Cuando pensamos en el Amazonas, solemos imaginar una selva lejana, inabarcable, de la que todos hablan, pero pocos conocen. Se dice que es la región más biodiversa del planeta, que guarda miles de secretos naturales… pero rara vez la sentimos cercana. Sin embargo, ¿y si le dijéramos que este paraíso lo está esperando? Que más allá de su fama mítica, el Amazonas colombiano es un destino real, colorido y accesible, listo para recibirle con paisajes imponentes, culturas ancestrales y especies únicas como el delfín rosado, la flor victoria regia o los monos churucos.
Por eso, en esta guía le contamos todo lo que necesita saber sobre esta región para que su viaje no lo tome por sorpresa.
¿Qué debe saber del Amazonas?
El territorio amazónico, compartido por nueve países sudamericanos —Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Guyana, Surinam y Guyana Francesa—, encuentra en Colombia uno de sus mejores puntos de acceso para los visitantes. El país ha desarrollado una sólida experiencia en ecoturismo durante varios años, con actividades diseñadas específicamente para proteger la naturaleza y preservar su patrimonio cultural. Y es que el departamento del Amazonas, con capital en Leticia, es el más extenso de Colombia, convirtiéndolo en una región de inmensa biodiversidad y baja densidad poblacional.
Desde la ventanilla del avión que se aproxima a Leticia, se despliega ante los ojos una impresionante alfombra verde de árboles que abraza al río Amazonas, el más largo del mundo con 6.800 kilómetros. Esta región alberga una biodiversidad extraordinaria: 212 especies de mamíferos, 195 de reptiles y más de 674 especies de aves.
La riqueza cultural del Amazonas colombiano es incomparable, con 64 pueblos indígenas y más de 1,300 comunidades originarias que habitan en 28 resguardos. Etnias como los Ticunas, Huitotos y Yucunas mantienen vivas sus tradiciones ancestrales, rituales y conocimientos sobre plantas medicinales. Esta diversidad étnica, combinada con la presencia de familias lingüísticas como los Arawak, convierte al territorio en un laboratorio viviente de culturas milenarias que han sabido coexistir armoniosamente con la naturaleza.
¿Qué puede hacer en la región?
“El Amazonas colombiano es un paraíso inmenso, exuberante y vivo, donde la selva no es solo un telón de fondo, sino una protagonista que lo envuelve todo: cultura, historia, biodiversidad y, sobre todo, una experiencia humana que transforma a quien se atreve a descubrirla” dijo Jhon Montenegro, conocido como el Tikuna, creador de la agencia turística Moechi Explorer y líder comunitario de la región.
Menciona que más allá del estereotipo, el Amazonas colombiano invita a descubrir sus múltiples dimensiones y a vivir, sin filtros ni folclorismos, la riqueza natural y cultural de una región única. Y es que esta zona ofrece experiencias para todo tipo de viajero, desde recorridos suaves hasta aventuras extremas, con una infraestructura que permite comodidad sin perder el contacto con la selva.
“Todo comienza en Leticia, la puerta de entrada al sur del país. Lejos de ser un caserío perdido entre la vegetación, esta ciudad sorprende por su dinamismo”, dijo el experto. Y es que la región cuenta con más de 200 alojamientos, calles pavimentadas, transporte público, bancos y supermercados, y una vida urbana que convive de forma natural con lo extraordinario de la selva.
Desde Leticia podrá elegir entre una gran variedad de planes, pero Montenegro recomienda algunos que considera imprescindibles. Uno de ellos es adentrarse en la selva durante el día y regresar a descansar con comodidad. Sin embargo, para quienes desean una experiencia más inmersiva, también existe la opción de pasar la noche en cabañas en medio de la naturaleza, como en la Reserva Natural Lago Piraña, donde:
- El silencio es interrumpido solo por el canto de las aves o el crujido de los árboles.
- Los visitantes duermen en camas con toldillos.
- Se realizan caminatas nocturnas y se observan guacamayas, tucanes, caimanes y monos.
Otro punto imprescindible es Puerto Nariño, conocido como el pesebre natural de Colombia. Este pueblo, libre de carros y motos, fue el primer destino turístico sostenible certificado del país y se caracteriza por:
- Una movilidad tranquila, al ritmo del río y de la comunidad.
- Prácticas como el reciclaje, la reforestación y el cuidado del agua.
- Una convivencia armónica con la selva.
“Pero, si una persona dice que quiere ver más, pues la experiencia se enriquece con el recorrido por la triple frontera entre Colombia, Brasil y Perú, que comienza en Leticia”, continuó el experto. Uno de los primeros puntos es el Parque Santander y el Museo Etnográfico, donde es posible conocer de cerca las etnias indígenas que habitan la región, como los Ticuna, Witoto, Bora, Muinane y Yagua. En total, son 26 pueblos originarios con lenguas, mitologías y formas de vida propias, que han mantenido una profunda conexión espiritual con la selva.
Además, el museo relata el impacto que tuvo la bonanza cauchera en la historia del Amazonas. Durante el auge del látex, esta actividad transformó por completo la región y dio origen a ciudades emblemáticas como Iquitos, Manaos y la misma Leticia, marcando una época de cambios profundos que aún se reflejan en la memoria colectiva del territorio.
De hecho, Montenegro destaca que cruzar la frontera se convierte en una experiencia tangible: en Tabatinga, Brasil, los visitantes cambian pesos por reales, prueban productos típicos como la queratina, el chocolate o la caipirinha, y comprueban cómo, en esta región, las fronteras no separan, sino que entrelazan culturas. Desde el mirador de la Comara se contempla el majestuoso río Amazonas, justo en el lugar que marca el límite entre tres países.
“Para quienes buscan aventura, la zona ofrece múltiples opciones: navegar en busca de delfines rosados, escalar árboles gigantes, practicar canopy, realizar caminatas diurnas o nocturnas por senderos poco transitados y dedicarse a la observación de aves, uno de los mayores espectáculos naturales del Amazonas, donde los colores vuelan y los cantos revelan lo que no se ve”, afirmó.
Recomendaciones para ir al Amazonas
Viajar al Amazonas es una experiencia única que requiere preparación. Montenegro menciona algunas recomendaciones esenciales para que su visita sea segura, responsable y enriquecedora:
- Vacuna obligatoria: Aplíquese la vacuna contra la fiebre amarilla al menos 15 días antes del viaje. Es un requisito sanitario para ingresar a la región y proteger su salud.
- Uso responsable de repelente y bloqueador: Lleve repelente contra insectos y bloqueador solar, pero evite los productos en aerosol, ya que afectan el medio ambiente.
- Ropa y equipo adecuados: La selva exige vestirse con ropa clara, fresca y cómoda, preferiblemente de manga larga y pantalones largos. Use botas o tenis impermeables y lleve siempre una linterna, prendas de cambio y agua embotellada para mantenerse hidratado.
- Información turística: Antes de viajar, infórmese sobre los planes turísticos disponibles. Hay múltiples opciones de travesías, experiencias con comunidades y diferentes niveles de alojamiento para todo tipo de viajero.
“Algo que los turistas deben tener en cuenta antes de viajar es que Leticia tiene dos estaciones bien definidas, por lo que deben elegir bien porque se encontraran dos amazonas diferentes”, explicó el experto.
- Invierno (diciembre a mayo): época de selva inundada, ideal para navegar entre los árboles. El punto más alto del agua suele ser en mayo.
- Verano (junio a noviembre): aparecen playas en el río Amazonas, hay menos mosquitos y las caminatas son más accesibles.
Por otro lado, según Montenegro, en la región se promueve un turismo 100 % regenerativo, consciente, comunitario y ecológico, donde:
- Se apoya directamente a las comunidades indígenas y al comercio local.
- Se evita el turismo masivo: los grupos en la selva no superan las 10 personas.
- Se explican los impactos del viaje, como la huella de carbono al tomar un avión, y se promueve compensarla con acciones como sembrar árboles o reciclar.
- Se realizan jornadas ambientales junto a recicladores locales y turistas
“Estas siembras se hacen entre las 7 y las 9 a. m., para que las plántulas no sufran por el calor y el estrés. Porque sembrar por sembrar, sin conciencia, no sirve de nada”, puntualizó.
Sin embargo, se recomienda que los turistas, ante todo, eviten prácticas que afecten negativamente a la fauna o a las comunidades locales. Por ejemplo, recomienda que no se deben usar animales como atracciones —ni para montarlos ni para exhibirlos—. Las experiencias se desarrollan con comunidades reales, no con espectáculos montados, y se promueve un turismo responsable que deje una huella positiva en la selva.
Otros errores comunes que cometen algunos visitantes al llegar por primera vez al Amazonas:
- No llevar efectivo: en el aeropuerto de Leticia se paga un impuesto turístico de $50.000, solo en efectivo. En Puerto Nariño también hay un cobro de ingreso de $20.000.
- Traer plásticos innecesarios: muchos creen que no encontrarán lo que necesitan, traen plástico y lo dejan, en lugar de usar termos o bolsas reutilizables.
- Subestimar el destino: algunos extranjeros llegan sin guía ni plan, pensando que todo es rústico, pero no entienden que la selva es un entorno complejo y no se debe recorrer solo.
- No contratar agencias legales: hay casos de personas, sobre todo extranjeras, que se han perdido por intentar adentrarse en la selva sin guía profesional ni permisos.
“Visitar el Amazonas requiere respeto, preparación y conciencia. No es solo un destino turístico: es un ecosistema vital, una fuente de vida, y el hogar de pueblos que lo han cuidado durante siglos”, finalizó el experto.
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