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Hablar de Fórmula 1 es mucho más que referirse a motores rugiendo y monoplazas desafiando los límites de la velocidad. Es hablar de ciudades que se reinventan, de destinos que se llenan de vida, espectáculo y turismo. Con una popularidad que no deja de crecer, cada Gran Premio se ha convertido en una vitrina de alto nivel para los países anfitriones, que invierten grandes sumas no solo por el prestigio de formar parte del llamado ‘Gran Circuito’, sino también por el impulso económico y la proyección internacional que conlleva.
Un ejemplo claro es el Gran Premio de Bélgica, que se celebrará este domingo 27 de julio en el icónico circuito de Spa-Francorchamps. Este evento marca el inicio de la segunda mitad de la temporada 2025, compuesta por 24 carreras que culminarán en diciembre en Emiratos Árabes Unidos. La expectativa ya se siente en el ambiente: la industria turística del país se prepara para recibir a miles de aficionados que, además de vivir la emoción de la F1, impulsarán el comercio, la hotelería y la promoción del destino a escala global.
Y es que la popularidad del evento no ha hecho más que crecer: en 2024 reunió a un récord de 380.000 asistentes, consolidándose como una de las cinco carreras con mayor público del año.
Estos son algunos destinos que debe conocer si está en el evento
Stavelot
Stavelot es un municipio belga ubicado en la provincia de Lieja, en el corazón del macizo de las Ardenas, que destaca por su excepcional patrimonio histórico y cultural. Su centro urbano conserva la arquitectura del siglo XVIII con una majestuosa plaza grande, casas de piedra y entramado de madera, mientras que su antigua Abadía del siglo VII, clasificada como patrimonio excepcional de Valonia, se ha convertido en el epicentro cultural de la región tras su renovación en 2002.
De hecho, la abadía alberga tres museos destacados: el Museo del Circuito de Spa-Francorchamps, ideal para quienes desean conocer a fondo la historia de este emblemático trazado, uno de los pocos que formó parte de la temporada inaugural de la Fórmula 1 y que se ha consolidado como un referente del automovilismo mundial. En 2025 se celebrará allí el 81.º Gran Premio de Bélgica desde su debut en 1925 y la 58.ª carrera de Fórmula 1 en este circuito, que por segunda vez, tras 2023, contará con el formato Sprint. Completan la oferta cultural el Museo Guillaume Apollinaire y el Museo Histórico del Principado de Stavelot-Malmédy. Además, la ciudad invita a explorar su entorno natural con seis rutas de senderismo bien señalizadas, como la popular Promenade du Loup de 6,3 km, que recorre bosques, praderas y el pintoresco valle del río Amblève.
Malmédy
Malmedy es un municipio belga ubicado en la provincia de Lieja, en la Comunidad francesa de Bélgica, que se extiende sobre un exuberante valle formado por la confluencia de los ríos Warche y Warchenne. Su rica historia como ciudad fronteriza se remonta al siglo VII cuando fue abadía imperial junto con Stavelot, experimentando múltiples cambios de soberanía: destruida por tropas francesas en 1689, pasó a Francia en 1794, luego al Reino de Prusia en 1815, y finalmente fue anexionada a Bélgica el 6 de marzo de 1925 tras plebiscitos realizados después de la Primera Guerra Mundial. Esta compleja historia fronteriza ha moldeado el carácter de sus habitantes, quienes han preservado la lengua valona y sus tradiciones folclóricas como un tesoro cultural.
El corazón cultural de Malmedy se encuentra en su catedral, con cámara del tesoro y los edificios monásticos que albergan el “Malmundarium”, un moderno centro cultural y turístico que ofrece exposiciones de arte, estudios de cuero, papel y carnaval que reflejan las importantes tradiciones locales. La ciudad sirve como punto de partida ideal para explorar las Hautes Fagnes (Altos Pantanos), un lugar natural único que ofrece extensas rutas de senderismo y ciclismo de montaña, incluyendo excursiones cerca de Bellevaux con sus formaciones rocosas “Rocher de Falize” y “Rocher de Warche” y la única microcervecería de Bélgica.
Spa
Spa, ubicada en la provincia belga de Lieja, es una ciudad legendaria que ha sido sinónimo de relajación y bienestar desde la época romana, cuando ya era conocida por sus baños termales. Durante el siglo XVIII, esta localidad se convirtió en el punto de encuentro predilecto de la aristocracia europea, quienes acudían a disfrutar de sus aguas ferruginosas y el entorno natural que la rodea, llegando incluso a recibir la visita del zar Pedro I de Rusia en 1717. Su importancia histórica fue tal que en 1763 se construyó allí el primer casino del continente europeo, aunque durante la Primera Guerra Mundial la ciudad adquirió un carácter muy diferente al convertirse en el centro de operaciones del mando alemán donde residía el emperador Guillermo II.
Actualmente, Spa trasciende su fama termal para ofrecer una experiencia turística integral que combina tradición y modernidad. La ciudad alberga el famoso Circuito de Spa-Francorchamps, sede del Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1, convirtiéndola en destino obligatorio para los amantes del automovilismo, mientras que los entusiastas de la naturaleza pueden disfrutar de diversos parques y rutas verdes perfectas para recorrer en bicicleta. Su rica gastronomía incluye especialidades como las albóndigas a la Bobeline, el aperitivo Rosée de Spa elaborado con arándanos locales y manzana, la cerveza local Bobeline, y los exquisitos pralinés que deleitan a los amantes del chocolate.
Ardenas
La región de las Ardenas, se extiende por Bélgica, Luxemburgo y el departamento francés de Ardenas, caracterizándose por sus extensos bosques y colinas que alcanzan entre 300 y 500 metros de altura, con el punto más elevado en Signal de Botrange (694 metros) en la provincia belga de Lieja. Esta región, escasamente poblada, ha sido históricamente un territorio estratégico que cambió de manos múltiples veces entre las monarquías europeas. Durante las dos guerras mundiales, las Ardenas demostraron su importancia militar cuando los alemanes lograron atravesar exitosamente este terreno aparentemente impenetrable para atacar Francia, siendo escenario de batallas decisivas como la batalla de Francia en 1940 y la batalla de las Ardenas en 1944-1945, la última gran ofensiva alemana en el frente occidental.
Los valles y ríos de las Ardenas constituyen elementos fundamentales de la identidad regional, siendo el río Mosa la arteria principal que nace cerca de Langres y atraviesa Francia, Bélgica y los Países Bajos hasta el mar del Norte, recibiendo afluentes como el Semois, el Lesse, el Ourthe y el Amblève. Estos cursos de agua, que antiguamente sirvieron como importantes rutas comerciales debido a la dificultad de atravesar los bosques, hoy ofrecen una amplia gama de actividades recreativas y deportivas, desde el kayak en el Lesse hasta el ciclismo de montaña en el valle del Semois. Los valles albergan ciudades históricas como Lieja y Namur en el Mosa, Bouillon en el Semois con su castillo cruzado, Dinant cuna del saxofón, y La Roche-en-Ardenne en el Ourthe.
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