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El municipio de Cundinamarca destacado por ONU Turismo como destino rural único

Sesquilé, en Cundinamarca, fue nominado por ONU Turismo como uno de los mejores destinos rurales de 2025 por su riqueza cultural, natural y compromiso con el turismo sostenible.

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14 de julio de 2025 - 09:05 p. m.
Panorámica desde la cumbre del cerro Las Tres Viejas, ubicado en Sesquilé, Cundinamarca.
Panorámica desde la cumbre del cerro Las Tres Viejas, ubicado en Sesquilé, Cundinamarca.
Foto: El Espectador
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Si lo que busca es un destino con alma, donde la cultura viva y la naturaleza se entrelacen en cada experiencia, Colombia tiene razones para celebrar. Ocho pueblos del país fueron seleccionados para participar en la edición 2025 de los Best Tourism Villages, una iniciativa de ONU Turismo que reconoce a las comunidades rurales que conservan su identidad, impulsan el desarrollo local y protegen su entorno natural. Estos territorios ofrecen mucho más que paisajes: son lugares donde se respira historia, se vive la tradición y se fortalece el compromiso con el turismo sostenible.

Uno de ellos es Sesquilé, un municipio ubicado en el departamento de Cundinamarca, a 45 kilómetros al noreste de Bogotá, en la provincia de Almeidas. Con una altitud media de 2595 metros sobre el nivel del mar y una temperatura promedio anual de 14.1°C, este territorio fue fundado oficialmente en 1600 aunque su historia se remonta a la época precolombina cuando estuvo habitado por los muiscas. El toponímio “Sesquilé” proviene del idioma muisca y significa “Boquerón de la arroyada” o “Agua Caliente”, reflejando la profunda conexión de este lugar con la cultura indígena que lo habitó originalmente.

La rica historia de Sesquilé se entrelaza con algunos de los episodios más significativos de la conquista y colonización española. Durante la época precolombina, formó parte del territorio del Zipazgo dentro de la Confederación Muisca, específicamente como uno de los once poblados que integraban el clan de Guatavita. Los muiscas explotaron importantes minas de carbón y sal en la región, recursos que continuaron siendo aprovechados durante el período colonial y republicano hasta la construcción del Embalse del Tominé.

El principal atractivo turístico de este municipio es la legendaria Laguna de Guatavita, situada en su jurisdicción, donde los muiscas celebraban la ceremonia que dio origen a la famosa leyenda de El Dorado. Este lugar sagrado, junto con la Balsa Muisca que aparece representada en el escudo municipal, constituye uno de los sitios arqueológicos y culturales más importantes de Colombia.

Sin embargo, además de su riqueza histórica y cultural, Sesquilé ofrece una gran diversidad de atractivos naturales que lo han convertido en un destino turístico destacado. Entre sus maravillas naturales se encuentran los páramos, la Rana de Piedra, El Cajón el Cañón de Las Águilas donde estas aves anidan libremente, y los imponentes cerros Pan de Azúcar, Covadonga y Las Tres Viejas. Además, ofrece actividades culturales como el mercado campesino mensual y el Festival Al Compás de Tominejo.

El municipio también alberga el Club Náutico Muña, uno de los más importantes de Colombia, el Embalse de Tominé que almacena cerca de 600 millones de metros cúbicos de agua como reserva para Bogotá, y la hermosa Capilla de Los Dolores, una construcción colonial que conserva intactos sus atributos arquitectónicos y decorativos. Todo esto, combinado con su tradición artesanal y su enfoque como “Municipio Verde”, hace de Sesquilé un destino que equilibra perfectamente la conservación del patrimonio cultural con la protección del medio ambiente.

Tres planes para hacer aquí

Laguna de Guatavita

La Laguna de Guatavita es un cuerpo hídrico sagrado ubicado en el municipio de Sesquilé, a 75 kilómetros al noreste de Bogotá y a 3.100 metros sobre el nivel del mar. Se trata de una depresión montañosa perfectamente circular de entre 350 y 430 metros de diámetro, rodeada de bosques nativos de encenillos y con temperaturas que oscilan entre 5 y 11°C. Su formación se atribuye a un colapso por disolución de estratos salinos, característica geológica común en la región que también explica los depósitos salinos de Zipaquirá, Nemocón y Tausa. La laguna se alimenta principalmente de corrientes subterráneas generadas por la vegetación del subpáramo, y su distintivo color verdoso se debe a diversas especies de algas que habitan en sus aguas ligeramente alcalinas.

