Treinta firmantes del Acuerdo Final de Paz se dieron cita en Bogotá para participar en el Primer Encuentro Nacional de Iniciativas de Turismo Comunitario. Representando a 15 iniciativas de los departamentos de Bolívar, Caquetá, Cundinamarca, Guaviare, Tolima y Meta, los asistentes trazaron una hoja de ruta conjunta para consolidar el turismo como una herramienta de transformación social y reconciliación territorial.
El evento se realizó en La Casa de la Paz, un espacio que simboliza la economía solidaria y la construcción de paz urbana en el país. La iniciativa se enmarca en el programa Destinos de Paz, liderado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Fontur, con apoyo de la organización Travolution. Este programa se articula con las políticas del Gobierno del Cambio y la visión del País de la Belleza, y busca consolidar al turismo comunitario como motor de memoria viva, economía popular y tejido social.
“En el Gobierno del Cambio estamos convencidos de que la paz se construye desde los territorios. Por eso, apoyamos con decisión propuestas como Destinos de Paz, en la que el turismo comunitario se convierte en herramienta de reconciliación, economía popular y transformación social”, expresó Cielo Rusinque, ministra encargada de Comercio, Industria y Turismo.
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Diagnóstico colectivo y plan de fortalecimiento
Durante el encuentro se realizó un ejercicio técnico participativo para diagnosticar el estado actual de las iniciativas en aspectos como alojamiento, alimentos y bebidas, guianza, operación turística, comercialización y organización interna. A partir de esta evaluación, se diseñó una agenda de formación que se implementará durante los próximos 10 meses, con énfasis en:
- Diseño de productos turísticos con identidad territorial
- Estrategias de comercialización diferenciada
- Narrativas propias de paz y transformación
- Monitoreo ambiental y conexión con la naturaleza
- Gestión organizativa y trabajo comunitario
El objetivo es fortalecer las capacidades locales para ofrecer experiencias turísticas con sentido, sostenibles y competitivas, que reflejen la riqueza cultural y natural de los territorios.
Tejiendo redes de paz
Fernando Estupiñán, gerente general encargado de Fontur, destacó que el turismo comunitario liderado por firmantes de paz “hace visible el rostro humano de la paz” y fortalece la economía local. En su intervención subrayó que estas iniciativas representan “una transformación real desde el territorio”, y que el compromiso institucional es construir redes sólidas que impulsen nuevos destinos turísticos desde una lógica de inclusión, dignidad y corresponsabilidad.
Uno de los objetivos a mediano plazo es posicionar estas apuestas comunitarias en espacios de incidencia local y nacional, como juntas de acción comunal, alcaldías, mesas de turismo, gobernaciones e instituciones del orden nacional.
Narrativas vivas, turismo con propósito
Más allá del intercambio técnico, el encuentro fue también un espacio de construcción simbólica. Las y los firmantes reflexionaron sobre el poder del turismo como herramienta pedagógica, capaz de narrar nuevas historias, superar estigmas y reconectar con la naturaleza. “Las historias crean territorio. Nos unen. Generan vínculos”, expresó uno de los participantes.
La estigmatización continúa siendo un desafío para muchas de estas iniciativas. Por eso, durante el encuentro se propusieron nuevas formas de comunicación que resalten el valor humano de las comunidades. Surgieron ideas como la creación de murales, relatos colectivos y símbolos territoriales —como animales emblemáticos— para fortalecer el vínculo entre visitantes y anfitriones.
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El proceso proyecta además una dimensión internacional. Con el acompañamiento de aliados públicos y privados, se busca consolidar a los Destinos de Paz como referentes de turismo con propósito, conciencia ambiental y alto valor cultural.
El turismo como puente de reconciliación
Tras el evento, las y los firmantes regresarán a sus territorios con el compromiso de replicar lo aprendido, fortalecer sus comunidades y continuar el proceso de articulación. Se prevé que en los próximos meses se realicen encuentros locales para adaptar la estrategia a cada realidad territorial.
“Turismo también es pedagogía. Es compartir lo que somos, con orgullo y sin miedo”, resumió otra de las lideresas participantes. En esta apuesta, el turismo comunitario no solo dinamiza la economía: se convierte en un acto de diálogo, sanación y esperanza compartida.
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