Santa Marta es un referente con la tradición y el desarrollo turístico. Su Parques Nacional Natural Tayrona y la Sierra Nevada con sus sitios arqueológicos fueron inscritos en la Lista Indicativa colombiana de bienes de Patrimonio Mundial en el año 2012.
La sabiduría de los ancestros se mezcla en una ciudad organizada con gente amable y el color del mar y sus montañas, donde hay frio y calor. Dicen historiadores y expertos que es la ciudad más antigua oficialmente fundada por la Corona española en el territorio continental de América del Sur. Las tradiciones siguen inmóviles pero la ciudad ha cambiado.
Para Luis Alejandro Davila, director de la Escuela Internacional de Turismo, EIT, desde la academia y sectores ahora se trabaja en el conocimiento del territorio samario. “Es más que sol y playa”.
Afirma que Santa Marta es la capital del turismo sostenible y de naturaleza de Colombia. Booking.com reveló que ocupó la cuarta posición del ranking mundial de las estadías sostenibles, “porque hemos evidenciado y avanzado con políticas públicas de turismo sostenible, la ciudad lo que ha hecho es identificarse, reconocerse y encontrar el verdadero diferenciador”.
Recuerda que durante los últimos 12 meses la ciudad recibió a 52,008 visitantes de diversas nacionalidades lo que representa un aumento del 11% con respecto al 2022, con un promedio mensual de ingreso de 4334 extranjeros.
Con las cifras, estudios y mucho rigor un nuevo hotel se posiciona en la ciudad: el Hotel Hilton Santa Marta. Hace un año y escasos meses abrió con 261 habitaciones, cinco restaurantes, dos piscinas y 1.000 metros cuadrados para eventos y reuniones. Son 13 kilómetros que lo separan del Centro Histórico de Santa Marta con las montañas de la Sierra Nevada y las antiguas ruinas del Parque Nacional Natural Tayrona.
En tan poco tiempo de funcionamiento ya recibió dos importantes galardones. Los World Travel Awards lo premiaron en 2023 en las categorías de “Mejor hotel nuevo en Suramérica” y “Hotel líder de Colombia”.
Sumado a esto una característica especial. Se cambia el buffet, no hay filas, mesas ni platos, literalmente no existe. Es olvidar una tradición que se desarrolló en Francia en el siglo XVII.
Oriol Márquez Olivella, es su gerente, amable y con su acento español deja ver su respeto por la tradición de la ciudad. Lleva muchos años con la cadena Hilton.
No extraña nada de sus anteriores hoteles en varias partes del mundo. En su mano derecha un hilo entrelazado le recuerda la tradición, dice. “El Mamo estuvo paseando por aquí y en la playa y encontró un árbol y me dijo este es nuestro centro espiritual”. Allí comenzamos la entrevista para El Espectador.
¿Es gerente usted de un hotel muy joven, abrió sus puertas un poco más de un año aquí en esta ciudad considerada la “Perla de América”, cómo le ha ido?
Yo creo que Santa Marta es un destino que está un poco por encima de otros en Colombia pero se conoce menos.
Bueno, pues yo los últimos 12 años los pasé en Asia, Tailandia, Indonesia, Sri Lanka, Malasia y por esas cosas de la vida, estamos aquí en Santa Marta. Ha sido una experiencia para mí, enorme, muy enriquecedora.
Trajimos 104 años de experiencia Hilton a Santa Marta y estamos muy contentos con los galardones que hemos recibido, seguimos trabajando igual.
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¿El destino de Santa Marta es un referente importante en el sector turístico, estuvo en el top cinco de los destinos más sostenibles del mundo en el 2023?
Es un destino enorme que no se conoce y es de las cosas que me sorprende , que no se conozca suficientemente a Santa Marta. Somos multiculturales, multidiversos, incluyentes y a la ciudad le cae perfectamente nuestra manera de ser, es un destino maravilloso.
Es un hombre creativo, y decidió junto con su equipo que el buffet se acababa. ¿Pero empezamos por lo que pasa solo los domingos?
Sonríe. Usted viene un domingo a nuestro almuerzo y debe solo decir el número de los 98 platillos que tenemos. Es divertido.
Es lo que te decía anteriormente, he trabajado en varios países y debo traer lo mejor de cada parte y en Asia en un restaurante japonés que teníamos, había un plato que le llamábamos “hanpen”, comida japonesa que acompañamos con champán, trajimos esa experiencia.
La tapa de tradición española, latina. Son 98 platos que se sirven en el restaurante Nuggu, que significa “Sal” en Arhuaco. Es un sitio que sirve comida colombiana moderna, criolla caribeña, parte del alma latina, solo te sientas y dices el número del plato que deseas en la mesa.
Por ejemplo el 57, Picanha con mini papa sour, 76, Cayeye con guiso de mariscos, o el 34, Guiso de camarones acompañado de enyucado y de postre 82. Milhojas de chocolate y guandul.
