¿Primera vez en nieve o alta montaña? Consejos clave para senderistas

Caminar en alta montaña, ya sea en Colombia o en regiones invernales del mundo, requiere preparación física, equipo adecuado, guía profesional y respeto profundo por la naturaleza y sus señales.

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Si le gusta el senderismo, quizá ya esté pensando en ir más allá de las rutas tropicales de Colombia. Tal vez planea un viaje a Europa o a algún destino frío donde caminar en invierno sea todo un reto. No se preocupe: aquí le compartimos algunos consejos que le servirán tanto para subir a los nevados del país como para disfrutar de senderos helados en el extranjero.

Y es que el frío, tanto el del invierno como el de la alta montaña, realmente pone a prueba la pasión por el senderismo y el trekking. Exige más equipo, más preparación y mayor compromiso, pero también ofrece una conexión más intensa, profunda y auténtica con la naturaleza. Por eso, con el conocimiento adecuado, las condiciones invernales no deberían ser un obstáculo. Eso sí, antes de continuar con cualquier consejo, es importante advertir que si planea caminar en zonas altas con posibilidad de nieve o hielo, lo primero es capacitarse con un guía de montaña o en un centro especializado, debido a que estas condiciones implican nuevos riesgos, terrenos transformados y habilidades distintas.

Ahora sí, los consejos. Y es que según Esteban Hernández, coordinador de expediciones de Cumbres Blancas —una organización ambiental dedicada a la conservación y restauración de ecosistemas de alta montaña en Colombia, el cual en algunas ocasiones realiza turismo regenerativo en nevados—, el senderismo en zonas de alta montaña y nevados colombianos, así como en regiones invernales fuera del trópico —como en Europa—, requiere una preparación meticulosa para garantizar una experiencia segura y agradable. A continuación, presentamos una guía completa con los aspectos fundamentales que debe tener en cuenta si planea caminar en estos entornos exigentes.

1. Preparación Física y Aclimatación

Tanto en los ecosistemas de alta montaña en Colombia —que suelen encontrarse por encima de los 4.500 o 5.000 metros sobre el nivel del mar— como en las rutas invernales de regiones no tropicales, donde el frío puede ser aún más extremo, el entorno representa un desafío serio para el cuerpo. Ya sea por la altitud o por las temperaturas bajo cero y la exposición prolongada, es fundamental contar con una condición física óptima antes de emprender cualquier travesía. Es por eso que se necesita:

• Acondicionamiento cardiorrespiratorio: Ya sea en Colombia o en climas invernales de continentes más fríos, es esencial contar con una buena condición física, especialmente en lo relacionado con la resistencia y la capacidad pulmonar.
• Proceso de aclimatación: En Colombia, es clave ascender de manera gradual para adaptarse a la altitud. En Europa, aunque muchas rutas invernales están a menor altitud, el cuerpo también necesita adaptarse al esfuerzo físico bajo temperaturas bajo cero y con menos horas de luz. Todo esto para evitar el llamado Mal de Altura o Soroche, el cual le explicamos aquí.
• Consideraciones de salud: Personas con enfermedades cardíacas, respiratorias o problemas circulatorios deben consultar a un médico antes de exponerse a altitudes extremas o a temperaturas bajo cero, tanto en zonas tropicales como no tropicales.

2. Equipamiento Adecuado: La Teoría de las Tres Capas

“El principio de vestimenta por capas es aplicable tanto en los nevados colombianos como en caminatas invernales en Europa o cualquier zona fría. Este sistema permite adaptarse a cambios bruscos de temperatura y mantener el cuerpo seco y caliente”, aseguró Hernández.

Primera Capa (Térmica)

• Ropa interior térmica ajustada y transpirable (superior e inferior).
• Medias térmicas (preferiblemente de lana merino).

Esta capa debe eliminar el sudor sin enfriar el cuerpo.

Segunda Capa (Aislante)

• Pantalones de secado rápido (evitar jeans o prendas que le hagan peso por la humedad).
• Buzos polares o chaquetas sintéticas/plumas.

Su función es mantener el calor corporal, incluso en caso de humedad ambiental.

Tercera Capa (Protectora)

• Chaquetas y pantalones impermeables y cortaviento.
• En zonas europeas, asegúrese de que esta capa sea también transpirable y adecuada para la nieve profunda o el hielo.

