Subir 424 escalones nunca fue tan inspirador. Tras el devastador incendio de 2019, las torres de Notre Dame vuelven a abrir sus puertas y ofrecen una experiencia transformada: no solo se recupera la vista panorámica más célebre de la capital francesa, sino que también se revela un recorrido rediseñado que mezcla patrimonio, historia y emoción.
Construida entre 1163 y 1245 en la Île de la Cité, la Catedral de Notre Dame es una de las joyas góticas más antiguas y célebres del mundo. Dedicada a la Virgen María, ha sido escenario de momentos cruciales como la coronación de Napoleón Bonaparte, la beatificación de Juana de Arco o la coronación de Enrique VI de Inglaterra.A lo largo de los siglos, el templo ha sufrido varias restauraciones; la más importante, en el siglo XIX, transformó su fisonomía con nuevos arbotantes, el rosetón sur y esculturas añadidas.
El 15 de abril de 2019, Notre Dame vivió su mayor tragedia: un incendio destruyó buena parte del tejado y derrumbó la emblemática aguja central. Fue el mayor desastre en sus ocho siglos de existencia. Tras cinco años de cierre y una restauración monumental, la catedral reabrió oficialmente el 7 de diciembre de 2024, con la reapertura de las torres como uno de sus hitos más esperados.
Una visita rediseñada para sorprender
El acceso comienza en la torre sur, donde una doble escalera de roble conduce al campanario, antes oculto al público. Allí, el visitante se encuentra con las campanas monumentales de la catedral, incluida la célebre Emmanuel, de más de 13 toneladas. El recorrido sigue hacia el patio de las cisternas, un espacio que permite apreciar la reconstrucción del “bosque”, el armazón de madera devorado por las llamas. La salida se realiza por la torre norte, acompañada de paisajes sonoros y detalles artísticos que suavizan el descenso.
El ascenso culmina en las terrazas, a 69 metros, con un mirador de 360 grados que deja ver el Sena, la aguja reconstruida y los tejados parisinos. Desde allí, las quimeras medievales parecen vigilar silenciosamente la ciudad, evocando la atmósfera literaria de Victor Hugo.
La reapertura es posible gracias a un trabajo titánico: vigas sustituidas, campanas descolgadas para inspección, techos renovados y sistemas de seguridad reforzados. Todo ello enmarcado en la segunda fase de restauración, con una inversión superior a 550 millones de euros.
Consejos prácticos para la visita
- Duración: unos 45 minutos.
- Acceso limitado: solo 19 visitantes por turno y un máximo de 400.000 al año.
- Condición física: indispensable; algunos pasajes son estrechos y otros requieren agacharse.
- Precio: 16 € (19 USD); la entrada a la catedral sigue siendo gratuita.
- Recomendación: llevar agua embotellada, ya que no hay aseos ni puntos de hidratación en el recorrido.