El lugar es mundialmente famoso por su conexión con la leyenda de El Dorado, originada en las ceremonias sagradas que los muiscas realizaban para investir a sus nuevos zipas o caciques. Según la tradición, el futuro líder se cubría completamente con polvo de oro y, acompañado por cuatro caciques en una balsa de juncos, se dirigía al centro de la laguna mientras el pueblo arrojaba objetos de oro y esmeraldas al agua como ofrenda a los dioses. Esta ceremonia, documentada por la famosa Balsa Muisca que se exhibe en el Museo del Oro de Bogotá, atrajo durante siglos a numerosos buscadores de tesoros que intentaron drenar la laguna, desde el capitán Lázaro Fonte hasta los coroneles Hamilton y Campbell en 1832. Hoy en día, la laguna forma parte de una reserva natural protegida y recibe visitantes que realizan una caminata ecoturística guiada de dos kilómetros para llegar a los miradores naturales desde donde se puede apreciar este sitio de invaluable patrimonio cultural y natural colombiano.

Cerro de las tres viejas

El Cerro de las Tres Viejas es una formación montañosa ubicada en Sesquilé, Cundinamarca, que se alza como un símbolo protector del territorio con profundas raíces en la tradición ancestral muisca. Los nombres Chía, Huitaca y Quemuenchatocha, dados por las comunidades indígenas, reflejan la conexión sagrada de estas montañas con la energía femenina que, según las creencias ancestrales, resguarda el equilibrio del territorio. Con una cumbre principal que alcanza los 3.200 metros sobre el nivel del mar, este cerro ofrece vistas panorámicas espectaculares de la sabana de Bogotá, incluyendo el embalse de Tominé, la represa del Sisga, Suesca y el páramo de Guatanfur. Su biodiversidad es notable, albergando especies nativas como zorros, lechuzas, colibríes, águilas y camaleones en sus laderas, lo que lo convierte en un destino ideal para el ecoturismo y el avistamiento de fauna.

La experiencia de ascenso al Cerro de las Tres Viejas se desarrolla en tres etapas bien diferenciadas, siendo accesible tanto para caminantes experimentados como para principiantes. La primera etapa parte desde el pueblo de Sesquilé por un camino de placa-huella que se convierte en destapado, atravesando un bosque denso y caluroso que requiere aproximadamente 30 minutos de caminata. La segunda etapa, más exigente pero técnicamente sencilla, conduce a través de terreno accidentado hasta una explanada donde el camino se bifurca hacia diferentes destinos, incluyendo el Cañón de las Águilas. La etapa final es el ascenso directo a las cumbres, donde el terreno cambia drásticamente a roca suelta y calcárea con vegetación escasa, expuesta completamente a los elementos naturales. El recorrido completo puede realizarse en aproximadamente 3 horas, aunque la experiencia se enriquece significativamente con la presencia de un guía local que puede revelar secretos del camino.

Embalsé de Tominé

El Embalse de Tominé es un importante cuerpo de agua ubicado en los municipios de Guatavita y Sesquilé, al norte de Bogotá, a una altitud de 1820 metros. Con 18 kilómetros de largo, 4 de ancho y 50 metros de profundidad promedio, tiene capacidad para 690 millones de metros cúbicos de agua, siendo la reserva hídrica más grande de la sabana de Bogotá. Construido entre 1959 y 1962 inicialmente para generar energía eléctrica, actualmente cumple funciones vitales como mejorar la calidad del agua del río Tominé, suministrar agua al río Bogotá, controlar inundaciones y contribuir al abastecimiento de agua potable para Bogotá a través de la planta Tibitóc.

Desde el punto de vista turístico, el embalse se ha convertido en un importante destino para el ecoturismo y los deportes náuticos, ofreciendo actividades como paseos en lancha hasta la isla central, kayak, velero y esquí acuático. La zona cuenta con restaurantes, marina deportiva y torneos de deportes náuticos.

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