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Las rutas de senderismo cuentan con un sistema de señalización codificado por colores y formas, diseñado para facilitar la orientación en distintos tipos de recorridos. Estas señales permiten identificar la dificultad, duración y naturaleza de cada camino, así como advertir sobre desvíos o errores de ruta.
Sin embargo, no existe un sistema universal: cada país o región puede adoptar un conjunto de normas, colores y símbolos propios. A pesar de estas diferencias, la mayoría de los sistemas comparten una lógica visual común que facilita su interpretación para los caminantes experimentados.
Y antes de continuar, una primera precisión clave: los sistemas de señalización no siempre son obligatorios ni estandarizados dentro de un mismo país. Muchas reservas naturales, parques nacionales o senderos locales implementan esquemas personalizados, definidos por sus propias autoridades ambientales o administrativas. Por esta razón, es recomendable informarse sobre la señalización específica del lugar que se va a visitar.
Por ejemplo, en Estados Unidos, es habitual encontrar la información sobre los sistemas de marcaje en los sitios web oficiales de los parques o en plataformas como el Sistema Nacional de Senderos. Consultar estos recursos antes de emprender una caminata ayuda a evitar confusiones y a planificar de forma segura.
Algunos países latinoamericanos han optado por adaptar modelos extranjeros a sus necesidades locales. Tal es el caso de Brasil y Perú, donde se ha adoptado como referencia el Estándar Checo de Marcaje de Senderismo (Czech Hiking Markers Standard), ampliamente utilizado en Europa Central y del Este. Este sistema es valorado por su claridad, simplicidad y efectividad en la orientación, lo que ha motivado su implementación como base para los estándares propios de esos países.
En España, este proceso está regulado por la FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada), que establece un conjunto de lineamientos técnicos y visuales para que los senderos puedan formar parte de la red oficial. Cuando un sendero es homologado, significa que ha sido registrado por una federación autonómica o local y que cumple con los criterios establecidos por la FEDME. Esto garantiza al excursionista una experiencia segura y bien señalizada, con información confiable y consistente a lo largo del recorrido.
A continuación, les dejamos una guía para interpretar correctamente algunos de los códigos del sistema de señalización que se han adaptado en muchos destinos importantes de senderismo en el mundo.
Colores y tipos de senderos
Los colores indican la clasificación del sendero según su longitud y nivel de exigencia. Cada color está asociado a una categoría oficial:
- Rojo: Senderos de Gran Recorrido (GR)
- Superan los 50 km o requieren más de una jornada para completarse.
- Suelen atravesar varias regiones e incluso países.
- Si cruzan fronteras internacionales, se les asigna un número europeo adicional.
- Ejemplo: GR11 (Transpirenaica), que recorre los Pirineos españoles de oeste a este.
- Amarillo: Senderos de Pequeño Recorrido (PR)
- Tienen entre 10 y 30 km.
- Son los más comunes y se completan en una o dos jornadas.
- Verde: Senderos Locales (SL)
- Menores de 10 km.
- Generalmente circulares y centrados en puntos de interés concretos.
- Ejemplo: rutas en los Embalses de Leurtza.
- Azul: Rutas para caballo o bicicleta de montaña (no homologadas).
- También pueden encontrarse marcas no oficiales, como los montículos de piedras o cairns, útiles aunque no reglamentarios.
En caso de coincidencia entre dos rutas diferentes (por ejemplo, un GR y un PR), se establece un orden jerárquico, priorizando las rutas de mayor recorrido. En estos casos, las señales pueden combinar tres líneas:
- Blanca (superior)
- Color del recorrido de mayor jerarquía (GR)
- Color del recorrido de menor jerarquía (PR o SL)
Formas y significados de las señales
Cada tipo de señal está diseñada para comunicar una indicación específica. Las formas son simples, fácilmente distinguibles y están estandarizadas.
1. Señal de continuidad
- Forma: Dos rectángulos paralelos de 10–20 cm de largo por 3 cm de ancho, separados por 1 cm.
- Colores: El rectángulo superior es siempre blanco. El inferior varía:
- Rojo (GR)
- Amarillo (PR)
- Verde (SL)
- Función: Indica que el sendero continúa en esa dirección.
2. Señal de cambio de dirección
- Forma: Dos franjas paralelas en ángulo, simulando el giro.
- Colores: Igual que la señal de continuidad, pero con orientación angular.
- Función: Alerta sobre un giro importante en el recorrido (izquierda o derecha).
3. Señal de dirección incorrecta
- Forma: Una cruz en aspa de aproximadamente 15 cm por 3 cm.
- Colores: Línea superior blanca; inferior según el tipo de sendero.
- Función: Indica que ese camino no forma parte del recorrido oficial.