Accesorios Esenciales

• Guantes impermeables y térmicos.
• Gorro térmico que cubra las orejas.
• Bufanda, cuello térmico o pasamontañas (especialmente en zonas con viento fuerte).
• Gafas oscuras o de ventisca (en Europa, la radiación sobre la nieve puede ser intensa).
• Protección solar (sí, incluso en invierno).

En zonas invernales europeas, también puede ser necesario el uso de crampones, bastones de trekking con rosetas para nieve y polainas, especialmente si hay acumulación o riesgo de hielo.

3. Acompañamiento Profesional

“Ya sea en los nevados de Colombia o en los Alpes, Pirineos u otras regiones frías, es imprescindible contar con guías capacitados, especialmente si no se tiene experiencia en condiciones invernales”, subrayó el experto.

Esto se debe a que un guía profesional:

• Conoce la ruta, el comportamiento del clima y las condiciones del terreno.
• Puede evitar extravíos, interpretar señales de avalancha o inestabilidad del glaciar.
• Sabe cuándo es prudente continuar o cuándo es mejor detenerse.
• Está preparado para actuar en caso de emergencia o accidente.

“En Europa, existen centros certificados de actividades al aire libre donde es posible tomar cursos básicos de orientación en nieve, uso de equipo técnico y seguridad en montaña. Este tipo de formación es altamente recomendable para quienes buscan llevar su experiencia al siguiente nivel. Aunque siempre lo recomendaremos y es que vayan siempre acompañados con algún experto”, dijo

Sin embargo, en Europa existen zonas donde es posible realizar rutas de menor exigencia, ideales para quienes buscan mayor independencia en sus aventuras. No obstante, es fundamental contar con ciertas habilidades específicas para disfrutar la experiencia con seguridad.

Formación y Preparación

• Cursos especializados: La formación en cartografía y técnicas básicas de escalada resulta esencial para quienes desean aventurarse de forma independiente.
• Experiencia progresiva: La autonomía en montaña se adquiere gradualmente, comenzando por rutas sencillas y avanzando hacia mayor complejidad. Lo más aconsejable es que intenten al menos una ruta de nevados colombianos, para ahí si aventurarse en otros países.
• Planificación de rutas: Estudiar previamente el recorrido, identificando puntos críticos, refugios y vías de escape.
• Manejo de brújula: Saber orientarse y trazar rumbos incluso en condiciones de visibilidad reducida como niebla densa.

Además de las habilidades, también es necesario contar con los implementos adecuados. Hoy en día, muchos confían exclusivamente en herramientas tecnológicas, y según Hernández, esto puede ser un riesgo si no se complementan con conocimientos básicos y equipo tradicional.

• Mapas físicos: Es fundamental llevar siempre un mapa impreso de la zona en una funda impermeable, independientemente de los dispositivos electrónicos disponibles.
• Brújula de calidad: Una brújula fiable constituye un elemento imprescindible para la navegación en montaña. Se recomienda modelos profesionales diseñados específicamente para actividades al aire libre.
• Dispositivos electrónicos como complemento: "Los GPS especializados y las aplicaciones móviles pueden ser herramientas útiles durante una ruta, pero no deben ser la única forma de orientación. Los teléfonos móviles, por ejemplo, presentan limitaciones importantes: dependen de la señal GPS y, en muchos casos, de conexión a internet; pueden quedarse sin batería en momentos críticos; no siempre son precisos al mantener una dirección en línea recta y, sobre todo, no reemplazan la capacidad de interpretar el terreno y tomar decisiones acertadas en función de las condiciones reales", puntualizó Hernández.

Tenga en cuenta las condiciones cambientes

“En invierno y temporadas de lluvia, los días son más cortos, las mochilas más pesadas y las condiciones bajo los pies pueden ser agotadoras. Es recomendable planificar las rutas teniendo en cuenta estas limitaciones, eligiendo senderos menos desafiantes o zonas menos propensas a cambios repentinos de clima. Si la naturaleza presenta condiciones inesperadas, lo más prudente es adaptarse y priorizar siempre la seguridad. Ante la duda sobre la sensatez de continuar, es preferible optar por alternativas más seguras”, recomendó el experto.

Por ejemplo:

• Páramos y Zonas Bajas: En los páramos colombianos, el terreno varía según la temporada. En época seca es firme y transitable, mientras que en temporada de lluvias se vuelve lodoso y difícil, con riesgo de hundimientos.
• Morrenas y Superpáramos: En estas zonas altas, la humedad vuelve las rocas muy resbaladizas, aumentando el riesgo de caídas.
• Glaciares: Su constante movimiento genera grietas que, cubiertas por nieve fresca en época de lluvias o nevadas, pueden convertirse en trampas peligrosas para quienes no están preparados.

