En las frías aguas de Argentina ocurre un encuentro sobreacogedor que no todos conocen. Cada año, la ballena franca austral llega a la Península Valdés para cumplir con uno de los ciclos normales de la naturaleza: reproducirse, dar a luz y cuidar a sus crías. Este espectáculo natural, que va de mayo a diciembre, convierte a la costa atlántica de Chubut en un santuario para quienes buscan una experiencia única de conexión con la vida marina.
Aquí le contamos cuándo y dónde verlas, y por qué este es uno de los momentos más esperados del ecoturismo en Sudamérica.
Claves para entender el avistamiento de ballenas.
La ballena franca austral (Eubalaena australis) es una especie de cetáceo que habita las aguas del hemisferio sur. No debe confundirse con la ballena jorobada, ya que posee características propias que la hacen única. Y es que las hembras de esta especie pueden alcanzar hasta 20 metros de largo, mientras que los machos miden alrededor de 13 metros. En ambos casos, su peso puede llegar a las 20 toneladas en ejemplares adultos.
Una de sus particularidades más llamativas son las callosidades: elevaciones gruesas de la piel, de más de 18 centímetros, que se desarrollan desde la etapa fetal y se ubican principalmente en la cabeza. Estas formaciones funcionan como una especie de huella dactilar, ya que cada ballena tiene un patrón único. Su color, que puede ser blanco, amarillo o anaranjado, se debe a los pequeños crustáceos que viven sobre ellas.
Estos imponentes cetáceos migran cada año hacia aguas más cálidas, y uno de sus destinos favoritos es la Península Valdés, ubicada en la provincia de Chubut, Argentina. Este lugar no solo es ideal para la reproducción y el cuidado de las crías, sino que además ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, uno de los doce que existen en el país.
Con una superficie de 3.625 km², esta formación geográfica se une al continente por el istmo Carlos Ameghino y presenta un contorno casi cuadrangular. Su relieve es singular: alberga dos grandes golfos —el San José al norte y el Nuevo al sur— y cuenta con depresiones interiores que descienden hasta 42 metros bajo el nivel del mar, como el Bajo del Gualicho y las Salinas Grandes.
Este sitio alberga la mayor población reproductora de ballenas francas australes del mundo, con más de 2.000 ejemplares registrados por el Whale Conservation Institute y Ocean Alliance. Gracias a esta concentración única, la región se ha consolidado como uno de los principales destinos del planeta para el avistamiento de ballenas, especialmente desde Puerto Pirámides y Puerto Madryn, donde existe una infraestructura sólida dedicada al ecoturismo.
Pero la experiencia va mucho más allá de las ballenas. En estas aguas también es posible observar orcas, toninas overas, pingüinos, elefantes marinos y una gran diversidad de aves marinas. Todo esto convierte a la península en un verdadero paraíso para el ecoturismo marino y la observación de fauna silvestre en su entorno natural.
Cinco consejos para vivir una experiencia segura y responsable de avistaje de ballenas
El avistaje de ballenas en la Península Valdés es una de las experiencias más impactantes del ecoturismo en Sudamérica. Sin embargo, para disfrutarla plenamente, es fundamental seguir ciertas recomendaciones que garanticen tanto la seguridad de los visitantes como la protección de estas especies. No hay que olvidar que la ballena franca austral estuvo al borde de la extinción debido a la caza indiscriminada, y aunque su población se ha recuperado, sigue siendo una especie protegida.
Aquí le presentamos cinco claves esenciales para vivir esta experiencia de forma respetuosa y enriquecedora, según las recomendaciones de Visit Argentina, la página oficial de turismo del país.
1. Elija bien la época para viajar
La temporada oficial de ballenas en la Patagonia se extiende de junio a diciembre, pero cada momento tiene su encanto particular:
- Mayo a agosto: Es posible ver a las madres con sus crías muy cerca de la costa, especialmente desde lugares como Playa El Doradillo. Ideal para quienes prefieren la observación desde tierra firme.
- Septiembre y octubre: La actividad de las ballenas se intensifica, con más saltos, vocalizaciones y juegos visibles desde embarcaciones. Estas condiciones coinciden con un clima más favorable y representan el mejor momento para realizar excursiones náuticas.
- Diciembre: Marca el cierre del ciclo reproductivo y la preparación para la migración.
Viajar en los meses centrales de la temporada permite combinar buen clima, alta actividad biológica y una mayor oferta de excursiones.
