Turismo

La ruta del placer: un recorrido por los museos del sexo más importantes del mundo

Con el paso del tiempo varios museos han aparecido mundialmente para ilustrar un tema que por años fue tabú: el sexo. A través de galerías fotográficas, esculturas y hasta salas interactivas les permiten a los turistas conocer esta cultura dependiendo del país. Recorrido no apto para menores de 18 años.

marcela díaz sandoval
01 de agosto de 2018 - 05:53 p. m.
Getty Images
Getty Images

Love land (Jeju, Corea del Sur)

El 16 de noviembre del 2004 se inauguró ‘Tierra de amor’, ubicada en una isla que por años había sido famosa por las lunas de miel de las parejas coreanas. Se trata de un parque temático de esculturas, basado en la sensualidad y el erotismo, creado con la ayuda de veinte artistas, principalmente, graduados de la escuela superior de arte Hongik University.

Durante el recorrido de una hora, los visitantes se encuentran con 140 esculturas de sexo explícito, que le encuentran una explicación voluminosa a ciertas posturas del kamasutra, así como otras figuras de órganos sexuales gigantescos. El valor de la entrada es de 23.000 pesos y solo se permite el acceso a mayores de 18 años.

Museo del sexo (Nueva York, Estados Unidos)

Ubicado en la Quinta Avenida y con 16 años de funcionamiento, el Museo del Sexo o MoSex es uno de los lugares más visitados en ‘La gran manzana’. La temática principal es la evolución sexual del hombre, pero no de una manera picante o explícita sino seria y didáctica. La colección permanente del Museo está formada por 15.000 artículos, entre los que hay trabajos de arte, fotogra­fías, disfraces, preservativos, vibradores e inventos tecnológicos.

Además de las exposiciones permanentes hay exhibiciones temporales que cambian muy a menudo como shows de travestis, el negocio de la pornografía e incluso sobre la prostitución callejera en New York. Los costos de ingreso oscilan entre 15 dóla­res ($42.000) y 125 dólares ($353.000) y sólo está permitido el acceso a mayores de 18 años.

Museo de máquinas sexuales (Praga, República Checa)

En la calle Melantrichova 18, a solo 50 metros de la Plaza de la Ciudad Vieja, está ubicado este excéntrico museo que se ca­racteriza por mostrar artilugios creados por el hombre para el placer propio y extraño. La exposición se describe como una exhi­bición de utensilios sexuales mecánicos, por lo que es normal que el visitante se encuentre con un vibrador a manivela, de 1910; un cinturón de castidad, de 1580, un corsé de hierro, de 1500, o una máqui­na eléctrica antimasturbadora.

Son tres pisos que no dejarán indiferente a ningún visitante. El horario es de 10:00 a.m. a 11:00 p.m. y solo se permite el ingreso a mayores de 18 años. La entrada tiene un costo de 250 coronas, lo que equivale a 34.000 pesos, aproximadamente.

Museros (San Petersburgo, Rusia)

Bajo su lema: “te diremos todo lo que otros no hablan”, este museo les ofrece a sus visitantes exposiciones de graba­do erótico japonés del siglo XVIII y XIX, muestras de los mejores fotógrafos eró­ticos de San Petersburgo, secretos de la excitación femenina, entre otros. Además, les permiten disfrutar de exhibiciones in­teractivas en su sala multimedia 3D, ver una de las mejores colecciones que cons­ta de exposiciones antiguas y modernas en la que recogen diversas adaptaciones, artefactos y objetos utilizados por dife­rentes personas en los juegos sexuales y hacer fotos memorables con el fondo de temas interesantes.

Como la idea de los curadores es ofrecer­les a los visitantes una perspectiva fresca de cómo las prácticas sexuales difieren de cultura a cultura, y a final de cuentas evolucionan con el tiempo, el museo da la opción de comprar una suscripción para todo el año. De esta manera los visitantes podrán asistir los 365 días y estar actuali­zados sobre las nuevas exposiciones.

 

Por marcela díaz sandoval

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar