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Santa Marta, la ciudad más antigua de Colombia y segunda de América del Sur, cumple 500 años de historia. Fundada en 1525 por Rodrigo de Bastidas, esta joya del Caribe colombiano conmemora su medio milenio de existencia con una agenda cultural y turística sin precedentes. El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT) invita a todos los colombianos y visitantes internacionales a redescubrir la magia del “Corazón del Mundo”, una tierra donde confluyen historia, biodiversidad, gastronomía y la sabiduría milenaria de sus pueblos originarios.
Durante las próximas semanas, la capital del Magdalena se vestirá de fiesta para rendir homenaje a su legado y posicionarse como un destino turístico de clase mundial. Con una oferta que mezcla playas paradisíacas, parques naturales imponentes, sitios históricos y experiencias culturales únicas, Santa Marta se proyecta como un destino vibrante, diverso y profundamente humano.
Santa Marta: entre la historia y el mar
Con cinco siglos de historia a cuestas, Santa Marta conserva en sus calles, iglesias y monumentos el alma de la Colombia colonial. Desde la imponente Catedral Basílica Menor —la más antigua del país— hasta la Quinta de San Pedro Alejandrino, donde murió Simón Bolívar, la ciudad es un museo viviente del mestizaje que dio origen a la nación.
Pero más allá de su centro histórico y su arquitectura republicana, Santa Marta es también una puerta a experiencias que conectan con la naturaleza y las raíces ancestrales. Estas son algunos imperdibles que comparte el MinCIT.
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Playas y naturaleza: paraísos para todos los gustos
La ciudad es famosa por sus playas, cada una con personalidad propia:
- El Rodadero, con su ambiente dinámico, ideal para deportes acuáticos.
- Taganga, pueblo pesquero bohemio, excelente para el buceo.
- Playa Blanca, con certificación internacional Bandera Azul y un acuario imperdible.
- Playa Cristal, dentro del Parque Tayrona, considerada una de las más bellas del Caribe.
- Bahía Concha, rodeada de naturaleza, perfecta para el descanso y la contemplación.
Además, Santa Marta es la puerta de entrada a dos maravillas naturales: el Parque Nacional Natural Tayrona y la Sierra Nevada de Santa Marta, esta última considerada la montaña costera más alta del mundo y hogar de los pueblos indígenas Kogui, Arhuaco, Wiwa y Ette Ennaka.
Riqueza cultural viva
Santa Marta también late al ritmo de la cultura caribe. En el Museo del Oro Tairona (Casa de la Aduana) se puede conocer la historia prehispánica de la región, mientras que el Teatro Santa Marta alberga expresiones artísticas locales.
Durante este año, la ciudad tendrá una agenda cultural especial: desfiles, conciertos, exposiciones, ferias artesanales y festivales como el de La Guacherna Samaria y el Festival Vallenato Mar de Acordeones, que celebran el folclor y la identidad musical del Caribe colombiano.
Sabores de la tierra y del mar
La oferta gastronómica es otro de los tesoros de Santa Marta. Desde pescados y mariscos frescos hasta platos típicos como el cayeye, arroz con coco o patacones gigantes, cada bocado cuenta una historia de tradición. Los mercados populares como el de la Bahía o el de Taganga permiten vivir una experiencia culinaria auténtica, con jugos tropicales, cocadas, enyucados y bollos limpios como protagonistas.
Rutas fuera de la ciudad: joyas escondidas por descubrir
Para quienes buscan experiencias menos convencionales, hay destinos cercanos que enriquecen la visita:
- Minca: un pueblo cafetero con cascadas, senderos ecológicos y hostales de encanto en plena Sierra.
- Corredor Tayrona: desde la Troncal del Caribe, una ruta de eco-hoteles, balnearios y playas como Casa Grande, Los Ángeles y Mendihuaca.
- Bello Horizonte: zona hotelera tranquila con litoral ideal para relajarse.
- Río Don Diego: perfecto para la aventura (tubing, kayaking, paddle board) y el contacto con comunidades indígenas.
Una celebración con mirada al futuro
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo asegura que reafirma su compromiso con un turismo sostenible, inclusivo y transformador, que valore la riqueza natural y cultural del país. La conmemoración de los 500 años es una oportunidad para promover un turismo responsable que genere desarrollo local, respete las tradiciones y conserve el entorno.
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“Los 500 años de Santa Marta son una invitación a redescubrir su esencia, a mirar con respeto y admiración la herencia cultural e indígena, y a proyectar su futuro como destino líder en turismo sostenible en Colombia y América Latina”, destacó el MinCIT.
Hoy, Santa Marta no solo celebra su pasado glorioso. También mira hacia adelante con el entusiasmo de una ciudad que, en medio de su diversidad y magia, sigue siendo punto de encuentro, de inspiración y de transformación.
Santa Marta, Corazón del Mundo, lo espera con los brazos abiertos para vivir una experiencia auténtica, profunda e inolvidable.
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