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El turismo de naturaleza en Cundinamarca recibe un nuevo impulso con la reapertura oficial de actividades náuticas en el Aula Ambiental Abierta Parque Embalse del Neusa, una iniciativa liderada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) como parte de su estrategia de reactivación turística con enfoque sostenible.
La decisión, anunciada por el director general de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros, se fundamenta en un estudio técnico exhaustivo que permitió definir zonas específicas de uso público y áreas restringidas para la conservación de especies clave, como el pez capitán y aves endémicas del territorio.
Turismo sí, pero con límites claros
La reapertura no implica un acceso libre sin regulación. Todo lo contrario: el embalse operará bajo un modelo de gestión basado en sostenibilidad. Las actividades náuticas permitidas incluyen:
- Bicicletas acuáticas de pedaleo
- Canotaje y navegación a vela
- Recorridos en lancha motorizada bajo condiciones especiales
- Pesca artesanal de bajo impacto (solo con caña y línea, desde zonas autorizadas)
- Prácticas recreativas sin motor
Cada una de estas actividades contará con una capacidad de carga y una normativa ambiental específica, lo que garantiza un equilibrio entre disfrute turístico y protección del ecosistema.
Convocatoria a operadores turísticos
Como parte del proceso, la CAR lanzará una convocatoria pública dirigida a empresas turísticas con experiencia en manejo ambiental y técnico de este tipo de servicios. Las propuestas deberán cumplir con requisitos como:
- Registro Nacional de Turismo (RNT) actualizado
- Presencia obligatoria de un operador náutico y un guía ambiental en cada actividad
- Restricciones en navegación motorizada: máximo 115 HP, preferencia por motores eléctricos o de baja cilindrada, y límite de velocidad de 50 km/h
Más allá del disfrute, el proyecto busca promover el conocimiento ambiental y la apropiación del entorno natural por parte de los visitantes.
“Buscamos liderar un turismo de naturaleza responsable y comprometido que permita la apropiación de nuestros visitantes por la riqueza natural que envuelven nuestras aulas ambientales abiertas”, concluye Ballesteros.