El turismo de romance, centrado en experiencias de pareja como bodas, lunas de miel, renovaciones de votos y escapadas románticas, se consolida como un segmento estratégico en la industria turística colombiana. Según la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), esta modalidad gana terreno en los principales destinos del país, con un impacto económico que puede oscilar entre US$20.000 y US$50.000 por evento.
Según datos recientes, más del 60 % de las bodas destino en Colombia se celebran en espacios al aire libre, hoteles, haciendas o fincas campestres. Estas celebraciones no solo activan la cadena de valor turística, sino que también extienden el tiempo de estadía de los visitantes internacionales, en promedio entre cuatro y seis días.
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“La belleza y características de los atractivos turísticos de las distintas regiones del país es sin duda uno de los principales motores para el turismo romance”, aseguró Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de ANATO. A esto se suman factores como la gastronomía local, las playas, la herencia religiosa y la favorable ubicación geográfica, que han posicionado a Colombia como un destino preferido para quienes buscan celebrar el amor.
Un dato revelador es que el 80 % de las parejas que celebran su boda en Colombia está conformado por al menos un nacional que decide regresar al país para este acontecimiento. En cuanto a procedencia, Estados Unidos y España encabezan la lista de países de residencia de quienes eligen a Colombia como sede de bodas destino.
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En términos de demanda, Cartagena lidera como el lugar más solicitado, con un 44 % de participación, seguida por Medellín (20 %), Bogotá (12 %), Santa Marta (6 %), Cali (4 %) y San Andrés (3 %). Otros lugares emergentes como Fusagasugá, Cajicá, Dibulla, Pereira, Barranquilla, Villa de Leyva y Armenia también se perfilan como escenarios ideales para este tipo de celebraciones.
“Este segmento no es solo una tendencia de hoy, sino una evolución del turismo experiencial que está en expansión”, enfatizó Cortés Calle. La dirigente gremial destacó además que la calidad del servicio, la conectividad aérea y la ubicación privilegiada del país representan oportunidades clave para fortalecer esta industria y hacerla más competitiva en el escenario internacional.
Con un creciente interés de parejas tanto locales como internacionales, el turismo de romance se perfila como un pilar de desarrollo económico y cultural para Colombia, alineado con las nuevas demandas del mercado global.
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