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Símbolo de tradición

Semana Santa en Boyacá y Tunja.

Redacción Buen Viaje
27 de marzo de 2010 - 03:06 a. m.

Las celebraciones de las festividades religiosas son tan antiguas como la vida del departamento de Boyacá, que ya cumple 470 años. Los feligreses de los más apartados caseríos, que participan en los actos sacramentales no sólo se concentran en el rezo, sino que además despliegan una fe infinita que se expresa a través de la danza, la copla y el canto. Por eso, las fiestas religiosas se convierten en uno de los sentires más arraigados y representativos del pueblo boyacense.

Sin embargo, la muestra religiosa más representativa es la Peregrinación o Romería, a la que concurren campesinos y gente de todas las regiones en busca de remedio a sus dolencias o en pago de una promesa hecha por algún favor concedido.

No en vano a finales del siglo XV se creó en Tunja la primera Sociedad Nazarenos del Nuevo Reino de Granada, organizada por los Penitentes y Guardias Romanos que tenían como tarea cuidar los pasos. Desde entonces estos personajes han recorrido descalzos durante siglos las calles de Tunja, revestidos con túnicas de colores y la cabeza cubierta con un capirote. Inclusive los niños son preparados desde muy temprano para este acto.

Tunja, reconocida por su infinita fe, cuenta con la más antigua tradición de celebrar la Semana Mayor, gracias al dedicado y arduo trabajo ofrecido voluntariamente por la comunidad nazarena, que por siglos ha entregado su vocación y se ha encargado de prolongar esta significativa conmemoración religiosa.

Las celebraciones se inician con el Domingo de Ramos y la procesión  arranca en la Iglesia de Las Nieves y culmina en la Basílica Metropolitana Santiago de Tunja hacia el mediodía. La tarde es amenizada por el concierto que ofrece la Banda Sinfónica de la Escuela de Música de Tunja.

El Jueves Santo se realiza la misa por los enfermos, una procesión infantil, seguido por un concierto de la Banda Sinfónica Juvenil e Infantil de Tunja para terminar la noche con la visita a los monumentos.

El sábado es uno de los días más especiales, porque se realiza uno de los actos más significativos: la procesión de La Soledad y el recorrido de los Pasos, que son escoltados por la Policía Nacional y la Guardia Romana.

Y por ultimo, el Domingo de Pascua la Eucaristía es oficiada por monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, arzobispo de Tunja.

Pero no sólo la capital es protagonista de estas festividades religiosas. Los demás municipios, como Duitama, Corrales, Firavitoba, Iza, Nobsa, Pesca, Tibasosa, Tuta, Soatá y Sáchica representan fielmente las celebraciones religiosas.

Procesiones en vivo, conciertos, exposiciones, presentación de bandas sinfónicas, corales, duetos, romerías y todas las manifestaciones de fe reviven uno de los acontecimientos más representativos para el pueblo católico.

Sin embargo, uno de los municipios que desarrollan con mayor fervor la celebración en vivo es Sáchica, llamado también la Jerusalén de Colombia, por su extraordinaria similitud con el entorno geográfico en el que se desenvolvió la vida de Jesús y donde se escenifican todos los acontecimientos de estas fechas en los paisajes naturales cercanos y con la representación hecha por los habitantes de la población.

Con este propósito se ha diseñado una programación religioso-cultural para recorrer las rutas de la fe y la oración. Dos componentes que se entrelazan con la paz de sus campos y la arquitectura colonial de sus templos, en el mejor destino turístico de Colombia: Boyacá.

Por Redacción Buen Viaje

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