Se acompaña con la cerveza Kumbia, se hace aquí en Santa Marta.
¿Y en la cena, tampoco se hace fila, uno se sienta con la carta, espera al mesero, el sommelier, junto con lo que el chef tenga en la cocina ?
En la cena debes leer la carta y así saber qué pedir.
Puedes cenar en Waku, ubicado en el segundo piso del hotel frente a la piscina y probar platos inspirados en la cocina de las abuelas, tradición con técnicas modernas de cocina internacional, sin perder ese valor cultural y ancestral que nos identifica en nuestra gastronomía.
Buscamos exaltar el producto y todas las etnias que convergen en la zona de la Sierra Nevada
Allí encontrará desde Walcu Sausage , un chorizo de pescado artesanal hecho en coso y yuca ahumado. También puedes pedir, Waku y Cunche que es una muselina de pescado, cunche, un bastimento de la región y encocado de mariscos. Tenemos mucha variedad.
Termina con un postre de Cacao-limón que es un sopo de ñame, suero y queso costeño acompañado de casabe crocante.
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¿Pero por qué la decisión, entiendo que para muchos es molesto la fila, servir, buscar la mesa, y otros factores. Es dejar una tradición del siglo XVII?
Yo no soy amante de los bufés. ¿Qué hacemos nosotros? Traemos el buffet a la mesa, uno se sienta a compartir con los amigos.
El producto es fresco, se cocinan en el momento, no lleva tres horas expuesto, uno puede darle una decoración más personalizada, cada plato es diferente, tiene su gusto, su temperamento y por lo tanto , su presentación.
El resultado es lo que dicen de los clientes. Es bueno, muy original, no se había visto nunca por estos lares, impresiona. Pero no solo es esto, es la calidad , así como el ambiente de nuestros restaurantes sustentado en un servicio excelente junto a la comodidad.
En el desayuno mantenemos el bufet, pero recuerde, también está la carta.
¿Yo podría decir que es la única experiencia en Hilton en todo el mundo?
Seguramente sí. No conozco todos los hoteles de la cadena, son más de 5000 alrededor del mundo, pero acá es una cosa diferente.
¿Hablemos ahora de la terraza de inclusión social, les da la oportunidad a talentos de la ciudad de estar en el piso 16 del hotel?
Es nuestro Rooftop Sikunu, y se llama “Minuto de gloria”, un espacio pensado para contribuir al impacto social, incursionando y dándoles visibilidad a los artistas callejeros de la ciudad, es una nueva plataforma de entretenimiento para la creación de experiencias de valor.
Somos incluyentes, hacemos parte de la cámara de diversidad y estamos en busca de una certificación LGTBI, Por todo esto fomentamos oportunidades para las personas, queremos aportar a la equidad, la inclusión y la protección de los derechos humanos.
¿Como ha sido su relación con la comunidad ancestral?
Con nuestras comunidades indígenas nos sentimos muy identificados. Cuando abrimos el hotel, había que traer al Mamo, era importante su presencia. El líder espiritual estuvo paseando por el hotel, aquí en la playa encontró un árbol y dijo , “esto es nuestro centro espiritual, para ponerlo en tu idioma, eso es tu WiFi espiritual” regularmente bien el Mamo y tenemos ceremonias para esa conexión.
También he aprendido que el mar es un sitio sagrado, ese conector espiritual al que llega el río, el viento.
¿Y en la ciudad, sus entornos?
El Efecto Hilton une nuevas culturas , influye en el impacto social con las comunidades, contribuyendo a nuevos enfoques y oportunidades para nuestra red de miembros en todo el mundo.
En Hilton Santa Marta aplicamos estos principios a nivel interno y externo. De esta manera generamos una transformación positiva en nuestros equipos, nos preocupamos por nuestros huéspedes y por la comunidad en general. Hacemos las cosas de manera diferente.
Es importante resaltar que buscamos operar y crecer de manera sustentable, reduciendo nuestro consumo de recursos naturales. Tenemos la filosofía del kilómetro cero para apoyar a los proveedores locales y así promover el reciclaje y la gestión de residuos efectiva. No tenemos plástico en nuestras instalaciones, los vasos de los cuartos son de vidrio como ejemplo.
¿Y en la línea de corporativos, tengo entendido que usted se ha propuesto ayudar a vender la ciudad?
Así es, la ciudad lo merece. Entre las estrategias de promoción del destino, junto con entidades como el Convention Bureau, impulsamos el turismo internacional a través de diferentes viajes. Asimismo, estamos diseñando estrategias con el Centro de Convenciones del Hotel Estelar Santamar, congresos, eventos de tipo corporativo y que los huéspedes se queden más días en esta ciudad.
Terminamos la entrevista, Oriol Márquez, debe atender una cita, me dice.” No olvide que la Sierra Nevada es literalmente el corazón del mundo y entender que hay que trabajar de la mano juntos, el secreto es ir juntos”.
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