíos que enfrenta la industria, desde la expansión de la conectividad aérea hasta la consolidación de Colombia en mercados estratégicos.
¿Cómo espera ProColombia que evolucione la experiencia turística en Colombia para 2025 y qué factores marcarán la diferencia en la atracción de viajeros?
ProColombia se prepara para un año turístico transformador en 2025, con ambiciones audaces que van más allá de las cifras tradicionales. Tras cerrar 2024 con 6.7 millones de visitantes internacionales, la meta para 2025 es alcanzar 7.5 millones de turistas, un objetivo que refleja no solo un crecimiento cuantitativo, sino una evolución cualitativa en la experiencia turística colombiana.
La estrategia para lograrlo se fundamenta en una diversificación radical de la oferta turística, aprovechando la sed de experiencias únicas que los viajeros han desarrollado post-pandemia. La conectividad se convierte en el eje principal de esta transformación. Nuevas rutas aéreas internacionales están diseñadas para descentralizar el turismo más allá de Bogotá: el lanzamiento de rutas directas como Qatar a mediados de año, Aeroméxico a Cartagena, nuevas conexiones de México a Cali, y la ruta Madrid-Cali representan un cambio paradigmático en la accesibilidad turística colombiana.
Las experiencias turísticas también se perfilan como verdaderas inmersiones culturales y sensoriales. Inspirándose en el modelo peruano de turismo gastronómico, Colombia apuesta por convertir la alimentación en un atractivo turístico de primer orden. Además, el turismo comunitario emerge como una propuesta diferenciadora, donde los visitantes no son meros observadores, sino participantes activos en las narrativas locales. Cada destino se prepara meticulosamente para ofrecer experiencias auténticas: desde comunidades indígenas hasta pueblos tradicionales, pasando por experiencias gastronómicas que cuentan historias a través de los sabores.
El enfoque colaborativo es otro elemento distintivo. ProColombia trabaja en estrecha coordinación con el Viceministerio de Turismo, el Ministerio de Industria, gremios y empresarios, construyendo un ecosistema turístico coherente y estratégico. El objetivo va más allá del número de visitantes: se busca atraer turistas de calidad, conscientes, que valoren la riqueza cultural y natural de Colombia, por eso nuestro foco debe ser reiventarnos para estar a la vanguardia de las experiencias y la calidad del sector.
A nivel internacional, la estrategia de expansión de ProColombia se basa en un mapeo detallado de mercados potenciales, lo que ha permitido ampliar el alcance de 21 a 26 destinos estratégicos. En este proceso, Asia Oriental se ha convertido en una región clave, y aunque la falta de vuelos directos representa un desafío, se están explorando nuevas conexiones que faciliten la llegada de viajeros desde este continente, diversificando así el perfil de visitantes. Esta apuesta por la internacionalización se refleja también en el creciente reconocimiento de Colombia en el ámbito turístico, con seis premios otorgados por Tripadvisor que destacan a Medellín, Bogotá y Cartagena entre los mejores destinos de Suramérica y el mundo. Además, testimonios de compradores internacionales resaltan la riqueza cultural, natural y gastronómica del país, consolidando su imagen como un destino atractivo, seguro y en constante evolución.
Muchos turistas tienen la mirada en Colombia, ¿qué estrategias ha implementado ProColombia para posicionar al país como un destino turístico de referencia a nivel internacional?
Colombia se ha consolidado como un destino turístico de gran atractivo internacional, y detrás de este posicionamiento está la estrategia de ProColombia, un modelo integral que impulsa el crecimiento del sector a través de tres pilares fundamentales.
El primero es la Gerencia Vacacional, que va más allá de la simple promoción de destinos para construir narrativas de viaje inmersivas y auténticas. Su enfoque abarca múltiples nichos que destacan la diversidad del país: desde el turismo de bienestar, que fomenta el equilibrio personal, hasta el turismo comunitario, que facilita encuentros genuinos con las comunidades locales. También incorpora experiencias gastronómicas, turismo igualitario y propuestas innovadoras que redefinen la manera en que se descubre Colombia.
El segundo pilar, la Gerencia de Reuniones, amplía el concepto de turismo al convertir eventos en plataformas de conexión y desarrollo. Congresos asociativos, reuniones corporativas y la industria del romance (que abarca desde bodas hasta pedidas de mano y lunas de miel) son algunos de los segmentos que fortalecen esta estrategia. Además, eventos deportivos, militares y sociales se integran como escenarios para mostrar la riqueza cultural y hospitalidad del país.