2. Priorice operadores responsables y autorizados
Para garantizar una experiencia segura y respetuosa con el entorno, es indispensable elegir operadores turísticos habilitados y certificados. Estos prestadores cumplen con normas estrictas que minimizan el impacto ambiental y protegen tanto a los animales como a los visitantes.
Algunas buenas prácticas incluyen:
- Uso de motores de baja potencia (no más de 75 caballos de fuerza) para reducir el ruido submarino y la turbulencia.
- Mantenimiento regular de embarcaciones y uso de tecnología eficiente en consumo de combustible y bajas emisiones.
- Empleo de productos biodegradables y protocolos para evitar la contaminación del mar.
Antes de reservar una excursión, es importante verificar que el operador turístico esté debidamente autorizado por la Administración del Área Natural Protegida Península Valdés. Solo las empresas habilitadas cumplen con los estándares establecidos para garantizar una experiencia segura, responsable y respetuosa con el entorno marino. Estas operadoras están capacitadas para ofrecer información adecuada, aplicar protocolos de seguridad y minimizar el impacto ambiental durante las salidas.
3. Respete la distancia y las normas de observación
Durante la navegación, las embarcaciones deben mantener una distancia prudente respecto a las ballenas. Esto no solo permite observar su comportamiento natural sin alteraciones, sino que también protege a los animales del estrés.
Además:
- Las observaciones por grupo no deben superar los 35 minutos, para evitar fatiga en los cetáceos.
- Se debe mantener el motor en neutro al acercarse a las ballenas, reduciendo el impacto sonoro en el agua.
- Los guías especializados informan a bordo sobre el comportamiento y la biología de las ballenas, promoviendo una experiencia educativa y consciente.
4. Siga las instrucciones de seguridad al embarcar
La seguridad del visitante es prioritaria en cada excursión. Antes del inicio del recorrido, los guías explican los protocolos básicos de embarque:
- El ingreso a la embarcación debe hacerse por la popa y los pasajeros deben ubicarse de atrás hacia adelante.
- Los niños deben viajar en el centro de la embarcación, alejados de los bordes.
- Todos los pasajeros reciben un chaleco salvavidas con silbato, que deben portar durante todo el trayecto.
- Es fundamental mantener brazos y piernas dentro de la embarcación, para evitar accidentes con objetos flotantes o el movimiento del barco.
Cumplir estas indicaciones permite disfrutar del avistaje sin contratiempos.
5. Prepárese y reserve con anticipación
El clima en la región puede ser impredecible. Para garantizar una experiencia cómoda:
- Verifique las condiciones meteorológicas antes de embarcarse, ya que las excursiones dependen del estado del mar.
- Reserve alojamiento y excursiones con antelación, especialmente entre septiembre y noviembre, cuando la demanda turística aumenta.
6. Recomendaciones para hacer un avistamiento sin contratiempos
No necesita comprar ningún equipo especial para hacer esta actividad, pues la mayoría de las empresas proporcionarán todo lo que necesita la persona para que así pueda disfrutar de una experiencia segura y divertida. Sin embargo, tenga en cuenta que:
Vestuario:
- Use ropa cómoda, preferiblemente de secado rápido como licra y use zapatos antideslizantes que brinden buen agarre en la embarcación.
- Use una gorra para protegerse del sol, además de gafas de sol con protección UV y bloqueador solar para cuidar su piel.
- Considere que puede haber lluvias, por lo que lleve impermeable.
Equipo de observación:
- Use binoculares para observar a las ballenas en detalle (si va a observar desde la costa).
- Cámara o celular para capturar fotos y videos (protéjalos del agua con una funda impermeable).
- Un cordón o correa para llevar la cámara o celular colgado al cuello o la mano evitando que se pierda o se caiga al agua.
Durante el avistamiento.
- Lleve agua suficiente para mantenerse hidratado durante el tour.
- Evite el consumo de alcohol antes y durante la actividad.
- No saque las manos de la embarcación y no lleve comida, recuerde que se desaconseja darle comida a los animales.
Una buena preparación le permitirá disfrutar del espectáculo natural sin inconvenientes y aprovechar al máximo su visita. No olvide complementar su viaje con otras actividades como el snorkel con lobos marinos en Punta Loma, el avistaje de aves o visitas al Ecocentro Puerto Madryn. La Península Valdés es mucho más que ballenas: es una ventana al mundo natural del Atlántico Sur.
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