“De nuevo, el acompañamiento de personal calificado resulta fundamental para mitigar riesgos en alta montaña. Los guías experimentados o locales conocen la ubicación de grietas en glaciares y saben identificar rutas seguras según las condiciones cambiantes, tomando decisiones oportunas basadas en su conocimiento del terreno", dijo Hernandez.

Añade que la preparación adecuada implica siempre anticiparse al “peor escenario climático posible”. Muchos excursionistas cometen el error de subestimar las condiciones tras experiencias previas favorables. Sin embargo, se debe tener en cuenta en la alta montaña no existe realmente un “buen” o “mal” clima, sino condiciones naturales a las que nos exponemos voluntariamente.

“Las tormentas y precipitaciones intensas constituyen indicadores claros para detener el avance y considerar el regreso. En la alta montaña colombiana, especialmente en zonas de páramo, la neblina densa puede reducir la visibilidad a apenas 2-5 metros, comprometiendo gravemente la orientación y aumentando el riesgo de extravío” advirtió.

De hecho, menciona que ante condiciones adversas, la toma de decisiones es fundamental. Elegir rutas alternativas conocidas, hacer una pausa para evaluar la situación o regresar a zonas seguras puede marcar la diferencia.

Además, el monitoreo del clima es esencial para planificar con seguridad. Es recomendable consultar fuentes nacionales confiables que ofrezcan pronósticos detallados del destino elegido, especialmente durante los cinco días previos a la salida. No obstante, en alta montaña, los cambios pueden ser abruptos, por lo que es clave seguir revisando el pronóstico durante la travesía. Se debe prestar atención a factores críticos como precipitaciones, cobertura de nubes, altitud del punto de congelación, fuerza del viento y formación de neblina. Adaptar el plan según estas variables no debe verse como una renuncia, sino como una acción responsable para proteger la vida y el bienestar de todos los participantes.

Por último, tenga en cuenta lo que debe hacer en emergencia

Antes de iniciar la excursión, registre en su teléfono los números de los servicios locales de rescate y emergencia. La conectividad a internet puede ser limitada durante la travesía, por lo que es fundamental prepararse con anticipación. Infórmese sobre los datos que requerirán los equipos de rescate en caso de necesitar su asistencia.

Adicionalmente, informe detalladamente a un amigo o familiar sobre:

• La ruta que seguirá
• El horario previsto de partida y retorno
• Los puntos clave del recorrido

“Los procedimientos de seguridad en regiones montañosas de Colombia varían según las condiciones específicas de cada zona, siendo clave la disponibilidad de señal de comunicaciones, que puede ser limitada o inexistente. En este contexto, el factor más importante es contar con guías certificados, preferiblemente con formación en primeros auxilios en áreas remotas (WFA) y en técnicas de rescate en entornos naturales. En Colombia, la mayoría de los guías profesionales poseen estas certificaciones, lo que permite una respuesta adecuada ante situaciones de emergencia y contribuye significativamente a la seguridad de los excursionistas”, dijo Hernandez.

Otro item que debe tener en cuenta es sobre si siente algún malestar, y es que se desaconseja enfáticamente la automedicación durante actividades de montaña, por insignificante que parezca el malestar. Los medicamentos pueden enmascarar síntomas que posteriormente podrían manifestarse con mayor intensidad en altitudes elevadas o condiciones climáticas adversas.

Los participantes con condiciones médicas que requieran medicación regular deben:

1. Informarlo previamente mediante una ficha médica detallada
2. Coordinar con el personal guía los horarios y procedimientos de administración
3. Mantener comunicación constante sobre su estado de salud

“Más allá de si se recorre en invierno o verano, acercarse a la montaña implica estar abiertos a lo que los ecosistemas nos revelan y aprender de su naturaleza. En Cumbres Blancas valoramos profundamente estos paisajes, especialmente los glaciares, ya que no es común encontrar este tipo de formaciones en zonas tropicales dominadas por climas cálidos. Estos glaciares, además de ser únicos, actúan como verdaderos termómetros del cambio climático, alertándonos sobre los impactos ambientales actuales. Tenemos que cuidarlos, y tenemos que hacer un buen turismo”, finalizó el experto.

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