El tercer pilar, la Gerencia de Innovación y Sinergias, actúa como el motor estratégico que prepara al sector turístico para la competitividad internacional. A través de iniciativas como la conectividad aérea, el desarrollo hotelero y un programa de formación exportadora, ProColombia impulsa la internacionalización del sector mediante ferias, misiones comerciales y programas de capacitación. Un ejemplo es el Colombia Travel Mart 2025, que reafirmó el potencial turístico del país con expectativas de negocios que superan los US$53,4 millones. Durante el evento, más de 3.300 reuniones conectaron a 214 exportadores colombianos con 179 compradores internacionales, fortaleciendo la industria y posicionando a Colombia como un destino clave para la inversión turística.
Además, un plan de medios estratégico, que combina herramientas digitales y tradicionales con indicadores precisos, garantiza que cada acción tenga un impacto medible en términos de posicionamiento y desarrollo del sector. Más que una estrategia de promoción, el modelo de ProColombia es una herramienta de transformación económica y social. Cada experiencia turística se convierte en una oportunidad para conectar con la esencia del país, conocer su gente y descubrir su riqueza cultural. Así, más que invitar a visitar un destino, ProColombia propone vivir Colombia, donde cada lugar cuenta una historia y cada viajero se suma a una narrativa de descubrimiento y encuentro.
ProColombia ha implementado una estrategia basada en seis regiones turísticas. ¿Cómo ha impactado esta división en la manera en que los viajeros descubren y experimentan el país?
Esta innovadora división va más allá de límites políticos o administrativos, permitiendo presentar el país como un mosaico de experiencias únicas: desde los contrastes del Gran Caribe Colombiano, donde coexisten nieves perpetuas y desiertos de dunas, hasta la megadiversidad del Pacífico, pasando por los Andes occidentales y orientales, el Macizo Colombiano y la imponente región de Amazonía-Orinoquía.
Cada región cuenta una historia diferente: el Gran Caribe muestra un territorio que supera los estereotipos, con culturas indígenas como los wayúu y zenú, y un legado que va desde la arquitectura colonial hasta la música de Gabriel García Márquez. El Pacífico Colombiano se presenta como un ecosistema megadiverso, donde la riqueza natural se fusiona con una cultura vibrante representada por la salsa de Cali, sus festivales y una gastronomía única que refleja la confluencia de tradiciones afrocolombianas e indígenas. Los Andes occidentales revelan la cultura cafetera y campesina, donde la modernidad dialoga con la tradición. Los Andes orientales son el epicentro histórico de la colonización y la independencia, un lugar donde las leyendas como El Dorado cobran vida. El Macizo Colombiano transporta a los visitantes al mundo de las culturas ancestrales, mientras que la Amazonía-Orinoquía representa la última frontera verde, un territorio sagrado donde la naturaleza y las comunidades locales mantienen una conexión primordial.
¿Cuáles son los segmentos turísticos que han ganado mayor protagonismo en Colombia en los últimos años y qué factores han impulsado su crecimiento?
En la actualidad, dos segmentos emergen con especial potencial: el turismo de bienestar, y el turismo comunitario, cada uno representando una dimensión única de la experiencia viajera colombiana.
El turismo de bienestar (wellness) se distingue claramente del tradicional turismo de salud. No se trata únicamente de tratamientos médicos, sino de una experiencia holística que integra alimentación, prácticas de bienestar, y conexión cultural. Este segmento busca ofrecer al viajero una transformación personal que va más allá del descanso, invitándolo a una inmersión profunda en los rituales y tradiciones que promueven el equilibrio físico, mental y emocional.
Por otro lado, el turismo comunitario emerge como una estrategia de inclusión económica y desarrollo territorial a la que Colombia le está apostando todo. Esto se debe a que, para regiones históricamente afectadas por la violencia y el conflicto, el turismo se convierte en una herramienta de reactivación económica y visibilización. ProColombia no solo promueve estos destinos, sino que los prepara integralmente para la competitividad internacional. El acompañamiento incluye formación, adecuación de infraestructura, diseño de experiencias y estrategias de promoción, permitiendo que comunidades anteriormente marginadas se transformen en protagonistas de su propio desarrollo.
La conectividad se configura como el elemento articulador de esta nueva visión turística. Más allá de rutas aéreas tradicionales, ProColombia explora innovadoras alternativas como cruceros fluviales, como el reciente proyecto en el río Magdalena. El crucero, que conecta destinos históricos y literarios como Cartagena, Barranquilla, Palenque y lugares asociados a Gabriel García Márquez, no solo ofrece una experiencia de lujo, sino que atrae un perfil de viajero consciente: aquel comprometido con la sostenibilidad, el turismo regenerativo, el impacto positivo, pero que está dispuesto a pagar por una experiencia única y completa.
