El Cerro de Quininí se encuentra en Tibacuy, un municipio del departamento de Cundinamarca, ubicado en la provincia del Sumapaz, a unos 87 kilómetros al sur de Bogotá. Su territorio se extiende entre los 1.200 y los 2.100 metros sobre el nivel del mar, lo que le da un clima templado-húmedo, con temperaturas promedio entre 18 y 22 °C.
Uno de los principales atractivos de Tibacuy es el Cerro de Quininí, una imponente formación montañosa con gran valor ecológico, paisajístico y cultural. Este cerro fue un antiguo lugar ceremonial indígena y hoy es un destino destacado al senderismo y al turismo de naturaleza. Desde su cima se puede apreciar una vista panorámica del valle del río Sumapaz, lo que convierte al municipio en un punto clave para quienes buscan conectar con la historia y la biodiversidad del centro de Colombia.
Quininí es un nombre femenino en lengua panche que significa diosa de la montaña, una representación de la cultura que hubo en la zona del Sumapaz. “La historia de esa montaña está basada 100% en la mujer y la comunidad que la habitó: Los Panches, reconocidos como los guerreros del Sumapaz. A pesar de su hombría, de su capacidad, de su rebeldía, fueron muy especiales con las mujeres. Eso los hizo diferenciarse de todas las otras culturas, de las otras comunidades indígenas del país", explica Carlos Humberto Pinzón Leal, guía intérprete local.
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Ruta de senderismo en el Cerro de Quininí
Para los visitantes, la montaña ofrece senderos ecológicos que permiten explorar sus paisajes y sitios históricos. Es importante llevar ropa cómoda, impermeable, protector solar y suficiente hidratación.
“La ruta principal está en el corregimiento de Cumaca, en la vereda La vuelta. Su punto de partida se llama el Ocobo y la caminata es de 9 km en total, ida y regreso. Es un senderismo donde encuentra caminos de piedra, y conocerá historias de la cultura Los Panches. Sus puntos más representativos son la piedra del parto, la piedra del gritadero, el punto metate, la piedra del deseo y el pico del águila", comenta el guía.
Si los turistas desean ascender al Pico del Águila, Pinzón indica que se les proporciona el equipo de seguridad necesario para realizar la escalada. Esto incluye arneses, cuerdas, botiquín de primeros auxilios, entre otros elementos, garantizando una experiencia única y segura, ya que este pico es alto e inclinado, ofreciendo la posibilidad de practicar escalada.
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El ascenso al Cerro es de nivel intermedio y puede durar entre 4 a 6 horas, dependiendo del ritmo y las paradas que se realicen. Si lo hace por cuenta propia, sin un guía, el trayecto de ida y vuelta puede tomar entre 2 y 3 horas. En cambio, si lo recorre con calma, acompañado por un intérprete local que comparta las historias y detalles del lugar, el recorrido puede extenderse entre 4 y 5 horas en total.
“De 1 a 10 le doy un 8 en términos de dificultad, ya que hay una parte inclinada, pero es muy corta, son aproximadamente 500 a 600 metros, lo demás ya es carretera plana junto a caminos de piedra. En este senderismo se va a encontrar con gran variedad de fauna y flora”, dice Pinzón.
El Cerro alberga una rica biodiversidad, incluyendo bosques andinos. Es hogar de especies endémicas y migratorias, y se han registrado más de 300 clases de aves en la zona.
¿Cómo llegar al Cerro de Quininí?
Si el punto de partida es Bogotá, puede tomar un bus hacia Fusagasugá y luego otro hacia Tibacuy. Es recomendable planificar el viaje con anticipación, ya que las rutas de transporte pueden variar y algunas no operan en horarios nocturnos.
Adicional, el costo para subir al Cerro es de $15.000 pesos por adulto y para niños menores de 10 años es de $12.000 pesos. La entrada se cancela en una caseta que está en la ruta principal del corregimiento de Cumaca, en la vereda La vuelta, a un guía contratado por la empresa Bacoa, agencia que opera en la reserva forestal del Cerro junto a la administración local.
El recorrido se puede realizar de domingo a domingo en horario de 8:00 am a 3:30 pm.
¿Cuál es la mejor época del año para visitar el Cerro y hacer senderismo?
Según Pinzón, la mejor época para hacer senderismo en el Cerro de Quininí es a partir del 20 de junio hasta el mes de septiembre, ya que corresponde a la temporada de verano en la región. Durante estos meses, el clima seco facilita el acceso a los senderos y permite que tanto turistas como locales disfruten de las impresionantes vistas panorámicas que ofrece esta montaña.
¿Cómo pueden los visitantes aportar a la conservación del Cerro?
“Con la siembra de árboles”, menciona Pinzón. “Pueden preguntar por una especie de árboles nativos del Cerro, los traen y los siembran. BACOA, agencia operadora en la reserva forestal del Cerro, es la organización que coordina estos programas de siembra ambiental e incluso se han realizado con los colegios. Hemos sembrado nogales, robles, árboles como el caucho amazónico, el gomero y lechosos, ya que producen bastante alimento para las aves. Este aporte por parte de los visitantes es de gran valor y sostenimiento para la fauna y flora”.
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¿Qué recomendaciones debe seguir cualquier persona que visite el Cerro?
Como en todo espacio ambiental, se debe seguir unas indicaciones:
Durante la caminata, toda la basura que se genere, incluidos los residuos biodegradables como cáscaras de frutas o semillas, no se deben botar en la montaña, ya que estos desechos contaminan, alteran el comportamiento de los animales silvestres y tardan mucho en degradarse; por ejemplo, una cáscara de banano puede permanecer intacta hasta por dos años.
Asimismo, es fundamental no extraer nada del entorno natural como plantas, flores, semillas ni animales. Todo debe permanecer en su lugar para proteger el ecosistema y reducir el impacto ambiental. Adicional, debe mantenerse en los senderos establecidos durante las caminatas.
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Otras actividades para disfrutar en la región
Durante las festividades de junio, en la vereda La Vuelta, Ocobo, se celebra la Cabalgata Regional Cafetera, un evento que se complementa con procesiones, música, danzas y ferias artesanales, reuniendo a la comunidad y a los visitantes en torno a las fiestas patronales en honor a la Virgen del Carmen y San Juan Bautista.
Además, la región conserva importantes vestigios de la cultura Panche, como petroglifos y arte rupestre, que pueden explorarse en lugares emblemáticos como la Cueva del Indio, enriqueciendo la experiencia cultural del territorio.