
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Cuando el calor del verano cede y el aire fresco comienza a invadir las calles, los árboles se transforman en lienzos vivos de tonos escarlata, dorado y naranja intenso. El otoño en Japón —conocido como koyo— es una de las estaciones más bellas y menos exploradas por los viajeros, a pesar de su gran riqueza visual y cultural.
El cambio de hojas comienza en el norte del país, en Hokkaido, y avanza gradualmente hacia el sur. Kioto, con sus templos rodeados de arces, y Kyushu, con montañas teñidas de rojo, también son destinos clave para los amantes del koyo.
El arte de admirar las hojas: el “momijigari”
En Japón, observar las hojas de otoño no es solo una actividad recreativa: es una práctica cultural que data del siglo VIII. Llamado momijigari —literalmente “caza de hojas rojas”—, este ritual implica visitar montañas, templos y jardines para contemplar la transformación del paisaje. Al igual que el florecimiento de los cerezos en primavera (sakura), el koyo conecta naturaleza, historia y espiritualidad.
Y Tokio tiene algunos de los mejores escenarios para disfrutar de este espectáculo natural. Desde jardines tradicionales hasta espacios históricos y parques urbanos, la ciudad combina armoniosamente naturaleza, arquitectura y tranquilidad.
Estos son algunos de los mejores lugares para contemplar el otoño en Tokio, recomendaciones clave y un vistazo a la historia de esta celebración estacional profundamente arraigada en la cultura japonesa.
Consejos para viajar en otoño a Tokio
- Temporada alta de follaje: mediados de noviembre a principios de diciembre.
- Clima: fresco y agradable; lleva ropa abrigada ligera (suéter, bufanda).
- Mejor momento para visitar: entre semana, en la mañana, para evitar multitudes.
El clima templado, con contrastes entre días soleados y noches frías, crea las condiciones ideales para que los árboles, especialmente arces y ginkgos, desplieguen su máximo esplendor.
Cinco jardines imperdibles para ver el otoño en Tokio
1. Jardines Rikugien – Tradición en rojo
Ubicados en el distrito de Bunkyō, estos jardines del periodo Edo cuentan con más de 500 árboles que cambian de color entre noviembre y diciembre. Son ideales para quienes buscan paisajes tradicionales japoneses. Cercanos a otras atracciones naturales como el Parque Ueno y los Jardines Koishikawa, permiten planear un día completo de caminatas otoñales.
2. Jardines Hama-rikyu – Tardes de té frente al mar
Este jardín se distingue por su conexión directa con la bahía de Tokio. Su estanque central, influido por las mareas, cambia con el ritmo del agua, creando reflejos únicos en otoño. La casa de té Nakajima, situada sobre el agua, ofrece un descanso perfecto con vistas doradas y una taza de matcha caliente.
3. Jardines Koishikawa Korakuen – Belleza japonesa con alma china
Uno de los jardines paisajísticos más antiguos de la ciudad, combina elementos de diseño japonés y chino. Aquí, los visitantes recorren un sendero circular que ofrece perspectivas distintas en cada curva. Los árboles otoñales enmarcan puentes, colinas y estanques que simulan paisajes famosos de Asia.
4. Jardines Ninomaru – Historia imperial entre hojas doradas
Situados junto al Palacio Imperial, estos jardines fueron parte de la antigua residencia del shogunato Tokugawa. Aunque el acceso al palacio es limitado, los jardines están abiertos al público y ofrecen una experiencia histórica entre árboles que, en otoño, brillan con tonos intensos de rojo y amarillo.
5. Jardín Nacional Shinjuku Gyoen – Naturaleza en el corazón urbano
A solo minutos de la estación de Shinjuku, este enorme parque ofrece un escape perfecto del bullicio de la ciudad. Combina jardines japoneses, paisajísticos y europeos, además de un invernadero tropical. En otoño, acoge la Exposición de Crisantemos y ofrece algunos de los colores más vibrantes de la temporada.