A futuro, Colombia busca consolidarse como un destino turístico de clase mundial. La comunicación se diseña como un ecosistema integral que va más allá de la publicidad tradicional, creando un relato turístico que combine medios tradicionales, plataformas digitales y el poder de las recomendaciones personales. Cada mensaje está calculado para despertar la curiosidad, desafiar los estereotipos y mostrar al país como un destino de experiencias transformadoras.
Uno de los principales desafíos del turismo en Colombia ha sido diversificar la oferta más allá de las grandes ciudades y atraer visitantes a regiones menos exploradas. ¿Cuáles son las principales barreras que enfrentan los destinos emergentes para captar turistas de manera sostenible y consciente?
La conectividad es el primer gran reto para que los destinos emergentes en Colombia logren atraer turistas de manera consciente y sostenible. Más allá de la existencia de aeropuertos, se requiere una estrategia que facilite el acceso y promueva el desarrollo de infraestructura clave. Colombia ha implementado el modelo de “aeropuertos puente”, donde terminales principales como el de Cali no solo reciben vuelos internacionales, sino que también funcionan como centros de distribución hacia regiones cercanas. De manera similar, La Guajira se ha convertido en un punto de conexión con el Gran Caribe Colombiano, integrando destinos como Santa Marta, Barranquilla y Cartagena en una oferta turística articulada.
Sin embargo, la conectividad va más allá del transporte aéreo. La falta de infraestructura hotelera adecuada, la preparación de destinos para recibir visitantes nacionales e internacionales y la necesidad de garantizar altos estándares de calidad en el servicio son obstáculos clave que deben superarse. ProColombia trabaja en fortalecer estos aspectos a través de estrategias que no solo promueven los destinos, sino que también generan un ecosistema turístico competitivo y sostenible.
Además, la inversión extranjera juega un papel crucial en este proceso. La articulación entre turismo, inversión, exportaciones y promoción de la marca país permite atraer no solo viajeros, sino también inversionistas que ven en Colombia un mercado con potencial de crecimiento. El objetivo es lograr un efecto multiplicador en el que cada turista satisfecho se convierta en un embajador del destino, promoviendo nuevas visitas y contribuyendo al posicionamiento de los destinos emergentes en el panorama internacional.
Se habla mucho del turismo sostenible y regenerativo, pero ¿cómo se está midiendo realmente su impacto en el desarrollo económico, la conservación ambiental y el bienestar de las comunidades locales?
La estrategia de ProColombia para medir el impacto del turismo y promover su desarrollo sostenible representa un enfoque integral que va más allá de los discursos tradicionales, transformando la sostenibilidad de un concepto abstracto a una práctica concreta y medible en todo el ecosistema turístico colombiano .
El modelo de implementación se caracteriza por un abordaje sistémico que involucra a todos los actores de la cadena turística. En lugar de limitarse a declaraciones generales sobre sostenibilidad, ProColombia trabaja directamente con destinos, entidades locales, empresarios y infraestructura turística para desarrollar acciones específicas y mensurables. Esta aproximación reconoce que la sostenibilidad no es un objetivo único, sino un conjunto de prácticas adaptadas a las particularidades de cada segmento y actividad económica.
En el segmento de turismo de reuniones, por ejemplo, la organización está implementando transformaciones profundas en centros de convenciones y hoteles. Las intervenciones incluyen estrategias concretas como la reducción de la huella de carbono, optimización del tratamiento de aguas, minimización del desperdicio de alimentos y gestión responsable de materiales de eventos. Cada acción se diseña considerando las características específicas del tipo de evento y el contexto local, lo que permite una implementación verdaderamente personalizada y efectiva.
Para el turismo vacacional, el enfoque es igualmente meticuloso. Se trabaja en la sensibilización de empresarios y comunidades locales, proporcionándoles herramientas y conocimientos para implementar prácticas sostenibles. El objetivo no es simplemente reducir el impacto ambiental, sino crear un modelo de turismo que genere beneficios económicos directos para las comunidades locales, preserve la biodiversidad y promueva la conservación cultural.
La medición del impacto se realiza mediante un sistema de indicadores que evalúan no solo aspectos ambientales, sino también sociales y económicos. Se analizan métricas como la generación de empleo local, la preservación de tradiciones, el nivel de inversión en comunidades, la reducción de la huella de carbono y el mantenimiento de la biodiversidad. Esta aproximación permite a ProColombia comprender el verdadero valor del turismo más allá de las cifras tradicionales de visitantes y ingresos.
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